La Voz de Asturias

Adrián Barbón: «Siento tristeza por lo que han vivido los votantes del PP, la derecha en Asturias es sinónimo de inestabilidad»

Asturias

Ángel Falcón /  Luis Ordóñez
El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón

«Vox y el PP presentarán finalmente una moción de censura, lo doy por hecho» «A la izquierda del PSOE tiene que haber una reorganización y un fortalecimiento porque están muy débiles»

20 Feb 2022. Actualizado a las 05:00 h.

La maquinaria electoral comienza a calentar motores. Barbón recuerda cómo otras crisis del PP ya provocaron una gran inestabilidad en Asturias y da por hecho de que PP y Vox lanzarán una moción de censura.  

-¿Cómo valora la crisis del PP nacional? En Asturias tenemos ya experiencia de rupturas.

-Siento tristeza por lo que han vivido los votantes y militantes del PP de buena fe. No me corresponde a mí opinar sobre cuestiones internas del PP pero sí en lo que se refiere a la estabilidad de Asturias. La derecha en Asturias tuvo dos oportunidades de gobierno y las dos acabaron en tragedia. Una, con el acoso y expulsión en 1998 del presidente Sergio Marqués, ya fallecido, al que maltrató su propio partido. Y la segunda fue en 2011-2012 cuando, pese a tener una amplia mayoría absoluta los dos partidos de derechas, Foro Asturias con Cascos al frente y el PP, fueron incapaces de acordar nada y nos llevaron a nuevas elecciones. La derecha en Asturias es sinónimo de inestabilidad. En esta etapa postpandemia necesitamos gobiernos y partidos que sean estables, serios y den soluciones como hace el Gobierno de Asturias.

-¿Cómo valora las declaraciones de hoy de Teresa Mallada sobre la crisis?

-No me corresponde valorarlas. Si como presidenta interina del PP es su opinión, nada que decir.

--La maquinaria electoral ya está calentando motores. Estamos a 15 meses de las elecciones. Cuáles son las líneas ideológicas que va a defender para el socialismo asturiano en los próximos años en el Congreso de la FSA?

--Somos el partido de la estabilidad. De la seriedad y de la esperanza de Asturias. Nos definimos como el partido de Asturias. Y vamos a profundizar lo que algunos llaman el asturianismo, que no es ni más ni menos que reivindicar con orgullo la identidad asturiana, que no confronta con el proyecto de España, que se complementa. No entiendo los complejos de algunos partidos, como pasa con la ultraderecha. Tenemos que ser el partido que mejor represente el medio rural asturiano. Uno de los grandes retos pasa por la despoblación y sobre todo de las alas.

-¿Teme el auge de la extrema derecha visto lo que pasó en Castilla y León?

-Por supuesto. Y por la gran debilidad del PP. O gobierna el PSOE o gobierna Vox, dije allí en los actos electorales. Vox le marca la pauta permanentemente al PP, hasta la moción de censura.

-¿Cree que se presentará la moción de censura?

-Lo doy por hecho. El que tiene que responder es el PP, pero dé por hecho de que al Partido Popular no le queda más remedio, y lo va a hacer, que presentar una moción de censura. Quizá no tan pronto como espera Vox, tardará un poco más. Lo hará por electoralismo y por su liderazgo debilitado. Salvo algunos presidentes que destacan y tienen fortaleza, están muy debilitados. Y vista la situación del PP….

-¿Es posible un modelo Ayuso en la derecha asturiana? El modelo trumpista está teniendo mucho éxito entre los conservadores.

-Me encantaría saber qué modelo es el de la señora Mallada. ¿El modelo Casado, García Egea, Ayuso o Almeida? Me preocupa que el centro derecha acabe radicalizando sus posiciones por Vox.

-Hay simpatizantes de Vox a los que les molesta que se diga que es un partido de ultraderecha.

-Es ultraderecha. Es una organización política que vota en contra de que se suba las pensiones, en contra de la subida del salario mínimo, que vota en contra de la reforma laboral que dignifica las condiciones de los trabajadores, que vota en contra de los derechos de las mujeres o del colectivo LGTBI. Por eso me preocupa la situación del PP y de los miles de militantes del PP que tienen que estar escandalizados. Tienen que estar desamparados, no tienen por qué ser rehenes de las posiciones de la ultraderecha.

-Desde la izquierda aparece el liderazgo creciente de Yolanda Díaz a través de una plataforma de confluencia de fuerzas. ¿Cómo lo ve desde Asturias? ¿Cree que el cambio en la dirección de Podemos, con Sofía Castañón, puede facilitar la relación entre PSOE y Podemos, que siempre fueron más distantes en Asturias que en otros territorios?

-Hay que ver el papel en el futuro de Yolanda Díaz. Nadie niega su papel en el Consejo de Ministros. Ha entendido muy bien un error de la izquierda cuando gobierna en coalición, que se acaba enfrentando entre sí. No debe ser una crispación de gobierno sino que tiene que funcionar como un todo. Esa plataforma la sigo con escepticismo, porque no sé en qué va a parar. A la izquierda del PSOE tiene que haber una reorganización y un fortalecimiento, porque están muy débiles. En Asturias ya he tenido una reunión con Sofía Castañón y le ofrecí la mano tendida al diálogo como hacemos con otros partidos, salvo el cordón sanitario a Vox.

-La geometría variable ha marcado mucho la legislatura con la aprobación de tres presupuestos. Pero la geometría variable funciona cuando está muy engrasada. ¿Hubo resquemores de la izquierda tras el acuerdo con Ciudadanos?

--Es clave para afrontar esta pandemia, que es una situación inédita. Necesitamos estabilidad política y se ha conseguido. Hemos aprobado tres presupuestos y dos concertaciones, acuerdos de financiación autonómica, acuerdos de todo tipo con ayuntamientos.

-¿Qué nota le pondría a Pedro Sánchez?

-No me pongo nota ni a mí mismo ni a él. Que lo hagan los ciudadanos.

-¿Cuál es el proyecto que más le ha gustado del Gobierno central? ¿La subida del salario mínimo?

-Es una cuestión muy de justicia.

-Hubo voces críticas.

-Sí, hay que escuchar que supone perder empleo. Es al revés. Aumenta el consumo y dinamiza la economía. También pensando en los abuelos, me parece muy justa la subida de las pensiones. Cuando los abuelos han ayudado mucho a las familias. Y en derechos sociales la Ley de Eutanasia.

-Se ha reunido con la ministra de Política Territorial. ¿Qué sedes de organismos podría acoger Asturias?

-Estamos abiertos a recibir todo lo que se pueda. Es una idea que une más al resto del país y nos hace sentirnos parte. Reafirma el estado autonómico.

-Vox no cree en el estado autonómico.

-Frente a las reconversiones y las dificultades, tenemos una sanidad, hospitales comarcales y red de consultorios periféricos gracias al Estatuto de autonomía. Tenemos escuelas de cuatro alumnos gracias al estatuto de autonomía, Tenemos un salario social básico desde 2006 en un acuerdo con IU gracias al Estatuto. Y la atención de mayores con el ERA gracias al estatuto. Al gobierno lo que le digo es que hay que profundizar en la descentralización. Lo que no significa es que haya órganos federales que nos coordinen. Lo curioso de Vox es que no creen en el sistema autonómico y pide la vicepresidencia de Castilla y León.

-En las elecciones de Castilla y León hubo un peso importante de la España vaciada. Hay una Asturias vaciada también, y en el Suroccidente se han sucedido las protestas por déficits en infraestructuras.

-Entiendo la movilización pero entre nuestras prioridades está el Suroccidente.

-¿Cree que se movilizará una plataforma electoral en el Suroccidente?

-Sí, la de la Federación Socialista Asturiana. Reconocimos que en el conjunto de Asturias, durante años, como consecuencia de la crisis económica disminuyó mucho los recursos para mantenimiento de carreteras. Mientras en el resto de comunidades se cerraban hospitales, aquí hubo un presidente, Javier Fernández, que abrió dos hospitales y centros de salud y mantuvo escuelas rurales. Y había que recortar otras partidas para cuadrar las cuentas. Ahora hay que recuperar el tiempo perdido. Tenemos inversiones importantes entre obras de emergencia e inversión pura y dura que se están planificando. Y en el caso estatal es inaceptable y el Gobierno de España se tiene que poner las pilas y se lo hemos dicho a la ministra.


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