El complicado rescate en San Isidro: entre el riesgo de nuevos aludes y hasta cinco metros de nieve
Asturias
Los rescatadores, pertenecientes a grupos «muy especializados de montaña», tuvieron que recorrer ayer a pie los últimos kilómetros hasta llegar al punto crítico
02 Jan 2021. Actualizado a las 15:49 h.
Las labores de rescate en el puerto de San Isidro están siendo muy complejas por la cantidad de nieve acumulada y por la climatología adversa. Hasta cinco metros de nieve se tuvieron que retirar ayer para despejar la carretera AS-253, a la altura de Riofrío, tras el alud de «dimensiones importantes» que cayó sobre la máquina quitanieves con la que trabajaban dos operarios en la zona. El cadáver de uno de ellos era encontrado anoche y a su compañero se le busca ahora en la ladera de la montaña, en la zona en la que ya se ha encontrado la máquina excavadora que manejaban los dos trabajadores.
«El primer aviso se produjo ayer en torno a las cuatro y media de la tarde», relataba hoy el jefe supervisor de Bomberos de Asturias, Eduardo Rubio, desde el centro de mando del operativo de rescate en Felechosa, «ese primer aviso no es muy claro, no hay comunicaciones con los operarios y en torno a las cinco de la tarde confirmamos que efectivamente se han producido una serie de aludes en el puerto».
Según añadió, fueron varios aludes, siendo el que atrapó a la máquina «especialmente grave» al cubrir con entre cuatro y cinco metros de nieve la carretera. Un conductor, en la vertiente leonesa del puerto, resultó también herido al sufrir su vehículo un accidente como consecuencia de la avalancha de nieve.
«Se movieron todos los medios disponibles teniendo en cuenta la complicación de la zona y de la climatología», explicó Rubio. También fue complicado llegar hasta la zona crítica posterior a las viseras, en donde habían quedado atrapadas dos familias en sus coches que «se encontraban bien» pero que no pudieron salir hasta casi las tres de la madrugada cuando «la máquina quitanieves de la vertiente asturiana pudo llegar hasta la zona y despejar la vía para que pudieran bajar».
Pero antes los equipos de rescate tuvieron que hacer los últimos kilómetros a pie. «Llegar en un primer momento fue dificultoso por las dimensiones del alud y porque había varios aludes previos que hubo que sortear, de hecho aproximadamente los dos últimos kilómetros en un principio hubo que hacerlos a pie», indicó Rubio, que también explicó que las labores tuvieron que llevarse a cabo con extremo cuidado ante la cantidad de nieve acumulada y el riesgo que seguía haciendo de aludes.
«Se tuvo que trabajar despacio. Las condiciones siguen siendo muy complicadas tanto meteorológicamente como por el riesgo de aludes, que alcanza un nivel cuatro. Ayer por la tarde, de hecho, se produjeron varios aludes mientras se realizaba la búsqueda», precisó Rubio, que insistió en que es fundamental también garantizar la seguridad de los rescatadores.
Por ello, hoy las labores, que ayer se habían tenido que suspender a las 2.39 horas -una vez que se rescató a las dos familias atrapadas en sus coches- porque no era seguro seguir debido a las malas condiciones meteorológicas, se retomaban a las 8.30 horas de esta mañana con un primer operativo formado por 10 personas de los servicios de Emergencia, la Guardia Civil y la Unidad Militar de Emergencias para valorar si era seguro trabajar en la zona en la que se produjo el alud con el objetivo de continuar con el rastreo en la zona de la ladera, por debajo de la carretera, que fue en donde ayer al filo de la medianoche se encontró el cuerpo de un primer operario.
En todo caso, Rubio indicó que son casi 80 los efectivos de los diversos grupos implicados en estas labores de rescate en San Isidro, «con grupos muy especializados en montaña» como el de Bomberos, el GREIM de la Guardia Civil y el de la UME que se incorporaba hoy a las labores.
«Si las condiciones no los permiten y se valora que es seguro, comenzaremos a meter más equipos para rastrear la zona y ver si encontramos algún rastro», añadía Rubio, este mediodía. Un portavoz de la Guardia Civil, según recoge Efe, indicaba también entonces que se estaba intentando acceder a la zona del siniestro, en las proximidades de Riofrío a cuatro kilómetros de la cima del puerto de San Isidro -que alcanza una altitud de 1.520 metros-, desde la parte inferior del alud y utilizando esquís para estar más protegidos ante otra posible avalancha que en caso de hacerlo desde arriba.