«¿Sabes lo que es ir a comprar, querer y no poder?»: la cesta de la compra ahoga a miles de asturianos
Asturias
Así son los trucos y los cambios en el consumo y en los hábitos diarios de las familias para llegar a fin de mes
03 Oct 2022. Actualizado a las 05:00 h.
Dejar de comprar algunos productos, recorrerse los supermercados buscando la opción más barata, cambios en algunos hábitos y apretarse mucho el cinturón. Son algunas de las medidas que toman los asturianos para enfrentar la subida de los precios. La subida del IPC y el encarecimiento de la energía están aplastando las economías de muchas familias, que han tenido que hacer cambios en sus compras diarias para ajustarse al nivel de vida. Los alimentos básicos se han encarecido, trastocando las cestas de la compra de los asturianos. En una recesión económica marcada por la incertidumbre, los asturianos se preparan para un invierno que, vaticinan, será el más duro desde hace mucho tiempo.
Una de las primeras consecuencias de la escalada de precios se ve a diario en el supermercado. «Piensas más detenidamente cómo hacer la compra», nos cuenta María José López. Ella es autónoma y está viendo, también, como en su empresa los ingresos están bajando: «Ante esta situación todos nos estamos apretando el cinturón y no se gasta tanto en cosas `no esenciales´, como puede ser la decoración. Estoy teniendo los mismos, o más gastos, y menos ingresos… tengo que mirar por todo».
También es el caso de Bernardo Fernández, jubilado, que tiene que estirar su pensión haciendo malabares. «Tienes que hacer magia, para, por lo menos, poder cubrir los gastos básicos», dice esté vecino de Castrillón que todavía no sabe cómo consigue llegar a todo: «Las cosas más básicas de la lista de la compra están poniéndose a precio de oro, te ves en la obligación de recortar por todos lados porque tienes que vivir… ¿Que luego llegues o no llegues a final de mes? Eso ya es otra historia. Nos están acribillando».
Muchas familias se enfrentan a diario al encarecimiento de la luz y alimentos básicos como la leche, huevos, fruta y legumbres. Precisamente de esto se queja Mercedes Sánchez, profesora de educación infantil y madre de tres niños, que señala la subida, sin control, de los precios en la alimentación. «Antes iba solo a un solo supermercado y ahora me recorro todos los de la zona. Si tengo que andar más para encontrar el mismo producto más barato, lo hago». Para esta madre, explicaba, hacer una lista de la compra es una verdadera odisea. «¿Sabes lo que es ir a comprar, querer y no poder? Tienes que mirar precios, ofertas, con muchísimo tacto y muchísimo cuidado para no pasarte del presupuesto, porque si hoy me paso, mañana no llego», cuenta Sánchez.
Uno de los alimentos más esenciales en las cesta de la compra de los asturianos es el pollo. La FAO, que es la Organización de las Naciones, avisó en verano de una posible subida del precio de esta carne y en algunos supermercados roza los 6 euros el kilo. Marta Gallego explica que los altos precios han obligado a decantarse «por otras opciones más baratas, como el cerdo». Aunque recomiendan el consumo de pescado dos veces por semana, en su casa lo han reducido a uno, incluso cada 15 días. Uno de los trucos que hace para ahorrar Gallego es recorrer los supermercados en busca de las mejores ofertas. «Algunos han subido demasiado y no merece la pena comprar en ellos», cuenta Gallego que su preferido es el Alimerka.
Junto a los alimentos, la energía es otra causa clave de que la vida sea ahora más cara. «Básicamente, lo que toda esta subida ha provocado es el cambio de rutina para poner los electrodomésticos. Me paso la vida buscando las horas más baratas», cuenta Covadonga Salvador, que hasta ahora nunca había consultado el precio de la electricidad por franjas horarias. «La factura del gas y de la electricidad nos viene y nos viene; no es algo que podamos elegir, y si para familias con trabajos estables, la economía se está resintiendo, imaginemos a las familias que ya iban justas antes de todo esto», reflexiona Salvador, que ve con temor la llegada del frío y el consumo de la calefacción: «Esperemos que no venga un invierno muy frío porque no sé cómo lo vamos a poder gestionar. Cuando llegan los recibos ya me pongo a temblar porque no sabes qué sorpresa te vas a encontrar. Solo de pensar lo que pueden subir este invierno…».
Iván López tiene que coger el coche a diario para desplazarse a Gijón, donde prepara las oposiciones. López explica que «aunque el precio de la gasolina no es tan alto como hace unos meses, sigue estando por las nubes y cada litro que se echa en el vehículo se nota». López argumenta que «con los precios que está la vida, se hace muy difícil llegar a final de mes hasta con un sueldo. La luz, la comida, la gasolina…Y todavía no encendimos la calefacción. Se acerca un invierno muy duro», predice López.
En cuanto a las medidas de ahorro, López asegura que mirar con atención las ofertas en los supermercados. «Tacita a tacita, consigues ahorrar bastante dinero». Además, trucos ya conocidos para una amplia mayoría de los españoles, como preparar varias lavadoras para poner el fin de semana o vigilar los tramos más baratos de la electricidad para ahorrar. Sin embargo, las facturas siguen siendo muy grandes. «Al precio que está la vida y con los sueldos que hay, los jóvenes nunca podremos independizarnos».
En estos momentos ni tener un sueldo es garantía de llegar bien a final de mes. En el caso de Gerardo Fraga, de 23 años y residente en Avilés, puede afrontar los gastos porque comparte con su pareja. «Entre los precios de los alimentos, la gasolina y la luz, se te va el sueldo», lamenta Fraga, que asegura que si puede pagar su alquiler es porque los gastos van a medias ya que comparte con su novia, que también trabaja y son dos sueldos en casa. De no ser así, ni teniendo empleo fijo podría mantenerse por su cuenta. En los últimos meses, cuenta, «la cesta de la compra se ha encarecido tanto que ahora pagas 50 euros y no compraste nada. Hace años llenabas el carrito, ahora es que gastas 50 euros y llevaste cuatro cosas», lamenta Fraga. Él donde más ha acusado la subida es el precio del aceite, «que lo utilizo para todo». Señala que todo ha subido demasiado «fácilmente dejamos en casa 150 euros de comida cada mes, señala Fraga que «no queda otra si no te quieres alimentar solo a base de arroz y pasta, que también ha subido». Fraga explica que han suprimido parte del ocio para poder ahorrar ya que, en su opinión, «no tiene pinta que la situación vaya a mejorar en los próximos meses».