La coartada de los acusados del crimen de Iván Castro, desmontada por sus teléfonos móviles

Los geoposicionamientos de los teléfonos móviles y el rastreo de los mensajes que se intercambiaron los dos acusados del asesinato de Iván Castro, cuyo cadáver fue hallado en un garaje en La Felguera en 2017, desmontaron sus coartadas, según han corroborado este jueves los inspectores de la Unidad Central de Inteligencia del Cuerpo Nacional de Policía.

En la tercera sesión del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia Provincial de Oviedo han declarado hoy los dos inspectores de esta unidad policial especializada en la resolución de casos complejos que fueron requeridos como apoyo a la investigación seguida en Asturias para determinar la autoría y el móvil del crimen.

Los inspectores han ratificado que cuatro meses después del asesinato de Iván Castro, de 31 años, abrieron una primera vía de investigación encaminada hacia un ajuste de cuentas por drogas, después de que la acusada, Marta R.N., novia de la víctima, que afronta 27 años de cárcel por sendos delitos de asesinato y tenencia ilícita de armas, aportara datos que le vinculaban a personas relacionadas con los mercheros o el narcotráfico.

La investigación analizó detalladamente los tráficos telefónicos ampliados de la víctima, sus movimientos bancarios, volcaron datos de su consola y del disco duro y concluyeron que «no había nada que reforzara la implicación de Castro con las drogas o un ajuste de cuentas», han señalado.

Una vez descartada esa vía cobró fuerza otra hipótesis al descubrir a través del seguimiento del móvil de la acusada que ésta mantenía una relación paralela a la de Iván Castro con el acusado Nelson D.A., quien también afronta 27 años de cárcel, y juntos habían realizado un viaje a Toledo un mes después del crimen como pareja sentimental.

Inicialmente, los inspectores citaron en calidad de testigo a Nelson D.A., quien negó tanto su relación con Marta como su desplazamiento a La Felguera los días 6 y 7 de diciembre de 2017, víspera y fecha del asesinato, pese al geoposicionamiento de su teléfono, alegando que esos días estaba en Morcín, donde tenía la licencia de su taxi.

Sin embargo, «no había un error de antena», ha ratificado un inspector, ya que su móvil era captado en el recorrido de los casi 28 kilómetros de distancia entre Morcín y La Felguera, y con ese dato objetivo comprobaron que «Nelson mentía».

Según el geoposicionamiento de su móvil, Nelson D.A. estaba a las 13.00 horas del 6 de diciembre cerca del garaje en La Felguera hasta donde se había desplazado desde Morcín tras recibir una llamada de Marta R.N. de que Iván saldría de casa, y luego se activó de nuevo en Oviedo.

Tras frustrarse el primer intento, al día siguiente el teléfono situaba a Nelson D.A. en La Felguera a las 16.30 horas y permaneció cerca de la cochera hasta las 18:25 horas, mientras que la víctima había entrado en el garaje a las 18.07 horas, según su móvil.

«Lo de Nelson eran todo negativas», ha subrayado el inspector que ha asegurado que tras comprobar el geoposicionamiento de su móvil pasó de estar como testigo a investigado, un cambio procesal que influyó en la actitud de la acusada que a partir de ese momento empezó a mostrarse desconfiada y a realizar «maniobras evasivas» porque estaba «obsesionada» con que la Policía «la vigilada».

Los policías constataron también que el acusado tenía un «teléfono B» de seguridad, sin movimiento, donde guardaba sólo cinco contactos, entre ellos el número telefónico de Iván Castro, al que no conocía.

La titularidad de este teléfono correspondía a una vecina de Morcín «de 70 u 80 años», quien encubrió inicialmente al taxista “con un relato sin pies, ni cabeza” y posteriormente tras ser citada como investigada reconoció que Nelson D.A. «le explicó lo que tenía que decir porque le estaban involucrando en la muerte de un chico y era una coartada que le había pedido», informa Efe.