Unicaja plantea 94 despidos y el cierre de 29 oficinas en Asturias

Unicaja Banco y los sindicatos comenzaron este miércoles el periodo formal de negociación del Expediente de Regulación de Empelo (ERE) de la entidad, un proceso que espera tener cerrado el 2 de diciembre. El banco ha entregado a los representantes de los trabajadores una documentación que justificaría el despido de un total de 1.513 empleados, 1.005 de la red de oficinas y 508 de servicios centrales, y el cierre de 395 oficinas. Fuentes sindicales destacan que la oferta inicial puesta sobre la mesa por la entidad plantea el cierre de 29 oficinas y 94 despidos en total en Asturias. Unicaja y Liberbank cerraron su fusión el pasado 31 de julio.

Banco y representantes de los empleados partes tienen un periodo de 30 días para llegar a un acuerdo. Se han fijado reuniones oficiales de negociación los días 10, 16, 17, 23, 24 de noviembre y el 1 y 2 de diciembre. En su primera toma de contacto informal con las centrales sindicales, celebrada el pasado mes de octubre, la entidad ofreció prejubilaciones para los trabajadores de entre 57 y 63 años con hasta el 52% del salario que se adhieran al proceso de ajuste, del que habría excluido a los empleados de entre 50 y 56 años.

En ese primer encuentro, que todavía formaba parte del periodo informal de negociación, el banco expuso a los sindicatos su propuesta sobre la movilidad. Por un lado, ampliar el radio de movilidad sin compensación desde los 25 hasta los 90 kilómetros, mientras que la indemnización sería de 3.000 euros para movilidad de entre 91 y 151 kilómetros y de 6.000 euros si la movilidad es de entre 152 y 300 kilómetros. En los casos en los que la movilidad superase los 300 kilómetros, el banco se ofrecía a proporcionar una ayuda a la vivienda de 700 euros mensuales durante un año.

En caso de rechazo de la movilidad, la entidad indemnizaría con 20 días por año trabajado, que es el mínimo legal. 

«Este no es un ERE que haga falta»

Marco Antuña, delegado de CSI en Liberbank, resalta que la primera de estas reuniones celebrada este miércoles, coincide con la presentación de las cifras de la entidad, que muestran «unos beneficios positivos y previsiones de locura», lo que les conduce a pensar que «este no es un ERE que haga falta». En efecto, la firma registró hasta septiembre un beneficio neto de 1.395 millones de euros, 12 veces más que en el mismo periodo de 2020, gracias al impacto positivo derivado de la fusión con Liberbank, según comunicó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Antuña cree que «no hay que pensar solamente en los trabajadores», sino también en que «cerrar más oficinas» del grupo en la región, además de las ya suprimidas, supondrá «ahondar en la marginación de gente y pueblos». Comenta que la explicación de Unicaja Banco para justificar el ERE es «para que no haya duplicidad», si bien estos representantes de los trabajadores creen que «es para subcontratar» y abaratar salarios.

Acusa a la entidad de «generar un clima para dividir y amedrentar». En este sentido considera que lo fundamental es que, de cara a la negociación, la gente que tenga que abandonar la entidad lo haga «voluntariamente». El delegado de CSI en Cajastur reconoce que la situación de «la gente más joven es la que más preocupa».

Sin entrar a valorar las cifras globales, Alicia Domínguez, secretaria de comunicación de la federación andaluza de servicios de CCOO y portavoz del sindicato en el proceso, resalta que desde las centrales se «está estudiando» lo planteado por la entidad financiera, de cara a «realizar las matizaciones y preguntas» oportunas a Unicaja, ya que consideran que lo que pone sobre la mesa «no está definido» del todo.

«Por lo poco que hemos visto no estamos de acuerdo con la base metodológica y otras cuestiones», asevera, por lo que a lo largo de los próximos días consensuarán sus «contrapropuestas y observaciones». 

Susana Pérez, responsable del sector financiero de UGT en Asturias, resalta que el escenario «es una situación que se plantea de inicio y son cifras de máximos», por lo que entienden que se producirán «rebajas». El grueso de esas 29 oficinas en Asturias estarían «agenciadas» y no operarían todos los días.

Susana Pérez explica que en la región hay más de un centenar de empleados mayores de 56 años y 330 con más de 50 años de edad. Considera, en esta línea, que desde Unicaja se puede perfectamente «hacer poco traumático» el proceso.

«Ahora lo que queda es camino de la negociación. Si los excedentes se cubren con salidas y son voluntarias, bien. Si no es así y hay traslados se trataría que fuera lo mínimo posible», concluye.