El lujoso y polémico chalet de un ministro franquista que firmó un asturiano
Asturias
Mariano Navarro Rubio construyó en la costa de Jávea sobre un yacimiento romano y el chalet fue una obra maestra de Fernando Martínez García-Ordóñez
30 May 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Un gran arquitecto asturiano firmó el proyecto: un lujoso chalet vanguardista que se asentó sobre un yacimiento romano donde un ministro franquista aprovechó para hacerse una piscina de agua salada. Se encuentra en la costa de Jávea (ahora oficialmente Xàbia, Alicante), donde el ministro usó su influencia para hacerse con los terrenos a muy buen precio.
El autor del proyecto para el chalet fue el prestigioso Fernando Martínez García-Ordóñez (Salas, 1922-Valencia, 2015) y el prócer franquista, Mariano Navarro Rubio (1913-2001). El asunto volvió a estar en los medios hace poco, cuando el temporal Gloria, uno de los más duros de los últimos años en levante, destruyó parcialmente los muros de los jardines, ya antes en estado bastante ruinoso.
Los descendientes de Mariano Navarro, que fue ministro de Hacienda y luego gobernador del Banco de España hasta 1970, han liberado los terrenos costeros para uso público, aunque mantienen la propiedad del chalet diseñado por Martínez García-Ordóñez, que no será derribado dado su gran valor arquitectónico. Está en la punta de El Español, a tiro de piedra de las playas y directamente frente al mar.
Además, el gobierno popular de Mariano Rajoy había renovado hace algo más de seis años la concesión. La polémica venía de largo tiempo atrás, pues el ayuntamiento de Jávea vendió en 1959 los terrenos, en una situación perfecta frente al mar, al entonces ministro de Hacienda por 10.000 pesetas, un chollo en los términos económicos de la época. Ya se sabía y estaba documentado que había un valioso yacimiento romano, pero eso no impidió que pasara a propiedad privada.
Ya en democracia, en 1981, el Estado legalizó el chalet y le dio a la familia el uso del suelo de forma permanente y gratuita, algo que más tarde la Ley de Costas enmendó. Pero la llegada de Rajoy al Gobierno supuso que la concesión se renovara por otros 75 años.
En declaraciones a la cadena de televisión La Sexta, el exdiputado de IU Ricardo Sixto decía que «fue un pelotazo» ya que «en aquella época, era un regalo. No hay ninguna seguridad, ni en la construcción, ni en la conservación de los restos arqueológicos, por la historia que hay aquí, el Gobierno debería emprender acciones para recuperarlo», señalaba.
Según la prensa local, los trabajos se centrarán en recuperar la piscifactoría romana del siglo I, sobre la que se había hecho unos puentes y otras estructuras de hormigón. A parecer, los expertos todavía no se ponen de acuerdo sobre si la balsa excavada en la piedra fue un vivero de pescado o una piscina que utilizaba el dueño de una villa romana, pero el valor arqueológico es indudable.
El estado del chalet
También según la prensa local, a diferencia de los descendientes de Franco, los de Navarro sí se han mostrado colaboradores con la administración pública. Quieren, eso sí, rehabilitar la casa, que está en mal estado y por otra parte tiene, a decir de los expertos, gran valor arquitectónico.
Tras licenciarse en la Escuela de Arquitectura de Madrid, Fernando Martínez García-Ordóñez era aún un joven profesional cuando destacó con su primera gran obra: la Escuela-Jardín Guadalaviar (1958), un referente de la arquitectura moderna valenciana, que sería recogido por numerosas publicaciones profesionales tanto nacionales. Hacia 1960 construyó el chalet Navarro Rubio y dejó su impronta en el urbanismo levantino.