Más de 400 asturianos han necesitado atención psicológica por miedo a la pandemia

La Consejería de Salud del Principado de Asturias ha puesto a disposición de la población general un programa de atención psicológica para casos relacionados con la pandemia. Aunque va dirigido principalmente a la ciudadanía, el programa cuenta con dos líneas más: una para el asesoramiento, apoyo y asistencia psicológica para personas hospitalizadas por covid o sus familias; y otra para los sanitarios de primera línea. Comenzó a finales de mayo de 2020 y ya han participado en 413 personas.

Según Mar Fernández, responsable de la Unidad de Coordinación de Salud Mental de Asturias (Ucosam), comenta que «en torno al 55% de los pacientes lo eran ya antes de Salud Mental». Además, el 21% no habían necesitado hasta el momento asistencia médica por motivos de salud mental. Cabe destacar también que la mayoría de los usuarios son mujeres de entre 35 y 65 años. «Esto no quiere decir que no haya pacientes más jóvenes o de mayor edad», apunta Fernández. Asimismo, el 2% son docentes con preocupación o miedo a la pandemia.

Síntomas como la obsesión, sensación de presión en el pecho, ansiedad o angustia  mantenida en el tiempo, así como el abandono del autocuidado, no comer adecuadamente, tendencia a meterse en la cama, irritabilidad o explosiones de ira serían motivos de peso para acudir a un profesional. Problemas laborales o el duelo son algunos de los problemas más frecuentes en estas consultas. «Asumir que en poco tiempo una persona pasa de estar bien a contraer el covid y fallecer, en muchos casos requiere de ayuda. No es fácil», empatiza Mar Fernández.

¿Cómo puedo acceder al programa de atención psicológica?

En caso de manifestar algún síntoma la primera línea de contacto sería a través del médico de cabecera, en atención primaria. «Cualquier persona que considere que los síntomas o la situación que tiene superan la normalidad o le parece que tiene que ver con algo que se agrava en el tiempo, debe una petición de consulta. El médico lo valora y lo traslada. En el caso de menores sería a través de pediatría. Todo ello vía telefónica», explica la coordinadora de Ucosam.

A continuación, el médico de cabecera decide dónde envía al paciente. Dependerá, por ejemplo, del área sanitaria en la que se encuentre. «Si está en una donde hubiera psicólogos de atención primaria iría primero ahí. En el caso de que no hubiera este recurso, el paciente sería derivado al centro de salud mental que le corresponda, pero ya directamente al programa de atención psicológica».

En todo caso, que la atención sea online o presencial depende de la valoración del profesional, de cómo vea a situación y la evolución del sujeto. «Muchas veces los síntomas son susceptibles de ir trabajándolos con unas pautas, pero muchas otras veces va a necesitar una actividad más centrada en la persona y en las necesidades puntuales que tenga», desarrolla Fernández. No obstante, aunque en las primeras consultas se busca la prespecialidad dependerá también de las medidas restrictivas que haya en cada momento.