Santa María del Puerto, en Somiedo, Pueblo Ejemplar de Asturias 2021
Asturias
El jurado destaca que la localidad «encarna el modelo de pueblo de montaña que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, incluso abandonando uno de los rasgos identitarios de la cultura de los vaqueiros de alzada, como es la trashumancia»
02 Sep 2021. Actualizado a las 17:45 h.
Santa María del Puerto (Somiedo) ha sido galardonado con el Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias 2021, según hizo público hoy en Oviedo el jurado encargado de su concesión.
El jurado ha concedido el galardón a El Puerto porque «encarna el modelo de pueblo de montaña que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, incluso abandonando uno de los rasgos identitarios de la cultura de los vaqueiros de alzada, como es la trashumancia. Esto ha favorecido la creación y mantenimiento de paisaje, una actividad ganadera importante y la permanencia de parejas jóvenes, asegurando de ese modo el relevo generacional de esta comunidad».
El pueblo de Santa María del Puerto, perteneciente al concejo de Somiedo, está situado en el límite con León, a 1.486 metros de altitud, lo que hace que las condiciones de vida de sus habitantes sean «muy duras, sobre todo en invierno», explican desde La Fundación Princesa. La historia de El Puerto como pueblo se remonta al siglo XIV, ligada a los vaqueiros de alzada y al desarrollo de la ganadería. En esa época los vaqueiros empezaron a practicar la trashumancia para criar ganado entre los pastos de El Puerto, que en su mayoría eran propiedad de los monasterios, y los pastos bajos, en Belmonte y Salas, principalmente. Tras el paso de las praderías a la nobleza y las grandes familias en el siglo XV, los vaqueiros de El Puerto iniciaron una lucha para hacerse con su propiedad, conocida como Revolución de los Cercados, por el cerramiento de parcelas que llevaron a cabo, visible aún en la actualidad, y que permitió su consolidación como pueblo. Utilizaron los pastos alejados como espacios comunales para el ganado regidos por una junta vecinal y los cercados para recoger hierba y realizar plantaciones.
A principios del siglo XX los vecinos pudieron comprar los pastos, que no podrán venderse a personas de fuera del pueblo. Actividades tradicionales de los vaqueiros como la arriería y la trajinería tuvieron gran importancia entre los habitantes de El Puerto hasta después de la Guerra Civil, si bien la ganadería es actualmente el principal medio de vida de los vecinos. La cabaña está formada por unas seiscientas cabezas de ganado de veinte ganaderías especializadas, la mayor parte, en la producción de carne de la raza asturiana de los valles. Más de una decena de estos ganaderos son menores de cuarenta años, lo que garantiza el futuro. Entre los vecinos conviven aquellos que siguen practicando la trashumancia y los que permanecen en el pueblo durante todo el invierno, unas quince familias.
La declaración de Somiedo como Parque Natural en 1988 supuso un impulso de las actividades relacionadas con el turismo. El Puerto se convirtió en punto de partida de varias rutas oficiales del Parque y en 1995 inauguró su primer hotel. En los últimos años, El Puerto ha experimentado un notable desarrollo con el arreglo continuado del pueblo, la rehabilitación de casas y la realización de sextaferias para la conservación de caminos, muros y demás elementos de uso común, como las praderías y los montes. En 2009 se rehabilitó la antigua escuela para crear el Centro Vecinal, un espacio para reuniones y actividades. En su exterior se creó un área recreativa con un parque infantil.
El Puerto acoge varias ferias y fiestas de gran tradición entre los vaqueiros, como la de San Pedro (29 de junio) y la de Nuestra Señora (8 de septiembre). En esta última, que ya se celebraba en el siglo XVIII, se congregaron unas veinticinco mil personas y tres mil cabezas de ganado en 2019. Coincidiendo con el final de la estancia de los vaqueiros en el pueblo y el comienzo de la trashumancia a los pueblos bajos, El Puerto acoge desde 2005 el Alcuentro Vaqueiro, en el que se intenta profundizar en sus costumbres. También se ha creado la Asociación de Vaqueiros del Puerto de Somiedo para seguir procurando la mejora de las condiciones de vida de sus vecinos.
El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias se ha constituido a lo largo de sus ediciones en una de las actividades de la Fundación de más amplia y mejor acogida dentro del Principado, al estar destinado a galardonar «al pueblo, aldea, núcleo de población, espacio paisajístico o grupo humano del Principado de Asturias que haya destacado de modo notable en la defensa y conservación de su entorno natural, ambiental, de su patrimonio histórico, cultural o artístico, en iniciativas de impulso económico y social o en la realización de obras comunales u otras manifestaciones de solidaridad sobresalientes».
Este galardón se convocó por primera vez en 1990, al cumplirse el décimo aniversario de la Fundación, y tiene una naturaleza y carácter diferentes a los Premios Princesa de Asturias. Su dotación económica es de veinticinco mil euros. El Premio al Pueblo Ejemplar de Asturias es entregado cada año por Sus Majestades los Reyes, durante la jornada posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias, que se celebran en Oviedo en la segunda quincena de octubre. En ediciones anteriores, los Reyes estuvieron acompañados por Sus Altezas Reales la Princesa de Asturias y la Infanta Doña Sofía.
El jurado de este Premio -convocado por trigésimo segundo año consecutivo por la Fundación Princesa de Asturias- estuvo presidido por Francisco Rodríguez García, Cristina Álvarez Mendo, Amada Álvarez Pico, Lorenzo Arias Páramo, María Cardín Blanco, Yolanda Cerra Bada, Rosa María Fernández Rubio, Begoña FernándezCostales Muñiz, Pablo García Esteban, Adolfo García Martínez, Francisco González Orejas, Juaco López Álvarez, Ramón Rodríguez Álvarez, Jorge Suárez Díaz, José Tuñón Huerta, Graciela Valle Fernández, Consuelo Veiga García y Fernando Delgado Álvarez, secretario del jurado.
En esta edición concurrían un total de 27 candidaturas.