Los nuevos proyectos que pueden convertir a Luarca en una capital turística

Tras tomar el bastón de mando, el socialista Óscar Pérez se marcó una serie de objetivos para consolidar Luarca no solo como la capital del occidente asturiano sino, también, de toda la costa del Principado. Concretamente, para este 2021 y siendo consciente de la crisis económica, el edil cuenta con una extensa lista de proyectos que harán que la villa marinera «recobre cierto empuje» y potencie así su atractivo. Desde la recuperación del Museo del Calamar Gigante hasta el embellecimiento del casco urbano, incluida la reapertura de uno de los jardines botánico más grande de España, son algunos de los propósitos del edil para recuperar el protagonismo de esta localidad valdesana.

Por el momento, el edil ya ha cumplido uno de los objetivos más importante: la reapertura del Jardín de la Fonte Baixa. Tras tres meses de intenso trabajo para recuperar esta joya verde, Luarca ya vuelve a tener a su completa disposición el complejo medioambiental, que cuenta con miles de especies de plantas y árboles, así como elementos arquitectónicos a lo largo de sus 10 hectáreas. «Su recuperación le da un valor añadido a la villa porque es un gran atractivo turístico, no solo en los meses de verano sino, también, en la primavera y el otoño», señala el alcalde de Valdés.

Además, se llevará a cabo un gran proyecto de promoción en diferentes puntos de España ­para atraer a visitantes. El propósito es que cada vez más personas puedan recorrer los espectaculares paseos que tiene el jardín botánico gracias al acuerdo de alquiler entre los propietarios y el consistorio local. El horario de apertura es de lunes a domingo de 11:30 a 17:30 horas y el precio de la entrada es de 3 euros. Pero como «no solo lo queremos orientar al uso turístico, sino que también nos gustaría que los valdesanos lo interioricen como un recurso propio y lo utilicen para pasear», también hay un pase anual por 10 euros. Por eso, en esta misma línea, desde el propio Ayuntamiento tienen la expectativa de poder cerrar un acuerdo de compra, que ya se está negociando su precio.

Al mismo tiempo, el equipo de gobierno trabaja también en la reapertura del Museo del Calamar Gigante y si todo va bien podrá abrir sus puertas el 1 de julio. «Las obras de adecuación están a punto de finalizar. Ya estamos dotando al espacio de museística (colocación de urnas, calamares gigantes, paneles informativos…), pero no nos vamos a precipitar. Después de tantos años de pérdida no podemos asumir un error. Hay que hacerlo todo con mucho mimo y detalle para así no lamentar nada en un futuro. Por eso, sino podemos abrir en verano, lo haremos fijo el 1 de noviembre, pero todo debe de encajar correctamente, que esté bien hecho», asegura Óscar Pérez.

Las instalaciones del centro expositivo, único a nivel mundial, quedaron destrozadas tras el paso de un temporal en el invierno de 2014. Sin embargo, no fue hasta el año 2020 cuando se decidió recuperarlo en un local de una antigua discoteca. Una nueva ubicación que generó una gran polémica, pero que a juicio del edil dicho espacio cumple con los requisitos necesarios y, además, permitirá fomentar la movilidad turística por toda la villa marinera. «Al estar en la zona del núcleo urbano va a hacer que los clientes potenciales pasen por delante de diversos negocios como pueden ser tiendas, restaurantes… y, por tanto, favorecerá la actividad económica. La reapertura del museo va a ayudar a vertebrar un poco el interior de Luarca, que nunca tuvo recursos importantes para que hubiese un flujo de personas», defiende Pérez.

Durante estos siete años, el naturalista Luis Laria, creador de la Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas (CEPESMA) y quien durante años donó ejemplares al museo, se hizo cargo de custodiar las piezas en su propio museo. «Estaremos eternamente en deuda y agradecidos con Laria porque mantuvo durante este tiempo todo lo que se recuperó y gracias a él, el museo volverá a renacer. Además, he de decir que el Parque de la Vida es otro de los grandes atractivos de Luarca, que nos ayuda a encuadrarnos como un municipio medioambiental», señala el edil. Por eso, considera que el Museo del Calamar Gigante también tiene que ir ligado al jardín botánico. «Deben de complementarse y servir como un paseo agradable de complejo a complejo. La promoción de una cosa no se va a entender sin la otra. Por su parte, el centro expositivo va a ser la joya de la corona», resalta.

El alcalde valdesano también ha decidido ubicar en el Cine Goya de Luarca la nueva Casa de Cultura. Un proyecto que llevará el nombre de Gil Parrondo Rico en honor al director artístico luarques, primer español en ganar un oscar, y que pretende ver la luz en el año 2023. Las obras de remodelación van a llevar bastante tiempo y además suponen un gran desembolso económico. «Está presupuestado en un millón y medio de euros y espero que cuando acabe mi mandato sea una realidad», asegura Pérez. En estas instalaciones se albergará un espacio de lectura, dos alas de exposiciones (una fija y otra temporal) y un auditorio. Una apuesta decidida por la cultura que se consolidará como la tercera pata potencial atractiva de Luarca, «dará fuerza al municipio».

Al tener un espacio propio y habilitado para la cultura podrán realizar diversas actividades con el objetivo de no solo entretener a los luarqueses sino de atraer visitantes, sobre todo de los concejos del occidente que les puede resultar más práctico acudir a dicho centro. «Realizaremos las jornadas de ciencia, así como pequeños congresos, seminarios, etc. Además, proyectaremos películas y traeremos determinadas compañías, algunas serán de la zona, para que puedan hacer sus representaciones artísticas. También intentaremos que haya ciclos permanentes de cine para que la figura de Gil Parrondo esté presente y que así haya un consumo de cultura mucho más amplio».

Una red de pueblos europeos en los que nacieron premios Nobel de ciencias

Entre toda esta variedad de proyectos que confluyen también destaca el de la Ruta Europea de las Villas de Nobel. Una iniciativa impulsada en mayo de 2018 por Simón Guardado, el anterior alcalde de Valdés, y Florentino Aguas, alcalde de Petilla de Aragón de donde era Santiago Ramón y Cajal, con el objetivo de crear una red de pueblos europeos en los que nacieron premios Nobel de ciencias. Por el momento, se ha sumado Corteno Golgi, el pueblo natal del médico y citólogo italiano Camillo Golgi. Pero, «tenemos planeado hermanarnos con otros dos pueblos más, uno de Noruega y otro de Bégica. A ver si sale adelante. Es indispensable hacer sinergias con municipios de nuestro tamaño para así poder a optar a líneas de financiación europeas y promulgar así la investigación científica», reconoce.

La promoción de Severo Ochoa en Luarca es algo permanente porque es «un honor contar con un premio Nobel, que quitando a Ramón y Cajal sería el único de España en el ámbito de ciencias». Por eso, desde hace año ya hay una exposición estable sobre el ilustre personaje en la villa. Por las calles y plazas pueden verse carteles que hablan tanto de la vida y obra de Ochoa como de su mujer, la gijonesa Carmen García Cobián. Además, en la futura Casa de la Cultura también se harán actividades ligadas para consolidar aún más su figura y de esta manera también se podrá fomentar aún más el turismo científico.

Embellecimiento del casco urbano y asentamiento de infrastructuras

A la vez que todos estos proyectos con tinte cultural se desarrollan, Óscar Pérez también continúa con su objetivo de embellecer el casco urbano. No solo para fomentar el atractivo turístico, sino que «estas inversiones van principalmente dirigidas para asegurar la comodidad de los vecinos». Por eso, poco a poco se va ir arreglando las aceras, los pasos de peatones, la iluminación de las fachadas históricas como puede ser la de la casa consistorial o la de los indianos, la eliminación de las ruinas, etc. ya que es «de obligado cumplimiento favorecer el día a día de los que aquí vivimos».

Además, el edil socialista ya tiene la mente puesta en el año 2022 y planea ya algunos proyectos necesarios para la villa como la de crear un centro tecnológico de teletrabajo que tenga capacidad de entre 15 y 20 personas. «Las sinergias del futuro van en esa dirección y hay que subirse al carro a tiempo para no perder la marcha. No podemos quedarnos desconectados de estas tendencias y ya estamos trabajando en ello. Esperemos que el presupuesto del próximo año nos permite llevarlo a cabo», justifica. Asimismo, continuará con su línea de asentar la infraestructura pública en toda la zona rural de Valdés como la fibra óptica o la mejora de pavimentos y caminos, entre otros. «Invertiremos una gran parte de los presupuestos en ello porque el bienestar de los vecinos es nuestra prioridad», sentencia.