Estos son los «quid» que pueden evitar una nueva ola de coronavirus en otoño

El verano de 2022 que ahora está a punto de terminar ha sido para la población un verano de casi normalidad más allá de tener que utilizar la mascarilla obligatoriamente en espacios puntuales (transporte público, centros sanitarios o farmacias) y de que, ciertamente, en algunos momentos la incidencia de la enfermedad ha aumentado considerablemente. El caso es que, aunque actualmente, Asturias tiene el semáforo epidemiológico en verde al estar en nivel cero de riesgo, tanto desde la administración regional como algunos expertos apuntan que la pandemia, ni mucho menos, ha terminado, instando a que no se baje la guardia. El propio consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz, no descartaba hace unos días que se pudiera producir otra onda epidémica y apuntaba que «hay razones para pensar que puede llegar».

Expertos de la región, como Daniel López-Acuña, médico epidemiólogo y ex alto cargo directivo de la OMS, o Adonina Tardón, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, hablan de «probabilidad» de que tenga lugar una octava ola de la Covid-19 en Asturias, una probabilidad que, sin embargo, rechaza Pedro Arcos, profesor de epidemiología en la Universidad de Oviedo. En lo que coinciden es en que hay determinados «quid» o claves que pueden evitar un aumento de la incidencia el otoño que se avecina, que es el periodo en el que tanto Acuña como Tardón consideran que se puede producir una nueva ola aunque no se considere al virus Sars-CoV2 un virus estacional.

«En un brazo Covid y en el otro gripe»

Una de las medidas que los expertos defienden para contener al coronavirus los próximos meses de otoño/invierno es que se ponga a la vez a la población de riesgo la cuarta dosis contra la Covid-19 y la vacuna de la gripe. «Ojalá llegue la vacuna de la gripe a tiempo, porque lo ideal sería poner en un brazo el refuerzo contra la Covid y en el otro la de la gripe en un solo acto», manifiesta Adonina Tardón, que añade que «este otoño/invierno hay que evitar una onda epidémica que no podamos controlar».

Daniel López-Acuña, por su parte, que responde con un «sí, definitivamente» al planteamiento de inyectar las vacunas de la Covid y la gripe en la misma cita, y es que tiene claro que habrá que aplicar refuerzos de la vacuna contra la COVID a partir de la próxima semana con las nuevas formulaciones de vacunas bivalentes de Pfizer y Moderna para «amplificar el espectro de protección contra las variantes de ómicron». Como en anteriores ocasiones, reitera la importancia de acometer en primer lugar «la vacunación de mayores de 60 años , de personas que viven en residencias geriátricas, de personas inmunodeprimidas y de profesionales sanitarios y sociosanitarios», y deja

Para dar «consideración mas adelante a la posibilidad de vacunar a toda la población con una dosis de refuerzo» teniendo en cuenta que «en USA ya se ha señalado con toda claridad que habrá que vacunar anualmente contra la Covid».

El médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, Pedro Arcos, en cambio, limita la revacunación contra la Covid «a los grupos de riesgo o población vulnerable, a los mismos a los que se cita para poner la vacuna de la gripe», pero descarta «estrategias de vacunación masiva» o vacunar una vez al año.

Memoria inmunológica

El epidemiólogo, que no ve probable que se produzca una nueva onda epidémica, salvo que surja una nueva variante, pone de relieve el elevado nivel de contacto que ha tenido la población con el virus: «casi todo el mundo está vacunado, se ha puesto las dosis de refuerzo y, además, una parte importante se ha infectado y reinfectado. Hemos tenido mucho contacto con el virus y se ha generado mucha memoria inmunológica», defiende Pedro Arcos.

De todos modos, el mismo considera necesario que se vaya disponiendo de vacunas adaptadas a las variantes que están circulando de cara a proteger a los grupos de población vulnerables, a los que considera que se deben vacunar en la misma cita contra la Covid y contra la gripe.

Adonina Tardón también destaca que se tenga un grado de inmunidad alto y que se haya logrado la inmunidad de grupo derivada de la inmunidad natural que se ha generado en las personas que han pasado la enfermedad, y por la inmunidad artificial que ha generado con la vacunación inicial y los posteriores refuerzos. Sin embargo, la especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública habla de «un 50% de probabilidad» de que se produzca una nueva onda epidémica por las variantes del virus que van surgiendo y porque «la población de 5 a 12 años recibió pocas vacunas».

Mantener lo aprendido

Es por ello que para tratar de evitar una octava ola o brotes epidémicos de otros virus, Tardón considera «muy importante mantener lo aprendido durante la pandemia», cuestiones como mantener la mascarilla en los centros sanitarios durante este otoño, en la medida de que contribuirá, también, a contener la gripe. «En tanto que los virus respiratorios han decidido no desaparecer, debemos seguir utilizando la mascarilla cuando tenemos catarro o tos, para no transmitir la enfermedad, sobre todo, a las personas vulnerables o que tienen una enfermedad crónica», señala la especialista en Medicina Preventiva, que añade que «la gente ya ha interiorizado la mascarilla como una medida de respeto».

Adonina Tardón también habla de mantener los medidores de CO2 en los espacios cerrados para controlar los aerosoles, «que son los que más contagios producen», así como la costumbre de hacer ventilación cruzada cada equis tiempo para renovar el aire de las estancias.

Sistema sanitario preparado

Daniel López-Acuña coincide con el consejero de Salud y señala que es «altamente probable» que en el otoño/ invierno se produzca un repunte en la incidencia de COVID 19. «Mucho dependerá de lo que hagamos y de la velocidad con la que actuemos para mitigar al máximo sus estragos», manifiesta el médico epidemiólogo y ex alto cargo directivo de la OMS, que añade que mientras el virus siga circulando, «hay riesgo de que surjan nuevas variantes mas contagiosas y con una proclividad a escapar de la eficacia de las vacunas». Además, tiene en cuenta que «la protección inmunitaria de los mas vulnerables ha descendido con el paso del tiempo» y que «hay 15 millones de personas en España que aun no reciben la tercera dosis y hemos bajado la guardia al descontinuar medidas de protección como el uso de la mascarilla en interiores».

Es por ello que Acuña estima que «el sistema sanitario debe estar bien preparado ante la eventualidad de una octava ola», además de estar listo para vacunar con celeridad a la población mayor de 60 años y a otros grupos especialmente vulnerables tanto contra la COVID 19 como contra la gripe estacional. «No debe perderse tiempo y hay que dar comienzo la próxima semana», indica el mismo antes de aseverar que «hay que hacer un esfuerzo extraordinario para aplicar terceras o cuartas dosis a la población de mayor riesgo y hacerlo de forma combinada con la vacuna contra la gripe estacional».

«Por la edad promedio de la población asturiana la octava ola puede ser importante en términos de incidencia, presión asistencial y riesgo de mortalidad elevada», comenta Daniel López-Acuña, que plantea que el sistema sanitario «debe tener planes de contingencia para enfrentar escenarios de  presión asistencial considerable por Covid y gripe estacional  y para mitigar su efecto indirecto sobre la atención rezagada de otras patologías serias».