Así son las trampas de colores que prueba Asturias contra la velutina
Asturias
Son tapones en color blanco, amarillo y azul que, una vez finalizada la fase experimental, se pondrán a disposición de la ciudadanía para su impresión en 3D
04 Apr 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Tienen forma de tapón y pueden ser de color blanco, amarillo y azul. Son las trampas fabricadas por impresión 3D diseñadas para la captura selectiva de reinas de avispa asiática (Vespa velutina) que se están probando en Asturias en el actual trampeo de primavera. Es una de las iniciativas de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial que, dentro del plan de lucha contra la avispa asiática en el Principado, tiene en marcha el Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras de La Mata. El objetivo es conseguir una trampa eficiente para capturar reinas de velutina que además sea selectiva para reducir los efectos causados por la captura de otros insectos no diana.
El coordinador del Centro de Alerta y Control de Plagas y Especies Invasoras, Eloy Álvarez Ron, explica que el uso del blanco, amarillo y azul en concreto se basa en la recomendación de los entomólogos, puesto que la mayoría de los órdenes de insectos se ven atraídos por alguno de ellos. «Hay gran cantidad de información sobre este tema para plagas agrícolas, pero muy escasa para otras especies. En términos generales, cada orden de insectos se ve más atraído por un color que por otros, por eso se ha decidido incorporar también esta variable a las pruebas con esas tres alternativas en blanco, amarillo y azul», explica.
El hecho de que la trampa haya sido diseñada para su fabricación aditiva (impresión 3D), con la colaboración de la Universidad de Oviedo a través del laboratorio MediaLab, permite una gran versatilidad para poder realizar modificaciones sobre el modelo y precisamente una de ellas es el color. Pero más allá del uso de estos tres colores, el objetivo también pasa por conseguir una trampa realmente selectiva. «La selectividad es una de las principales características con la que se pretende dotar al modelo para evitar la captura de insectos diferentes a la avispa asiática y, en el caso de ser capturados, que dispongan de vías de escape de la trampa», explica Álvarez Ron.
Sería el caso de los imprescindibles insectos polinizadores, pero en todo caso la inmensa mayoría de los que acaban capturados en las trampas comerciales disponibles en el mercado, según destaca Álvarez Ron, «son dípteros (moscas y mosquitos) de escaso valor biológico». «Curiosamente más de la mitad de éstos pertenecen a la especie Drosophila suzukii, especie invasora responsable de los graves daños causados en las plantaciones de pequeños frutos», añade.
El prototipo del tapón-trampa que se está probando busca no obstante que sólo queden atrapadas avispas asiáticas y, para ello, en su diseño por ordenador se realizaron diversas operaciones matemáticas para simular la forma de las reinas de velutina. El resultado es un tapón, fabricado por impresión 3D en un material biodegradable -ácido poliláctico (PLA)-, que dispone de dos orificios laterales opuestos de 8,5 milímetros de diámetro que permiten la entrada de las reinas, pero dificultan la de especies de mayor tamaño como el avispón europeo o algunos lepidópteros.
El tapón también dispone de un cono interior con varios orificios de 4 milímetros de diámetro para que los insectos más pequeños que puedan haber sido capturados dispongan de una vía de escape. El tapón, que una vez que finalice el periodo de pruebas se difundirá entre la ciudadanía para su impresión en 3D, es adaptable a las botellas de plástico más comunes.
«La mayor eficiencia de las trampas se consigue cuando se sitúan en emplazamientos cercanos a plantas en flor en la época de trampeo, relativamente cercanas a cursos de agua, y orientadas al sur o sureste con el fin de que el líquido atrayente sea calentado por el sol y así se difundan sus aromas», recuerda Álvarez Ron, que explica que en este periodo de pruebas las trampas se han integrado en una malla geográfica con 72 nodos para analizar las capturas en distintos emplazamientos distribuidos por toda la geografía de Asturias como se muestra en este mapa.
«Además del modelo en desarrollo también se analizan las capturas de otras trampas comerciales en esos mismos puntos y está previsto que estos trabajos de campo, que son continuación de un análisis similar realizado en otoño de 2020, finalicen en el mes de junio», añade el coordinador del centro de La Mata. Será entonces cuando se analicen los resultados para determinar si el modelo del tapón-trampa necesita más ajustes, más evaluaciones o ya está disponible para su difusión.
Mientras tanto, Álvarez Ron recuerda que el trampeo es una acción preventiva fundamental para contener el avance de esta especie invasora y, como ejemplo de ello, recuerda los avances logrados en las campañas del año pasado: «La participación ciudadana y la implicación de asociaciones o colectivos afectados junto con ayuntamientos dieron como resultado unas capturas de 125.000 reinas en 2020, potencialmente formadoras de nidos, representando un incremento de un 687% respecto al año precedente».