Estos son los criterios que deberán cumplir los concejos para salir del nivel de riesgo extremo

El próximo domingo se termina el estado de alarma, pero el coronavirus sigue circulando. El Principado repite el mensaje insistentemente para que la ciudadanía mantenga la tensión en unas semanas que son clave debido al buen ritmo de la campaña de vacunación y al incremento diario de la población inmunizada. La situación epidemiológica evoluciona favorablemente en Asturias y esto ha llevado al Ejecutivo de Adrián Barbón a suavizar algunas restricciones y a adaptar el sistema de riesgo extremo 4+ al nuevo escenario que se presenta a partir del día 9. El Gobierno autonómico ha modificado los criterios de entrada en ese nivel de alerta, las medidas que se aplicarán en los concejos -estás serán individualizadas en cada caso-, y también los indicadores de desescalada para que esos municipios puedan volver a la situación anterior.

Criterios de desescalada

Para salir del 4+, los concejos de más de 10.000 habitantes deberán presentar una incidencia acumulada en los últimos 14 días para la población global por debajo de 325 al menos durante 7 días de forma consecutiva o estar en ese momento por debajo de 325 en la incidencia acumulada en los últimos 14 días para la población global, habiendo tenido un descenso en la última semana de al menos el 50%.

En el caso de los concejos de menos de 10.000 habitantes se hará una evaluación de forma individualizada, analizando los siguientes indicadores:

• Indicadores de transmisión.
• Velocidad y tendencia de cambio de los casos diagnosticados en los últimos 7 y 14 días.
• Número de casos absolutos.
• Ausencia de trasmisión comunitaria (tras valoración específica con el Sistema de Vigilancia de Contactos Estrechos-Rastreo o con las autoridades locales).

Restricciones en los concejos

Las restricciones que aplicará el Principado en los concejos en 4+ a partir del próximo domingo tienen varias diferencias con las actuales. La primera es que las que tengan que ver con la privación de derechos fundamentales, como es el cierre perimetral, deberán ser avaladas por el TSJA. Barbón detalló que estos cierres serán por localidades o barrios y que solo se aplicarán en casos excepcionales.

La segunda gran diferencia es que no se aplicará un paquete de medidas de forma automática nada más que el concejo entre en 4+, sino que Salud aplicará las medidas de forma «individualizada» en cada caso. A pesar de esto, el BOPA sí que recoge las actuaciones que se pueden llevar a cabo. Entre ellas se encuentra el cierre de la hostelería, salvo las terrazas, servicios de recogida y reparto, o los ubicados en establecimientos turísticos esenciales o en lugares como en estaciones de servicio o centros de carga y descarga.

También se establecerá el cierre de los centros comerciales y grandes superficies, salvo los espacios de venta de alimentos y productos de primera necesidad, mientras que los comercios de más de 300 metros deberán limitar su aforo al 20%. La situación de riesgo extremo o 4+ también implicará el cierre de gimnasios -salvo para entrenamientos individualizados- y la suspensión de las actividades en interiores en instalaciones deportivas cerradas o pabellones, con la excepción del deporte escolar y el federado, que estará limitado a subgrupos de seis personas.

Además, se suspenderán espectáculos públicos, los servicios de alojamiento y actividades turísticas, o las actividades de los centros recreativos de mayores y de ocio infantil y juvenil.

Criterios de entrada en 4+

El nuevo modelo 4+ divide a los concejos en dos grupos: los de más de 10.000 habitantes y el resto. Los de más de diez mil habitantes entrarán automáticamente en riesgo extremo si durante al menos tres jornadas consecutivas alcanzan el nivel 4 de riesgo fijado por el Ministerio de Sanidad y registran una incidencia acumulada a 14 días superior a 325 casos por 100.000 habitantes.

En el resto de los concejos, se tomarán medidas tras una evaluación individualizada, tomando en consideración, los indicadores de transmisión, la velocidad y tendencia de cambio de los casos diagnosticados en los últimos 7 y 14 días y el número de casos absolutos; la trazabilidad y proporción de casos nuevos asociados a brotes, y la existencia de puntos calientes, como brotes o situaciones de riesgo.