Un estudio revela el origen de los enigmáticos terremotos submarinos de la costa asturiana
Asturias
Geólogos de la Universidad de Oviedo registraron hasta 73 nuevos seísmos en un periodo de 8 meses en la zona centro-occidental, en la que desplegaron 11 estaciones sísmicas en 2019
29 Mar 2021. Actualizado a las 18:16 h.
Un equipo de geólogos de la Universidad de Oviedo ha desentrañado el origen de los enigmáticos terremotos submarinos que se producen en la costa centro-occidental asturiana. Sólo en ocho meses, durante la investigación que se desarrolló en 2019 con la instalación de una red de 11 estaciones sísmicas, detectaron con elevada precisión 73 nuevos terremotos submarinos. La investigación, que se ha publicado en la revista científica Frontiers in Earth Sciences, confirma el papel decisivo de la falla cantábrica, o de Ventanielles, en la actual configuración del margen cantábrico.
El estudio, que cuenta con financiación del Principado de Asturias, fue realizado por un grupo de tres profesores y un investigador predoctoral del departamento de Geología de la Universidad asturiana: Gabriela Fernández-Viejo, Sergio Llana-Fúnez, Carlos López-Fernández y Jorge Acevedo, respectivamente.
Fernandez-Viejo explica que el objetivo era monitorizar la actividad sísmica en la plataforma continental asturiana (en el mundo submarino) y, en particular, en la falla cantábrica, que discurre a lo largo de toda Asturias de noreste a sureste. La red de estaciones sísmicas desplegada cubrió una zona de 100 kilómetros de longitud por 80 de ancho en la zona centro-occidental de Asturias y cuatro de ellas se instalaron en la costa. Muchos de los 73 terremotos submarinos detectados en los ocho meses del trabajo de campo, que tenían su origen a entre 6 y 21 kilómetros de profundidad, fueron localizados en la plataforma asturiana.
En concreto, en dos puntos específicos de la llamada falla cantábrica, como se muestra en la imagen superior. «La primera zona de sismicidad está en la costa, cerca de Avilés, y se asocia con estructuras antiguas en la corteza. El otro punto está más alejado de la costa, frente a Galicia, y lo asociamos con estructuras muy antiguas en el origen la de la formación de la cordillera Cantábrica», explica Llana-Fúnez.
Los terremotos relacionados con esta falla, según añade Acevedo, «se detectan desde que instalaron las primeras estaciones sísmicas en los años 70» y «son fundamentalmente de magnitudes medias alrededor de 2, por lo que son prácticamente imperceptibles para la población». El estudio, tras la financiación del Principado, debería ahora continuar tratando de localizar «mejor todavía» estos terremotos que ocurrieron en la plataforma, aunque para ello «sería necesario tener estaciones sísmicas registrando datos en el fondo marino».