Drones buscanidos: el proyecto de Llanes para seguir a la velutina

Cuando empiezan a caer las hojas de los árboles, los avistamientos de nidos secundarios de avispa asiática (Vespa velutina) se multiplican por 10. «Durante el verano, con las hojas de los árboles, es difícil verlos y es cuando se dejan ver, pero ya están culminando el proceso, tendrán incluso reinas», indica el concejal de Agroganadería de Llanes, Xuan Valladares, que, tras las más de 20.000 reinas capturadas en los dos últimos trampeos de primavera, quiere afinar aún más la batalla en el concejo contra la avispa invasora mediante el diseño de un sistema de localización de nidos con drones. Para ello, en agosto se pondrá en marcha una primera fase de un proyecto en la que se observarán los movimientos de las avispas obreras en su vuelta al nido.

«Se trata de confirmar si tienen un vuelo rectilíneo hacia los nidos para el año que viene empezar el trabajo con el CTIC en el sentido de buscar tecnología que automatice la localización de esas direcciones recurrentes que escogen las avispas volando al nido para que sirva para saber dónde buscar los nidos secundarios», explica Valladares, que propuso al Centro Tecnológico de la Información y de la Comunicación (CTIC) que colaborase en este proyecto. También es fundamental de nuevo la participación de voluntarios del entorno de la avispa asiática en el concejo, después de que más de un centenar de vecinos colaborasen en esta última campaña municipal de trampeo.

«Tiene que haber gente que se turne para poder cubrir el mayor tiempo posible de observaciones. La funcionalidad del proyecto va a estar determinada por si las avispas tienen o no estas rutas rectilíneas», explica Valladares, que indica que la idea es establecer unos puntos de observación, sin más tecnología en un primer momento que unos prismáticos. «La primera etapa es así porque invertir en tecnología sin saber si su funcionalidad no tiene sentido, este año a base de músculo y de una observación primitiva con prismáticos y poco más».

Rutas en línea recta

Esos puntos de observación se escogerán de entre los que propongan los voluntarios, aunque los criterios fundamentales serán que sean zonas con muy buena visibilidad y, pese a que este año se ha notado el bajón en la actividad de las avispas por los trampeos, donde más posibilidades haya de velutina. Si el 80% de las avispas observadas, en principio entre agosto y septiembre, siguen tres direcciones se podría deducir entonces que tienen rutas en línea recta a los nidos.

El siguiente paso, de confirmarse este aspecto, sería diseñar un sistema para que en cada uno de los puntos de observación se automatice el control de los movimientos de las avispas. «Si es posible, porque a lo mejor es complicado y esa parte tiene que ser manual todavía, se actuaría con los drones en las confluencias de línea: es decir, si tenemos tres puntos de observación, cada uno tiene tres líneas dominantes y, lógicamente, donde se crucen es posible que esté un nido. Se trata de usar la triangulación de manera que esas líneas te aproximen direcciones de movimiento y puntos de corte en torno a los cuales es probable que estén los nidos», explica Valladares.

También indica que ya se ha contactado con una compañía de drones que tiene prediseñados los complementos que necesitaría el dron buscanidos, en el que se implementaría la información geográfica y geométrica que resulte de las observaciones. El concejal de Agroganadería recuerda que los drones ya se han utilizado en la lucha contra la velutina pero no en concreto para encontrar las posibles ubicaciones de los nidos secundarios más complicados de avistar. De salir adelante este proyecto, se le pondría aún más coto a esta especie invasora en otro momento clave de su actividad.