La Voz de Asturias

Adam Michnik. El hombre de la resistencia y la libertad

Asturias

Aleksandra Dulkiewicz*
Adam Michnik

De Premio a Premio, la alcaldesa de Gdansk, ciudad galardonada con Princesa de Asturias de la Concordia 2019 habla sobre el de Comunicación 2022

23 Oct 2022. Actualizado a las 13:28 h.

En un momento en que la información puede ser utilizada como arma, las fábricas de troles se hacen pasar por medios independientes, los partidos populistas ganan poder, crece la popularidad de varios tipos de autoritarismo y se intenta resolver los conflictos por la fuerza y no por el diálogo, Adam Michnik demuestra que existe una alternativa. ¿En qué consiste esta alternativa? En apegarse a la verdad respetando la libertad de expresión; en ser consistente, pero a la vez atento a otras personas; en ser sabio, pero no sabihondo.

La Ciudad de Gdansk, envalentonada por el Premio Princesa de Asturias de la Concordia que había recibido en 2019, nominó, por su parte, a Adam Michnik. Yo personalmente admiro y respeto mucho a este hombre. Sin embargo, soy consciente de que para ustedes puede ser una figura anónima, pero créanme que, sin gente como él, la Europa que hoy conocemos no sería posible. Debido a sus ideas y su práctica de la vida cotidiana, él mismo está conectado para siempre con Gdansk por el amor a la libertad, cuyo fruto más valioso fue la revolución pacífica de Solidaridad.

Adam Michnik dedicó su vida a la lucha contra el totalitarismo. Comenzó en la escuela secundaria a principios de la década de los años 1960, cuando él y sus amigos fundaron el Club de Buscadores de Contradicciones para discutir sobre las formas de mejorar la realidad polaca. Estudió historia en la Universidad de Varsovia siguiendo sus esfuerzos por mejorar el sistema. Las autoridades comunistas, que temían las iniciativas independientes y la ampliación del ámbito de la libertad, hostigaron a Michnik con registros, detenciones, suspensión de derechos estudiantiles, prohibición de publicación y, finalmente, expulsión de la universidad, encarcelamiento y prohibición de la educación en las escuelas superiores polacas. Su encarcelamiento a principios de marzo de 1968 provocó una ola de protestas y manifestaciones estudiantiles. De esta forma, Adam Michnik ya se estaba convirtiendo en una auténtica leyenda y en un símbolo de rebeldía.

En la década de los años 1970, Michnik fue uno de los activistas del Comité de Defensa de los Obreros (KOR), la primera organización de oposición en Polonia que operó abiertamente, lo cual requirió un gran coraje. Durante los primeros tres años de funcionamiento del KOR, Michnik fue detenido por la policía política más de cien veces, recibiendo unas palizas en varias ocasiones.

Michnik no se limitó a luchar contra el sistema comunista. También era desafiante frente a su propio entorno. En 1977, en una editorial que funcionaba en exilio, publicó un libro extremadamente importante, titulado La Iglesia, la izquierda y el diálogo en el que proponía una alianza entre la iglesia católica conservadora y la intelligentsia secular, es decir, entre entornos muy distantes. Argumentó que el acuerdo entre los dos entornos podría contribuir a la creación de una fuerte oposición a las autoridades comunistas. Inicialmente, la idea fue tratada con cautela, pero más tarde esta alianza contribuyó en gran medida al éxito del agosto polaco de 1980 y la victoria de Solidaridad.

El 13 de diciembre de 1981, cuando las autoridades comunistas declararon la ley marcial, Michnik fue internado y luego acusado de intentos a derrocar al régimen socialista. Permaneció detenido sin sentencia hasta 1984. Allí estuvo en huelga de hambre durante varias semanas exigiendo que se le reconociera como un preso político. Finalmente, las autoridades propusieron a Michnik y sus compañeros que firmaran una declaración de cese de la lucha contra el régimen comunista a cambio de la posibilidad de irse al extranjero. Michnik rechazó esta propuesta porque creía que su lugar estaba en Polonia, incluso si Polonia fuera del tamaño de una celda de prisión.

A principios de la década de 1990, el mayor sueño de Adam Michnik se hizo realidad: nació una Polonia libre y se derrumbó la Unión Soviética. El proceso de transformaciones iniciado en Gdansk una década antes, en 1989 contribuyó no sólo a la caída del Muro de Berlín, sino también al desmantelamiento de los regímenes comunistas en Europa Central y Oriental. Fue entonces cuando el presidente del Sindicato Solidaridad, Lech Walesa, le encomendó a Michnik la misión de fundar un periódico de oposición política de ámbito nacional. De esta manera, se creó el periódico de opinión más importante en Polonia. Hoy en día, Gazeta Wyborcza es el diario independiente más grande de Polonia. El lema de la redacción es: «A nosotros nos importa».

Gazeta Wyborcza, el hijo de Adam Michnik, es una de las herramientas más importantes en el espacio mediático polaco utilizada para fortalecer la libertad de expresión, la democracia y la necesidad de alcanzar el consenso en nombre de la solidaridad social. Todos los días trabaja a favor de los ciudadanos libres. Los logros del periódico también son apreciados por los círculos periodísticos internacionales. Recientemente, la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-IFRA) otorgó a Gazeta Wyborcza un prestigioso premio: Pluma de Oro de la Libertad 2022.

El propio Adam Michnik sigue siendo un destacado ensayista. Es autor de muchos libros sabios, importantes y bien escritos. Es un escritor que nunca ha dejado de hablar de temas controvertidos.

Y finalmente... Adam Michnik es un hombre que tiene la rara habilidad de perdonar a sus enemigos y verdugos. Algunos incluso dicen que perdona demasiado. Así como fuma demasiado, según los estándares del siglo XXI.

*Aleksandra Dulkiewicz es alcaldesa de la ciudad de polaca Gdansk, premio Princesa de la Concordia 2019


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