El túmulo megalítico de Belmonte desvela los secretos del nacimiento de la ganadería en la Edad del Bronce
Asturias
Margarita Fernández Mier es la directora del grupo de investigación arqueológica LLABOR de Universidad de Oviedo que recientemente han hallado una construcción prehistórica con una tipología diferente a las hasta ahora encontrada y situada en una posición estratégica para el control de pastos
21 Aug 2022. Actualizado a las 05:00 h.
El grupo de investigación arqueológica LLABOR de la Universidad de Oviedo ha descubierto recientemente un túmulo megalítico en el concejo de Belmonte de Miranda. El túmulo del Cuerno, que cuenta con una tipología hasta ahora desconocida en Asturias y en noroeste peninsular, está localizado a 1100 metros de altitud, en una posición estratégica para el control de los pastos y las vías de tránsito de ganado. La catedrática Margarita Fernandez Mier ha sido la encargada de dirigir los trabajos arqueológicos en el yacimiento del Cuernu, donde han encontrado mucho más de lo esperado cuando comenzaron con las excavaciones. El descubrimiento abre nuevas líneas de investigación sobre el uso de los pastos de montaña a lo largo de la historia y las prácticas ganaderas durante la prehistoria. Este hallazgo completa los 13 años de trabajo del grupo LLABOR que, intentando documentar la alta Edad Media, han encontrado construcciones de Calcolítico y la Edad de Bronce, periodos hasta el momento indocumentados en la región. La Voz de Asturias habla con Fernández Mier sobre el túmulo megalítico encontrado, su tipología diferente a las documentadas hasta el momento, su funcionalidad y lo que desvela sobre los habitantes de la zona hace miles de años.
-¿Qué importancia tiene el descubrimiento de este túmulo?
-Hasta el momento es un túmulo megalítico diferente a los encontrados en Asturias, Galicia y Cantabria. Está construido bajo la profundidad y es difícil de ver desde la superficie, tipológicamente no se parece a los hasta ahora encontrados, que son construcciones sobre la superficie. Este hallazgo abre interesantes vías de investigación sobre el uso de las áreas de pasto durante este período y permiten profundizar en las prácticas ganaderas desarrolladas en las sociedades de la Prehistoria reciente.
-¿Es un túmulo megalítico único en el noreste de España?
-No me atrevería a decir único porque, posiblemente, haya más enterrados por la zona. Pero por el momento sí, no se ha encontrado ningún túmulo con esta tipología.
-¿Que nos dice de la comunidad ganadera asturiana de la época?
-Lo que nos muestra es la forma en la que aprovechaban los pastos ganaderos desde en épocas muy temprana. Desde el neolítico final hasta lo que podemos considerar la Edad de Bronce. Era algo que se intuía algo que intuíamos por la información sacada de otros descubrimientos de la cordillera cantábrica y Pirineos en el norte de España sobre el aprovechamiento de estos pastos, pero ahora tenemos las pruebas. Esto sería el inicio de los aprovechamientos de los espacios ganaderos.
-¿Cuál era la función del túmulo?
-No sabemos muy bien la función que tenía. Normalmente los túbulos son para enterramientos, tumbas funerarias. Tiene 3 cámaras funerarias, intuimos ese uso porque tenemos estructuras como las cámaras. Están ubicadas en una zona de control ganadero, de uso para pastos, pero también tiene unas vistas muy buenas de lo que llamamos vías de tránsito. Tiene una doble posición estratégica: frente a los pastos y las vías de tránsito por donde circulaban.
-¿De qué época data?
-Calcolítico y Edad de Bronce. Está muy relacionado con el yacimiento de L. linares que está a 500 metros, un poco más bajo de altitud, y ahí tenemos constancia de que está datado del Calcolítico y la Edad de Bronce. Calculamos que esté relacionado con el yacimiento de L. linares.
-¿Qué relación guarda este túmulo con el yacimiento de L.linares?
-El yacimiento de L. linares sería un yacimiento de uso doméstico porque aparecen fondos de cabañas, donde vivían. Esta que está en una diferencia de altitud superior, es un sitio emblemático donde están las personas enterradas y probablemente el propio túmulo servía como referente en el territorio como límite territorial de estas comunidades que habitaban por la época.
-¿Qué conclusiones sacan de este hallazgo?
-Ahora tenemos la certeza de que estos túmulos existían en el Calcolítico y Edad de Bronce. Sobre todo, al ser un túmulo distinto, abre la vía de intentar buscar más este tipo de yacimiento que habrá en otras zonas y no estén catalogados. Los túmulos más grandes que se conocen tienen una estructura más clara. En este caso habría que profundizar para catalogar este tipo de yacimientos más pequeños y que además no están construidos hacía la superficie como otros que se conocen, están excavados en la roca.
-¿Esperan encontrar algo más durante las semanas de excavación que quedan?
-Esperar siempre esperamos encontrar, otra cosa es que aparezcan. Los restos óseos no se conservan porque el terreno no permite que se conserven. Material hasta el momento no hemos encontrado nada. Es llamativo que en este tipo de descubrimientos tan antiguos no aparezca ningún tipo de material pero eso no descarta que antes de que terminemos pueda aparecer.
-Esta intervención completa los trabajos que el grupo LLABOR, esperaban estos resultados al comienzo esto al comienzo de los trabajos?
-De todo lo que encontramos recientemente no teníamos ni idea de nada. Nuestra idea al principio era documentar la alta Edad Media, que la encontramos y documentada, y buscando sobre esa época apareció toda la prehistoria. En esta zona en Asturias no se conocía sobre esa época, en especial en la Edad de Bronce. Probablemente no hay ninguna región del norte de España que tenga documentada una secuencia histórica tan completa como la que tenemos en Asturias. Ni en túmulos, ni en yacimientos ni en elementos de la alta edad media. Estos 13 años han sido muy fructíferos.