Esta es la Asturias que protagoniza «Alma», la última serie que engancha en Netflix
Asturias
Los nueve episodios recorren y descubren magníficos paisajes y lugares que se prestan al corte sobrenatural de la historia creada por el director asturiano Sergio G. Sánchez
25 Aug 2022. Actualizado a las 11:03 h.
Todas las localizaciones exteriores de Alma, la última serie española estrenada en Netflix, están rodadas en Asturias, la tierra de su creador, Sergio G. Sánchez (Oviedo, 1973), director de El secreto de Marrowbone y guionista de Lo imposible y El Orfanato. En Alma, su debut en una serie, presenta un thriller sobrenatural protagonizado por jóvenes actores como Mireia Oriol, Milena Smit, Pol Monen o Alex Villazán que ya es la segunda serie más vista en España de la plataforma después de que sus nueve episodios se estrenaran el pasado viernes, 19 de agosto.
Una historia, de corte fantástico y referencias a la mitología celta, que está enganchando también por el recorrido que esta primera temporada -porque el final da juego para que Alma siga- hace por magníficos y misteriosos paisajes asturianos. Desde la endemoniada carretera del puertu de la Cubiella en la que empieza todo, tras el viaje de fin de curso que el grupo protagonista ha pasado en el refugio de Brañagallones (Redes), hasta las vistas de Luarca, la villa marinera en la viven los protagonistas, o los flashback de tiempos pasados en el parque natural de Somiedo, con una de sus escenas al pie del lago Cerveriz.
«El paisaje de Asturias tiene algo de cuento de hadas, muy místico y muy puro», decía el director asturiano recientemente en declaraciones a Efe, con motivo de la presentación de la serie, y efectivamente ha sabido sacarle el mayor provecho a una Asturias que, a la vista está, también es un paraíso para el rodaje de historias misteriosas y fantásticas.
Alma también recorre escenarios de montaña como El Angliru, donde se sitúa el accidente del primer capítulo; bosques como La Cebera, una maravilla medio oculta en Lugones (Siero); playas y acantilados como el arenal de Porcía, donde se ubica la imaginaria isla de Deva, o lugares subterráneos que muchos descubrirán gracias a esta serie como la cuevona de Ardines o los antiguos depósitos de agua de Roces, en Gijón, perfectos como escenario de un viejo y tenebroso castillo. También son escenarios clave para la historia los magníficos palacios y casonas asturianas en los que viven algunos de los protagonistas de la historia. Estas son algunas de esas localizaciones en escena: