El turismo rural asturiano afronta el fin de año casi lleno y con optimismo

El cierre durante un mes del ocio nocturno y las restricciones de horarios en la hostelería que se van a vivir en Asturias han derivado, en la práctica, en una prohibición de facto de los cotillones y celebraciones tradicionales de fin de año. En el segmento regional de los alojamientos rurales estas decisiones no han tenido, sobre el papel, un efecto significativo. Esto no quiere decir que las previsiones de cara al 31 de diciembre sean malas. Al contrario. Los profesionales del sector en el Principado cifran la ocupación en torno al 80% de los alojamientos que permanecerán operativos (muchos cierran por estas fechas), si bien lanzan el mensaje de que «todavía hay huecos para cubrir».

Jaime García, presidente de la Asociación de Alojamientos Rurales de Asturias (ARCA), explica que «a lo mejor hubo puntualmente alguna petición de chavales que tenían reservada una cena», pero «al ser Nochevieja y Año Nuevo unas fechas familiares ya se decide con antelación». Explica que «ese porcentaje de familias previsoras desde agosto ya te hacen las reservas».

El presidente de ARCA destaca que en la región «alguna cancelación hubo, e incluso algún caso de gente que están cambiando de un lugar a otro, pero no fue mucho movimiento». En definitiva, «no hubo ese boom de última hora». Al contrario de lo que podría pensarse, cree que las restricciones a la hostelería podrían haber tenido un efecto residual en el sector, pero negativo. Y es que muchos clientes que optan por este tipo de estancias para disfrutar de las últimas horas del año «muchas veces paran en el bar del pueblo a tomar la última», algo que esta Nochevieja está fuera de la discusión.     

También resalta el hecho de que «en esta fecha muchos alojamientos cierran», por lo que «así tienen más ocupación los que disponen de infraestructura para juntar familias de dos o tres burbujas». En este sentido calcula que, a día de hoy, «la ocupación es del 80% de lo que está abierto» y «todavía hay huecos para cubrir».

Adriano Berdasco, presidente de la Federación Asturiana de Turismo Rural, comenta que a día de hoy las «reservas están muy bien», siempre con «alguna cancelación, pero sigue habiendo demanda». Coincide con Jaime García en el escepticismo relativo a que las restricciones al segmento hostelero vayan a tener una influencia determinante en este apartado del sector turístico, ya que «al que le gusta el cotillón le gusta» y el público que en estas fechas apuesta por los establecimientos de este tipo es más familiar y previsor.

En este momento, las cancelaciones que se están desarrollando son «por motivos de seguridad». No se atreve a hacer una estimación de ocupación de cara a fin de año, ya que «eso siempre se debe hacer a toro pasado», más si cabe en un periodo de incertidumbre como el actual. Y es que, como bien explica, los clientes «te pueden cancelar mañana mismo» y dar al traste con las expectativas. Considera, en esta línea, que «el problema es la inseguridad de la gente, que no sabe a qué a atenerse».