Esta es la razón por la que las personas vacunadas con las dos dosis pueden contagiarse de COVID-19
Asturias
Los expertos explican que una persona vacunada que da positivo en COVID-19 en una PCR también puede contagiar
08 Feb 2021. Actualizado a las 05:00 h.
El brote de COVID-19 que a finales de enero se detectaba en el geriátrico de Cimadevilla, en Gijón, brote en el que se han contabilizado 22 casos positivos y una persona fallecida, se convertía en noticia esta semana por confluir la particularidad de que sus internos habían recibido la segunda dosis de la vacuna el pasado 19 de enero. Es decir, diez días antes de que la enfermedad se manifestara en ese centro. La pregunta que surge es ¿por qué se han contagiado personas que en teoría estaban inmunizadas?
Santiago Melón, responsable del laboratorio de virología del HUCA, da una respuesta que puede resultar muy gráfica: «cuando te vacunas no te pones una coraza que impida entrar al virus», por lo tanto explica que la profilaxis «no evita que te infectes, sino que evita los efectos de la enfermedad y los síntomas deberían ser mucho más leves». «Te vacunas para que cuando estés en contacto con el virus, la respuesta del cuerpo sea más rápida y no se produzcan reinfecciones productivas o graves, pero la vacuna no te hace hermético al virus», traslada Santiago Melón, que resume que al estar vacunado «el sistema inmune está preparado».
En esa línea lo explica también exdirectivo de la OMS, Daniel López Acuña, que tiene en cuenta también que el contagio se pudo haber producido en los días previos o inmediatamente posteriores a la inoculación de la segunda dosis. «Y la protección no se alcanza inmediatamente. La protección efectiva puede tardar hasta 30 días, que es cuando se completa el desarrollo de los anticuerpos», manifiesta el mismo. No obstante, Acuña destaca que «las vacunas de Pfizer y de Moderna no protegen del contagio, sino que protegen de la severidad o de la letalidad». Es por ello que el exdirector de Acción Sanitaria en Situaciones de Crisis de la OMS señala que «es factible que encontremos a personas infectadas de COVID-19 pero que no desarrollan la enfermedad de forma severa». No obstante, apostilla que una persona vacunada que da positivo en COVID-19 en una PCR también puede contagiar.
Teniendo en cuenta esto, Daniel López Acuña ve interesante que se investiguen los brotes y si las personas han desarrollado inmunidad. «Hay que ver la positividad de los anticuerpos con un estudio y hacer un monitoreo de la efectividad de la vacuna», indica.
La importancia de mantener las medidas de protección
El epidemiólogo y asistente en la Drexel University (Filadelfia, EEUU), Usama Bilal, coincide en que «las vacunas son muy eficaces protegiendo de casos graves. Es decir, convirtiendo casos que hubieran sido graves en casos leves». Así, se fija en que «si miramos el numero de fallecidos en residencias, por el momento, parece mas bajo que en la segunda oleada, y esperamos que siga así». Además tiene en cuenta que «algunos de los grandes brotes (como el de la residencia de Cimadevilla) ocurrieron justo alrededor de la segunda dosis: las PCRs se hicieron unos 7-8 días después de la segunda dosis, lo que significa que se contagiaron 1-2 días después de la segunda dosis, sin que diera tiempo a pasar los 7-10 días después de esta segunda dosis que es cuando la vacuna empieza a ser más eficaz», explica. Es por ello que, en su opinión, «sigue siendo importante seguir una serie de medidas de protección hasta que los niveles de vacunación sean mucho más altos».
Pedro Arcos, epidemiólogo y director de la Unidad de Investigación en Emergencias y Desastres de la Universidad de Oviedo, también apunta que recibir la segunda dosis de la vacuna no significa que la respuesta inmunológica cambie de un día para otro. Arcos señala que cuando se inocula esa dosis «no se desarrolla la inmunidad completa para parar la infección», sino que con esa nueva inyección va aumentando la respuesta inmunitaria. Sin embargo, advierte que puede tardar más o menos días en función de cómo funcione el sistema de cada persona. «No es igual para todo el mundo», comenta Arcos, que en relación a los brotes de residencia tiene en cuenta que puede darse el caso de que se contagien antes, incluso, de haber recibido la segunda dosis «porque no han desarrollado suficiente cantidad de inmunidad y, si se infectan, hacen enfermedad». No descarta tampoco que pueda producirse infección a los 8 o 10 días de haber recibido la segunda dosis.
«Puede darse el caso perfectamente de que en un residencia estén todos vacunados y se den casos positivos. Esto se debe a que no todo el mundo responde igual a la vacuna, y más cuando se trata de gente mayor porque la respuesta en los sistemas inmunitarios es más deficitaria en personas mayores», manifiesta el experto, que deja claro que esta circunstancia no es exclusiva de la vacuna contra la COVID-19, sino que «pasa igual con otros tipos de vacunas».