Se hacen pasar por Unicaja para robar 2.000 euros de la cuenta de una niña de 7 años

Las estafas bancarias están a la orden del día y hay que tener especial cuidado con los mensajes y llamadas que se reciben porque pueden ser la forma en la que se ejecute un robo bancario. Es lo que le pasó a Marta Areces, una asturiana que reside en Avilés, que denuncia que el pasado 7 de agosto recibió una serie de mensajes por parte de Unicaja y que, tras recibir llamadas y más mensajes, le han hackeado la cuenta bancaria que su hija de 7 años tenía en dicho banco. En total, denuncia Areces, le han robado 2.000 euros de la cuenta de su hija. Lamenta la falta de seguridad de las entidades bancarias y quiere dar a conocer su caso para que otras personas no caigan en las mismas trampas. 

Areces expone que aquel día había recibido varios mensajes por parte de la entidad bancaria, «como muchas otras veces y con el mismo formato». Tras recibir uno de Unicaja que decía que se había iniciado sesión en otro dispositivo, entró en el enlace que adjuntaba el mensaje. Nada más acceder, le enviaron un mensaje, supuestamente desde Unicaja, con una clave para realizar la operación, una transferencia de 2.000 euros, a una cuenta de CaixaBank.

Areces muestra capturas de pantalla de la llamada realizada desde el teléfono 952 076 264, correspondiente a Atención al Cliente de Unicaja, y le dijeron que le habían hackeado la cuenta y que debía decirles el código que le iban a enviar por SMS. Esta situación le pareció extraña, se negó y colgó. Tras colgar, llamó a la atención al cliente de la entidad bancaria. «Llamé durante casi dos horas sin éxito, algunas veces me mantenían en espera durante 15 minutos, y eso que se trataba de un teléfono urgente para este tipo de casos», crítica Areces, que considera que podría haber evitado la estafa de haberle sido atendida a tiempo. 

Fue entonces cuando, explica Areces, después de desistir y cortar la línea, le devolvieron la llamada desde el mismo teléfono de antes. «Me dijeron que me estaban devolviendo la llamada y que no la cogía, que se estaba realizando una transferencia desde la cuenta que se debía anular, y me piden un código que me llega por SMS. Me someten a tal presión que la doy, porque me dicen que si no se resolvía ellos no se hacían responsables de ningún movimiento y que a las 17.00 horas se cerraba la operativa, que perdería los 2.000 euros. Acto seguido, se hace una transferencia desde mi cuenta de 2.000 euros», lamenta Areces. 

«Por fin, joder», se escuchó desde la otra parte de la línea antes de que le colgaran el teléfono, según recoge la denuncia puesta por Areces en la Policía Nacional. El beneficiario de la transferencia fue una cuenta con el nombre de Carmelita Pacart. Areces llamó a Atención al Cliente inmediatamente para anular todos sus productos «pero vuelven a tardar una hora en contestarme». Tras tirar la toalla por la vía telefónica, bloqueó todas las cuentas y acudió al día siguiente a la oficina. Allí le comunicaron que debía interponer una denuncia en la comisaría. 

Areces pide el reembolso de los 2.000 euros robados y una mayor protección para los clientes, que «Unicaja aumente su seguridad». «Es increíble que puedan robarnos el dinero con esta facilidad», lamenta. «Las llamadas y los mensajes procedían de Unicaja», y adjunta en la denuncia pantallazos de los mensajes y llamadas recibidas y el justificante de la transferencia. Todo apunta a una red de estafas que se hace pasar por la compañía bancaria. Areces ahora espera poder recuperar el dinero estafado. «Estamos todos tristísimos porque nos han robado en nuestra cara, hay gente que ha perdido muchísimo dinero y Unicaja no mueve un dedo», clama Areces.