Salud da por seguro un rebrote en Asturias por la variante británica
Asturias
Ya supone el 96,4% de los nuevos contagios que además llevan una semana sin descender, por lo que «lo más razonable es que nos enfrentemos a un incremento a partir de ahora»
09 Mar 2021. Actualizado a las 05:00 h.
Los contagios diarios en Asturias llevan una semana en meseta. Ni suben ni bajan pese a que la curva de la incidencia de coronavirus, previamente, llevaba semanas descendiendo. El jefe del Servicio de Alertas y Emergencia de la covid-19, Miguel Prieto, aportaba ayer un dato muy significativo para entender por qué este estancamiento es «preocupante»: los valores de las incidencias acumuladas durante el descenso de la curva de la segunda ola de la pandemia en Asturias, a finales de diciembre, eran la mitad que en las actuales.
Ahora son de más de 90 casos positivos por cada 100.000 habitantes a siete días y de más de 180 casos a 14 días. «El descenso en esta tercera ola está siendo bastante menor del que queríamos tener», indicó Prieto, que explicó también que, tras una semana sin que la incidencia siga descendiendo como en las anteriores olas, «lo más razonable es que nos enfrentemos a un incremento a partir de ahora».
El ascenso de la variante británica en Asturias
¿A qué se achaca la ralentización en el número de contagios e incluso que hayan vuelto a ascender en algunos municipios asturianos? Según informaba ayer la Consejería de Salud, los técnicos de Salud Pública consideran que esta ralentización en el descenso de la tercera ola de la pandemia puede estar relacionada con la presencia en Asturias de la variante británica del coronavirus y el aumento de los contagios observado en algunos municipios se vincula a la interacción social sin medidas adecuadas de protección.
La variante británica ya supone el 96,4% de los nuevos contagios que se diagnostican en el Principado. El primer caso de esta variante, denominada B.1.1.7, aparecía a finales de diciembre en Asturias. En la tercera semana de enero, suponía el 7,6% de los casos detectados en la Consejería de Salud. Dos semanas después, la variante británica ya estaba presente en el 40% de los nuevos positivos asturianos.
Una semana después, a mediados de febrero, en el 67%. Apenas tres semanas después ya supera el 95%. Lo mismo ocurrió en Reino Unido. Según un informe del Servicio de Salud Pública inglés, el porcentaje estimado de casos con esta variante entre los contagios detectados en la población se incrementó desde el 46% de la primera semana de diciembre de 2020 hasta el 76,6% de la del 5 al 11 de enero.
En España, hasta el pasado viernes, esta variante suponía ya más del 50% de los casos detectados de coronavirus en al menos otras siete comunidades autónomas. Dos de las más cercanas a Asturias son Cantabria y Galicia, en donde la B.1.1.7 supone más del 80% de los nuevos positivos.
Un estudio inglés advierte de grandes rebrotes
El jefe del Servicio de Alertas y Emergencia de la covid-19 en Asturias reconocía ayer también que es imposible saber cómo de rápido y con qué alcance se producirá ese incremento al que apunta el actual estancamiento de contagios, potencial antesala de la cuarta ola de la pandemia. En este sentido, una investigación publicada recientemente en la revista Science, en la que se empleó un modelo matemático de transmisión del virus estructurado por edades y regiones, llega a la conclusión de que la variante británica «provocará grandes rebrotes de casos de covid-19», además de que «sin medidas de control estrictas, incluyendo el cierre limitado de las instituciones educativas y un despliegue de vacunas muy acelerado, las hospitalizaciones y las muertes por coronavirus en toda Inglaterra en 2020 superarán las de 2021».
Este estudio, en el que se analizaron 150.000 muestras secuenciadas de SARS-CoV-2 de todo Reino Unido, identifica el aumento de la transmisibilidad como el modelo que mejor explica la rápida propagación de la variante y, de hecho, los investigadores calculan que la nueva variante tiene un número de reproducción entre un 43 y un 90% mayor que las que circulaban con anterioridad en Reino Unido. También evaluaron cómo las intervenciones podrían reducir la carga potencial de la B.1.1.7, con diferentes escenarios, y llegaron a la conclusión de que puede ser necesario un aumento sustancial de la distribución de vacunas, que en España ya se espera en abril como anunciaba ayer Sanidad, y el cierre de escuelas.
Aumenta en España más que las otras variantes
En la última actualización del documento sobre la evaluación rápida de riesgo de variantes de coronavirus del Ministerio de Sanidad, que data del pasado 4 de marzo, se explicaba que la variante británica «está aumentando muy rápidamente en relación con otras variantes del virus» y «el riesgo de transmisión sin las medidas adecuadas se considera alto, aunque las medidas de prevención utilizadas hasta el momento son eficaces».
En ese mismo documento, Sanidad advierte de que, en caso de que aumente la incidencia de coronavirus en un territorio en el que esta variante sea predominante, «el impacto podría ser alto por la asociación posible con una mayor gravedad y letalidad». La evidencia científica disponible hasta la fecha la asocia a una mayor capacidad de transmisión. Por ejemplo, otro estudio del Reino Unido observó que esta variante causaba una tasa de ataque secundaria en el contexto de brotes familiares sensiblemente mayor que el resto de variantes con independencia de la edad, el tipo de contacto o el lugar de residencia. Otros estudios han apuntando que tiene una infectividad de entre un 43 y un 82% mayor a la de las variantes preexistentes.
¿Es la variante británica más grave?
Son varios los estudios que también se han realizado sobre la posibilidad de que la variante británica sea más grave y letal. El Grupo Asesor de Amenazas de Virus Respiratorios Nuevos y Emergentes del Gobierno británico (NERVTAG, por sus siglas en inglés) se ha encargado de comunicar varios análisis independientes que mostraron que la infección por esta variante podría conllevar un aumento de la gravedad de la infección con un mayor riesgo de muerte, que se observó en todos los grupos de edad. Pero los resultados de los numerosos estudios realizados siguen siendo dispares al respecto.
También era motivo de preocupación, según expone la circular del Ministerio de Sanidad sobre los riesgos de las variantes detectadas en España, la posibilidad de que se escapara a la inmunización mediada por la vacuna, pero varios estudios han confirmado que es muy poco probable. De hecho, se pone el ejemplo de Israel, con la variante británica en más del 80% de los casos y en donde se está comprobando la efectividad de la vacunación, muy avanzada. Ayer, además, otro estudio concluía que tanto los vacunados con las dos dosis de Pfizer como los que se contagiaron del virus originario de manera natural tienen capacidad para bloquear la variante británica.