La hostelería podrá abrir el 14 de diciembre, sin barra, hasta las 23.00 horas y con cuatro comensales por mesa

Tal y como estaba previsto, el sector de la hostelería reabrirá en Asturias. El Principado se había marcado el cumplimiento de unos criterios objetivos de incidencia de la pandemia para tomar decisiones y, una vez rebajada la tasa de incidencia a siete días por cada 100.000 habitantes por debajo de 125, ha decidido flexibilizar las medidas restrictivas. Eso sí, la vuelta a la actividad será con condiciones, ya que bares y restaurantes tendrán que esperar al día 14 de diciembre para subir la persiana, ahí se estudiará retrasar el toque de queda hasta las 23.00 horas y solo podrán atender a cuatro comensales por mesa.

El Gobierno autonómico también levanta el cierre a la cultura y el deporte -a partir de la publicación en el BOPA esta misma tarde-, excepto a los gimnasios y centros deportivos, que también tendrán que esperar al día 14. El comercio también tendrá nueva medidas de alivio, ya que los que superen los 300 metros cuadrados podrán abrir con un 30% de aforo, al igual que los gimnasios.

Pablo Fernández, consejero de Salud, ha sido el encargado de anunciar las medidas. Fernández ha calificado la evolución de la pandemia en Asturias de «esperanzadora», pero ha señalado que no es el momento de bajar la guardia. El consejero ha recordado que en la tasa de incidencia a 14 días por cada 100.000 habitantes la región sigue en el nivel 4 de alerta (el más alto), lo mismo que en presión sanitaria, tanto por el porcentaje de camas ocupada en planta como en la UCI.

En el caso de la hostelería, el consejero ha explicado que no se permitirá el uso de las barras salvo para la recogida de pedidos y que se establece que la distancia entre sillas ocupadas en el interior de los locales sea al menos de dos metros de manera que se garantice la distancia entre personas en todo momento, «estén en la misma mesa o en otras». También ha instado a que se priorice el uso de terrazas, «porque hay menos riesgo», y que, en el caso de los interiores, se atienda de manera estricta a la ventilación para minimizar el riesgo de contagios.

Las medidas anunciadas por el Principado cumplen a medias las peticiones de los hosteleros. José Luis Álvarez Almeida, presidente de la patronal OTEA, había explicado que su objetivo era que el Ejecutivo retrasase el toque de queda hasta las 0.00 horas para que los establecimientos pudieran dar cenas y que se les permitiese utilizar el interior de los locales -con las barras cerradas, seis personas máximo por mesa y separación de dos metros entre mesas-. La decisión del Gobierno recoge, aunque de una forma más restrictiva, sus reivindicaciones.

El consejero de Salud, en este sentido, ha recordado que se han mantenido reuniones con los diversos colectivos hosteleros, «escuchando sus necesidades, las repercusiones de estas medidas y cuál es la situación sin tapujos, y creo que nos hemos entendido bien». También ha indicado que en los próximos días se reanudarán esos encuentros para explicar en detalle la importancia de cada una de las medidas y buscar la manera de dar la seguridad a la ciudadanía en el sentido de que se van a cumplir.

La decisión ha sido adoptada por el comité de crisis de la Covid-19, en el que ha participado el presidente del Principado, Adrián Barbón;  el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño; la consejera de Presidencia, Rita Camblor; la consejera de Educación, Carmen Suárez; el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz; la consejera de Derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez; la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, la gerente del Sespa, Concepción Saavedra, y el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño. También la Delegada del Gobierno, Delia Losa, y representantes de la Federación Asturiana de Concejos (FACC).