Nociva, peligrosa y con malos salarios: las razones del rechazo a la mina de oro de Salave
Asturias
Una minera australiana ha presentado una oferta en la que asegura que invertirá 100 millones y creará más de 1.000 empleos. La plataforma Oro No rechaza el proyecto. Hay 1.500 millones de euros en juego
16 Apr 2022. Actualizado a las 18:50 h.
El interés por explotar el yacimiento de oro de Salave, en Tapia de Casariego, no cesa. Al estar en juego millones de euros si se llega a comercializar este preciado metal -se calcula que hay cerca de 30 toneladas-, las multinacionales apuestan todas sus cartas para hacerse con la extracción de dicho material. Sin embargo, hasta ahora, todos los proyectos presentados han sido denegados puesto que esta actividad presenta un gran impacto ambiental. No obstante, la minera australiana Black Dragon Gold a través de su filial Exploraciones Mineras del Cantábrico (EMC) no ha dado su brazo a torcer y ha presentado una oferta. La compañía asegura que invertirá 100 millones de euros y que creará más de 1.000 puestos de trabajo. Además, resalta que su propuesta contiene un riesgo cero para el entorno, ya que el oro se obtendría de forma submarina. Una oferta que desde la Plataforma Oro No rechazan «rotundamente y sin paliativos», a pesar de que generaría empleo y riqueza en el municipio.
En primer lugar, el colectivo lamenta sentirse «desamparado y desprotegido» ante un proyecto que «supondría un grave perjuicio a todos los niveles» para una comarca de «enorme riquezas naturales y económicas, siempre sostenibles y generadoras de arraigo de la población y distribuidoras de riqueza». «Justo lo que la sociedad demanda en estos tiempos y lo que los políticos proclaman sin cesar. Nos preguntamos por qué el occidente asturiano ha de ser una excepción en estos nuevos tiempos», señalan.
Una de las industrias más contaminantes, peligrosas y nocivas del mundo
Bajo esta premisa, alertan de que «se pretende abrir la puerta a una de las industrias más contaminantes, peligrosas y nocivas del mundo por mucho que los papeles, estudios y documentos presentados por la empresa sostengan lo contrario». «No hace falta ir muy lejos y en Asturias son perfectamente conocidos los numerosos incumplimientos, sanciones y desastres que acumula esta industria -vertidos, derrumbes, envenenamiento del suelo y acuíferos, accidentes, abandono de explotaciones, restauraciones a costa del contribuyente y más-», apostillan antes de añadir que «en el Principado, en el Paraíso Natural, no hay capacidad ni voluntad de control para estas empresas e industrias».
En este sentido, desde la plataforma ecologista manifiestan que «una vez obtenidos los permisos saben que tienen barra libre y actúan con total impunidad». «Las administraciones responsables mirarán para otro lado y los estándares medioambientales pasarán al último plano. Incluso el tan alabado emisario submarino verterá sin control todo lo que la empresa necesite para abaratar sus costes de operación y maximizar sus beneficios», afirman y resaltan que «el negocio funciona así le pese a quien le pese y los implicados lo conocen y lo permiten».
Inviabilidad laboral
Por tanto, desde el punto de vista medioambiental, la viabilidad de esta industria es «intrínsecamente imposible». Por su parte, desde el socioeconómico, el colectivo argumenta que se trata también de «otro desastre». «La coartada del empleo y la generación de riqueza es falsa. La riqueza se concentra en unas pocas manos, la de los propietarios e inversores de una empresa foránea, mientras se crean un puñado de trabajos mal pagados, durante poco tiempo y habitualmente subcontratas de otros países o regiones de España», es decir, el empleo que se oferta no sería de calidad.
De esta manera, los empresarios «en absoluto» compensan «la destrucción de la economía de la zona». Además, a juicio de la Plataforma Oro No ponen en riesgo el presente y futuro de toda una comarca que vive de la ganadería, pesca y un turismo que está explotando tras décadas de aislamiento. «Todos ellos son sectores sostenibles que cada día más se demuestran como la única vía posible de futuro y, por tanto, no necesitamos ningún proyecto de este tipo, sino más bien todo lo contrario, necesitamos que se mantenga la economía sostenible de la zona basada en un turismo de calidad al alza, pesca, ganadería y servicios», apostillan en el comunicado.
Por ello, la Plataforma Oro No asegura que seguirá oponiéndose a este tipo de proyectos siguiendo su propia línea de actuación basada en el rigor, la seriedad y la exigencia al respeto estricto de las normativas vigentes. Así, «acudiremos a todas las instancias administrativas y judiciales para demostrar que este proyecto no es legal ni conveniente». No obstante, advierten de que si las administraciones públicas autorizan la mina de oro de Salave serían los únicos «responsables del desastre».