La empresa asturiana de cuidado de mascotas que desafía a la crisis

Pese a que los dos últimos años han sido un auténtico tour de force para la creación de empresas en España y Asturias, la siguiente es la historia de un proyecto surgido prácticamente en los albores de la pandemia y que, pese a todo, ha logrado prosperar y salir fuera de las fronteras regionales gracias a contar con el elemento más importante y difícil en estos casos: una buena idea.

Limpiadog es una empresa de autolavado y peluquería de mascotas con dos centros propios en Oviedo. Este año la firma ha montado once franquicias a nivel nacional y regional en Gijón, Avilés, Bilbao, Irún, Las Palmas de Gran Canaria, cuatro en la comunidad de Madrid y dos en la comunidad Valenciana.

Hugo García es el responsable de esta empresa. El proyecto «surge en Oviedo hace dos años y medio, con un establecimiento en la Avenida de Torrelavega». Explica que a día de hoy «todo el mundo tiene mascotas y la verdad es que limpiar al perro en casa es un jaleo», por lo que buscó crear «un sistema que fuera lo más cómodo posible para el usuario». No en vano, se estima que en nuestro país hay 16.000.000 de mascotas y con un crecimiento constante, incluso en época de crisis como la actual.

Comenta que la puesta en marcha «fue un éxito y a los dos meses abrimos otro local en La Corredoria». «Ahora tenemos once franquicias, más las dos de Oviedo», asevera. A la expansión nacional de la firma pronto podría sumarse el salto fuera de España. «Nos han llamado de Portugal y tenemos en proyecto Palma de Mallorca para enero».

Pese a que, como reconoce, a esta buena marcha le sorprendió «el coronavirus» entre medias, admite que «este año estamos funcionando muy bien». Cree que «la clave de nuestro éxito es que cada vez más gente tiene mascota» y, asimismo, añade la «baja inversión que supone montar un negocio de este tipo».

Desde la empresa se destacan otros factores como un retorno de la inversión en un periodo de entre 10 y 20 meses, disponer de marca propia de alimentación, ofrecer asesoramiento constante a los franquiciados y acceso a su red de proveedores. También ofrecen formación especializada, en caso de necesitarla, posibilidad de financiación y exclusividad de zona.

En Limpiadogs cuentan con «dos modelos» de franquiciado. Uno de «autolavado simple, que funciona mediante monedas o tarjeta de crédito y que cuenta con maquinaria, jabones y secadores especiales». El segundo son locales de «autolavado y peluquería». «La mayoría de las franquicias funcionan bajo esta fórmula», explica el responsable de esta empresa. «Nosotros formamos en peluquería canina a los franquiciados y luego hacemos el montaje llave en mano», comenta.