La Voz de Asturias

Juan Cofiño: «Soy optimista y creo que los fondos europeos van a ser muy útiles para relanzar la economía»

Asturias

E. G. Bandera Redaccion
El vicepresidente asturiano y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, en su despacho

«Estamos empeñados en que sirvan de verdad y en evitar errores del pasado», asegura el vicepresidente asturiano, que repasa las prioridades del Principado en lo que resta de legislatura

30 May 2021. Actualizado a las 05:00 h.

El vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, repasa en esta entrevista las principales claves para el Gobierno asturiano en lo que resta de legislatura. 

-Estamos en el ecuador de la legislatura y el momento actual de la crisis sanitaria tiende hacia la nueva normalidad. ¿Cómo van a ser los dos años que quedan? ¿Cuáles son las prioridades del Gobierno asturiano?

-Siempre dijimos que habría economía si dominábamos la pandemia, que no está resuelta, pero estamos en un momento crucial en el que, después de este paréntesis, hay que pensar en normalizar la vida social y sobre todo la económica. La social se resolverá por sí misma, pero a la económica hay que ayudarla e impulsarla. Nos vamos a volcar desde ya en todas las medidas de impulso de la economía asturiana, que es lo que necesitamos ahora mismo con todos los sectores y muy especialmente con los más damnificados por la pandemia. Este tiene que ser el eje de los dos años de legislatura que quedan. Sin ningún género de dudas.

-¿Qué medidas se van a tomar para conseguirlo?

-Hay una parte de la economía asturiana que tiene que ver con la industria electrointensiva y con la transición energética que también necesita apoyo e impulso, aunque no esté ligado con la pandemia. Asturias es un polo energético e industrial y tiene que seguir siéndolo. Nunca hemos dejado de trabajar en ese sentido, pero en los próximos meses habrá que impulsar ese trabajo aún más en relación con la industria y la energía. Tenemos que acompañar a esa parte de la industria que está pasando por este proceso de transformación, pero también hay que volver la mirada a aquellos sectores económicos que han padecido mucho con la pandemia y vamos a poner todo lo que esté de nuestra parte para que tengan una recuperación rápida. Estamos intentando ayudar hasta donde podemos a los sectores más damnificados como la hostelería, el comercio o el turismo. En noviembre ya habíamos abierto una convocatoria de ayudas por 33 millones de euros, hemos lanzado la primera parte del paquete de 100 millones que aprobamos en diciembre, que se están pagando en estos momentos, y en las próximas semanas o meses lanzaremos la segunda. Entre medias, y de forma inminente, vamos a lanzar otra convocatoria de ayudas para estos mismos sectores especialmente damnificados procedente del Estado, que son otros 100 millones de euros. Además vamos a hacer una convocatoria especial para el ocio nocturno, más generosa en cuanto a la ayuda porque entendemos que ha sido el sector damnificado por excelencia al estar cerrado desde hace un año. Son una batería de ayudas económicas dirigidas a estos sectores para paliar los efectos de la crisis en la medida en que nuestros recursos económicos llegan. Y son recursos no despreciables. Probablemente seamos de las comunidades autónomas que más recursos ha puesto a disposición de estos sectores en términos comparables. Y en el próximo futuro habrá que acompañarlos de otras medidas que estamos pensando para que les ayuden a recuperar la normalidad perdida.

-¿Cuándo cree que la economía asturiana alcanzará el nivel prepandemia y el nivel de empleo?

-Todos los estudios que existen indican que a partir de este momento va a haber un repunte del consumo, que es un revulsivo en general de la economía, y por tanto hay que pensar que la parte de la economía afectada por la pandemia se recuperará en el corto o medio plazo. Los informes de todos los organismos internacionales hablan de recuperación del PIB y Asturias no es distinto. Lo que se señala para otros territorios, que va a haber un repunte importante del PIB tanto este año como el que viene, vale para aquí también. Coincidiendo con lo que preconizan todos los estudios, es posible que recuperemos las posiciones prepandemia en ese horizonte temporal de este año y el que viene. Otra cosa es el capítulo de la economía que no tiene que ver con la pandemia, o muy poco, que es la industria electrointensiva y que está en otra clave de transformación energética para la que no hay un horizonte predeterminado. La buena noticia es que esta industria en Asturias está respondiendo. Está haciendo los deberes, presentando proyectos y haciendo lo que se tiene que hacer, y nosotros vamos a acompañarla en este proceso de cambio.

La era del carbón y de los combustibles sólidos se ha terminado y, si no queremos perder pie en nuestra aportación al mix energético nacional, tenemos que considerar las posibilidades que tiene Asturias

-¿Cuál cree que es el gran potencial de Asturias de cara a esa transición que nos pide la Unión Europea y que será clave para la recuperación económica?

-Siempre se dijo que en una economía, cuantos más ingredientes haya de diversa naturaleza y origen, mejor. Cuanto más plural, más sólida. No obstante, la producción industrial en Asturias tiene un peso importante en el PIB y queremos que siga siendo así. Nuestro objetivo es que, como consecuencia de la transformación a la que estamos obligados, no perdamos puntos en la aportación de la industria al mix económico. Ese es el gran objetivo y lo podemos hacer porque hay muchos proyectos en marcha. Todas las empresas que están aquí ahora mismo, que son el soporte de la actividad industrial, están inmersas en proyectos de renovación como se está pidiendo, pero también hay que pensar en mantener la pujanza e incluso desarrollar otros sectores económicos como los servicios o el turismo, que sin duda en Asturias aún tienen camino por recorrer. También hay muchas pequeñas y medianas empresas en el sector de la industria digital que están trabajando mucho. Todos los días nacen empresas en este sector tan dinámico. Además, en esta transición energética, estamos haciendo una apuesta estratégica, a medio o largo plazo, por el hidrógeno verde porque que todo indica que va a ser una de las grandes palancas de futuro para el desarrollo territorial. Y queremos tener un hueco en esa apuesta de futuro.

El vicepresidente asturiano y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, en su despachoTomás Mugueta

-Que es complementaria con el impulso a otras energías renovables en plena transición energética.

-Todo el mundo sabe que ahora mismo en Asturias hay bastantes proyectos de energía eólica, algunos ya se están desarrollando y otros se implementarán en los próximos meses. De alguna manera vienen a sustituir parte de nuestra producción energética a base de centrales térmicas de carbón y ciclo combinado, que es lo que teníamos hasta ahora. Por eso hay que apostar por la energía eólica, por las energías alternativas, por el hidrógeno… Para situarnos en ese escenario. Estamos en un cambio de modelo energético y podemos permanecer pasivos o lamentarnos, o podemos dar un paso adelante. Y es lo que estamos haciendo. La era del carbón y de los combustibles sólidos se ha terminado y, si no queremos perder pie en nuestra aportación al mix energético nacional -que no queremos-, tenemos que considerar las posibilidades que tiene Asturias. Es en lo que estamos trabajando de manera intensa con realidades, incipientes, pero realidades.

-¿Qué realidades vamos a ver en lo que queda de legislatura?

-Vamos a desarrollar todas las posibilidades eólicas, tanto en tierra como en marina porque hay proyectos presentados a los fondos europeos. Hasta que maduren no podemos hablar de ellos, pero también hay importantes proyectos que pueden hacer de Asturias un polo del hidrógeno verde. Son proyectos que van a ir madurando poco a poco, pero también lo harán en esta legislatura. La regasificadora de Gijón, tras haber sido desbloqueada después de muchos años, es otro elemento importante en este este esquema y creemos que en las próximas semanas se actualizará la actividad concreta que solicita la empresa.

-En Asturias tenemos experiencia con los fondos mineros, que no consiguieron paliar el declive de las cuencas. ¿Los fondos europeos van a ser la solución?

-De los fondos del presupuesto comunitario del pasado, no solo los mineros, siempre se dijo y es cierto que España no está en niveles de ejecución altos. Sin embargo, Asturias sí ha ejecutado en niveles muy importantes. Los fondos mineros tienen seguramente excesiva mala prensa porque es verdad que se han dispersado demasiado y su ejecución no respondió a una idea común de región. Ese fue el gran mal de unos fondos que, en todo caso, se han ejecutado y han ayudado a territorios y a personas, más allá de algún episodio de corrupción de todos conocido que ha venido a arrojar más sombra a efectos reputacionales. Pero los fondos han servido, aunque no han sido la solución que se pensaba para los problemas de algunos territorios o de Asturias en su conjunto. Pero el mal no fue la ejecución, sino la dispersión. De estos errores hay que aprender y nuestro objetivo es aprovechar esta ventana que se nos abre nueva ahora con los diferentes fondos europeos. Es una oportunidad importante por la coyuntura en la que estamos, de tránsito tecnológico y energético hacia un mundo más verde, y por la situación de la pandemia, que ha maltratado mucho a la economía europea, la española y la asturiana. El objetivo es gastarlos y hacerlo bien. Hemos elaborado un mapa de estrategias de Asturias y el trabajo está siendo intenso con la evaluación de proyectos y la negociación con Madrid. Soy muy optimista y creo que los fondos europeos van a ser muy útiles. Estamos empeñados en evitar errores del pasado, como la dispersión, y sobre todo en que sirvan de verdad para el relanzamiento de la economía y de los territorios.

-Bruselas quiere proyectos alineados con el territorio, innovadores y de transición verde.

-Hay una parte de los fondos que tiene que llegar a todos con equilibrio territorial y otra que va a gastarse en función de la calidad de los proyectos y en que estén bien alineados con lo que se quiere. Nosotros estamos velando por que todos nuestros proyectos cumplan con lo que quiere Bruselas, que es básicamente mucha digitalización, mucha innovación y mucha transición verde. Nuestra misión es vigilar y conseguir que todos nuestros proyectos encajen en esas etiquetas, luego ya veremos las cuantías económicas. Que haya vitalidad es una buena noticia y, tanto desde el sector público como desde el privado, se está respondiendo al reto presentando proyectos y muchos de ellos alineados con lo que se quiere. Ahora estamos en una fase de concreción y evaluación y en los próximos meses será de mayor definición.

A cortísimo plazo tenemos que recuperar la normalización de los servicios de salud y de educación

-También el sector público necesita recuperar normalidad. ¿Cuáles son las prioridades?

-La afectación al sector público tiene que ver con que los ingresos fiscales han disminuido mucho, lógicamente porque la economía se ha desinflado y por contra el gasto se ha expandido, principalmente con cargo a deuda, porque hemos tenido que atender eventualidades que no teníamos previstas como la contratación masiva de profesionales en la enseñanza, en la sanidad y en otros ámbitos de los servicios sociales básicamente. A cortísimo plazo tenemos que recuperar la normalización de los servicios de salud y de educación. Estamos intentando recuperar la normalidad en los centros de salud, con la atención presencial a las personas, y queremos recuperar la enseñanza presencial precovid. Esto también tiene costes, pero estamos en ello.

-¿Van a subir los impuestos? Los empresarios pedían una caída de la carga fiscal al estilo madrileño de Ayuso. ¿Se podría sostener el modelo de bienestar social de Asturias con menos impuestos?

-Ante esta situación extraordinaria hemos hecho un esfuerzo por sostener los servicios públicos y dar una respuesta a la pandemia. Es verdad que también nos ha ayudado el Gobierno de la Nación con algún fondo extraordinario y entre todos hemos conseguido mantener el rumbo y el nivel de prestación de los servicios. La respuesta a estas preguntas es un debate de futuro, y además estratégico, sobre la fiscalidad y los servicios públicos. Si queremos tener buenos servicios públicos -y queremos tenerlos especialmente en los ámbitos de la sanidad y la enseñanza-, necesitamos recursos, necesitamos ingresos fiscales. Otra cosa es quién soporta la carga: qué sectores sociales. Hay un precepto constitucional que a veces se olvida y es que todos los españoles estamos obligados al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con nuestra capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad. Esto es en lo que creemos. El sistema fiscal puede modificarse, pero nosotros siempre pensaremos que están más obligados al sostenimiento de los gastos públicos aquellos sectores de la sociedad que tienen más recursos. El debate es así de simple de entrada. Luego tiene una complejidad aguas abajo, pero frente a una derecha que camufla habitualmente su objetivo, frente al debate fiscal en otros términos, se obvia que si el ingreso fiscal merma lo padecerán los ciudadanos que tienen acceso a los servicios públicos esenciales. Y esto no lo podemos admitir. Luego hay debates parciales dentro del esfuerzo fiscal, como qué sectores sociales soportan más, qué sectores sociales menos o qué figuras impositivas en concreto.

El vicepresidente asturiano y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, en su despachoTomás Mugueta

-O si las más importantes se homogeneizan…

-En Asturias en todo caso está exacerbado el asunto de sucesiones y patrimonio, primero porque afectan a muy pocas personas y porque a veces se desnaturaliza el esfuerzo en el sentido de que no somos tan diferenciales con respecto al resto en absoluto. Lo que está ocurriendo en España, y eso sí nos parece gravísimo, es que se ha establecido una suerte de competencia fiscal entre territorios que nada bueno augura porque atenta contra la integridad del país. No es de recibo lo que está ocurriendo entre algunos territorios y otros. Un país cohesionado no puede permitirse estas asimetrías fiscales. Lo que venimos pidiendo ya desde hace tiempo es que al paraíso fiscal que se llama Madrid, entre comillas porque de alguna manera lo es, se le ponga freno. Y la forma de hacerlo no es otra que el Gobierno de la Nación regule unos mínimos de esfuerzo fiscal para todos. También en sucesiones y patrimonio. A partir de ahí, hay márgenes para que las comunidades autónomas puedan diferenciarse o, atendiendo a sus peculiaridades, puedan establecer figuras fiscales determinadas, pero entendemos que tiene que haber un esfuerzo fiscal mínimo igual para todos. Tiene que haber una cierta afinidad al menos en las figuras fiscales más importantes.

El Gobierno de la Nación tiene interiorizado que el peaje del Huerna es un problema que hay que resolver

-En su momento se habló de conversaciones para bonificar el peaje del Huerna. ¿Qué avances se prevén en ese sentido?

-El peaje del Huerna no existiría en estos momentos si no hubiese existido un gobierno de José María Aznar con un ministro que se llamó Álvarez-Cascos. Así de claro. Tenía un plazo de vigencia que concluía precisamente este año y hubo un ministro, asturiano además, que sin mayores explicaciones a nadie, y sorprendentemente no se las pidieron en su momento, estableció una prorroga a favor de la concesionaria de 30 años. Este es otro problema de asimetría entre ciudadanos que no afecta solo a Asturias. Que para circular libremente por este país unas personas y unos territorios paguen más que otros no es justo ni razonable y amenaza también a la cuestión de país. Sé que este Gobierno quiere atacar este problema además del de la conservación de las carreteras. El ministro de Transportes (José Luis Ábalos) ha dicho que este debate hay que hacerlo con consensos de país, entre todos, porque es un problema de Estado también. Comparto lo que ha dicho: hay que buscar consensos. Hay muchos modelos de futuro por el mundo, que además son modelos justos, y hay que buscar esa justicia social también en esta materia. Modelos que tienen que ver con la capacidad de renta de cada cual, pero es un debate que está abierto y que imagino que lo estará mucho tiempo. Un debate de este alcance tiene que concluir con consensos o si no será imposible. En el caso asturiano, fuera o dentro de este debate que es una oportunidad, hay que buscar minorar el coste de nuestro acceso a la meseta y me consta que el Gobierno de la Nación tiene interiorizado que es un problema que hay que resolver.

-¿Y en el caso de los peajes en las autovías?

-Hay que ir hablando de ello porque el problema existe, tenemos una insuficiencia efectivamente en materia de mantenimiento de las redes de carreteras como ocurre con la asimetría de tránsito por el territorio como es el caso asturiano, gallego y catalán. De esto hay que hablar y cada uno se aproximará de una manera diferente. Nosotros desde luego creemos que el esfuerzo hay que pedírselo como siempre al que más capacidades tiene por principio.

Nuestro objetivo es que en esta legislatura ya veamos trenes circulando por la variante de Pajares

-Adif dice que la variante de Pajares se pondrá en circulación a finales o mediados de 2022. ¿Será el último plazo?

-Nuestro objetivo es que esté en servicio en esta legislatura. Ese es el objetivo. Es una obra que, pese a su complejidad técnica, probablemente está infravalorada en Asturias. Se valorará cuando el tren esté circulando lógicamente, pero es una obra en la que todos los españoles se han gastado 4.000 millones de euros para un territorio de un millón de habitantes. Hay que poner en valor el esfuerzo que ha hecho todo el mundo. Es un ejemplo de solidaridad del país. Una obra tecnológicamente complejísima que nos sutura para siempre la comunicación de Asturias y habrá un antes y un después cuando entre en servicio. Es la obra más importante que se ha hecho en Asturias y nuestro objetivo es que en esta legislatura ya veamos trenes circulando.

-Otra de las prioridades que requerirá de consensos es la reforma de la Administración pública. ¿Es viable poner el cimiento en estos dos años?

-Pretendo hacerlo pactando y hablando mucho. Reuniéndome con todos los interlocutores, eso sin duda. Lo estamos haciendo ya, pero soy consciente de que un cambio de esta naturaleza, que no se hace de la noche a la mañana, implica consensos, necesita arrope para que sea posible. Pero al final el ciudadano, que es el que paga una Administración con su esfuerzo fiscal, pide que le prestes servicios adecuados en tiempo y forma. Una repuesta eficiente en un plazo razonable de tiempo. Y eso es lo que está fallando por un conjunto de cosas que queremos mejorar. Es un problema de verdad que hay que afrontar para tener una buena Administración, ágil y eficaz.


Comentar