Los efectos de la huelga del transporte: frenazo en la industria asturiana
Asturias
La producción industrial se desaceleró por los paros, según certifican los datos de Sadei
03 May 2022. Actualizado a las 17:18 h.
La industria asturiana aumentó su producción en marzo un 2,6 por ciento en tasa interanual, lo que supone una significativa desaceleración respecto a meses anteriores que estuvo provocada por la huelga en el transporte de mercancías por carretera, según refleja el índice elaborado por la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos e Industriales (Sadei).
La producción de la industria asturiana, que el año pasado creció un 14,8 por ciento, había aumentado un 17,3 por ciento en enero y un 9,6 por ciento en febrero.
Tras el frenazo de marzo a causa de los paros en el transporteque se prolongaron durante veinte días, la industria asturiana mantiene un incremento de la producción del 9,6 por ciento en el acumulado del primer trimestre.
En su análisis coyuntural, Sadei afirma que «el factor detonante de esta ralentización de la tendencia expansiva de la industria este mes es evidente: la huelga del transporte», ya que los paros repercutieron «en mayor o menor medida en todas las actividades, desde la siderurgia hasta las alimentarias, impidiendo tanto la entrada de materias primas como la salida y distribución de productos terminados, llegando incluso a la reducción o parada de algunas líneas de producción».
Este factor se unió a otras circunstancias que estaban «tensionando» la coyuntura industrial, como los costes energéticos o los fuertes incrementos en los precios de las materias primas.
Sin embargo, desde Sadei se incide en los aspectos positivos que han empujado al sector en los últimos meses, como la pujanza del naval, de las renovables o del ferrocarril, a lo que hay que sumar el inicio de inversiones en otras ramas de actividad «aportan una nota de optimismo dentro de una situación de incertidumbre».
Por ramas de actividad y en tasa interanual, en marzo subió la producción de la Industria transformadora de los metales, un 16,3 por ciento; Energía eléctrica, gas y agua, un 15,1 por ciento; Industria química, un 11,8 por ciento; Otras industrias manufactureras, un 2,6 por ciento, y Fabricación de productos metálicos, un 1,8 por ciento.
En cambio, retrocedió la de Otros productos minerales no metálicos, un 20,9 por ciento; Metalurgia, un 13,5 por ciento; Industrias extractivas, un 8,5 por ciento, y Alimentación, bebidas y tabaco, un 4,4 por ciento.