Educación retrasa el inicio del curso escolar en Asturias para hacer PCR a todo el profesorado
Asturias
El Principado crea grupos burbuja hasta segundo de la ESO e implanta un sistema semipresencial a partir de tercero de Secundaria. Se pospone el inicio de las clases pero no se prolonga el calendario escolar. Habrá actividades extraescolares
01 Sep 2020. Actualizado a las 12:48 h.
Las especulaciones han terminado por concretarse. El Gobierno del Principado acaba de anunciar que retrasará el comienzo de curso escolar en Asturias con motivo de la epidemia del coronavirus. De esta forma, el día 22 de septiembre en iniciará para Infantil y Primaria, en lugar del día 10, como estaba previsto. En Secundaria y Bachillerato será entre los días 28 y 29, aunque inicialmente era el 14 y en Formación Profesional, el día 30, en lugar del 18. La propia administración ha puntualizado que el retraso es de ocho días lectivos. La Consejera de Educación, Carmen Suárez, ha afirmado que el Consejo de Gobierno ha adoptado esta decisión para que la vuelta al cole se produzca con todas las garantías. Esto supone realizar pruebas PCR a todo el profesorado y al personal no docente que trabaja en los centros, contratar los más de 850 profesores extra que serán necesarios y adaptarse a la evolución de la pandemia.
Clases burbuja
El retraso en el inicio del curso escolar, algo con lo que ya se había especulado en la última semana, no es el único anuncio de calado realizado por Carmen Suárez. La consejera ha explicado que el sistema de clases burbuja, con una ratio de 20 alumnos, por aula, se implantará desde Infantil hasta segundo de Secundaria. A partir de tercero de la ESO se implantará un método mixto semipresencial. Esto supondrá que la mitad irá a clase un día y la mitad, al siguiente, estableciendo turnos rotatorios. Esto sucederá en aquellos centros en los que no se pueda garantizar la distancia mínima de 1,5 metros en el aula, porque mantengan una matrícula muy elevada.
Este modelo se complementará con dotación tecnológica, para que los estudiantes no queden descolgados los días que permanecen en casa. Suárez ha insistido en que realizarán «una aportación tecnológica, de medios informáticos, para que se pueda compartir la situación del alumnado en casa y en las aulas y que exista una interconexión entre lo que se hace en casa y en el centro». En principio, la intención es destinar más de tres millones en seguir reforzando la digitalización, con la adquisición de nuevos dispositivos portátiles, que los centros pondrán a disposición del alumnado.
Portavoz COVID por centro
Cada centro escolar tendrá que nombrar un portavoz del COVID-19, que será el interlocutor designado para mantenerse en contacto con la Consejería de Salud, será el organismo que adoptará decisiones en caso de la aparición de positivos en un colegio o en un instituto. La voluntad es evitar que se produzca el cierre de centros, por eso se crean las clases burbuja o estables, como prefiere llamarlos la consejera de Educación. El protocolo a proceder en caso del diagnóstico de un caso lo marcará también Salud pero la idea inicial es ir adoptando decisiones tomando como unidad de medidas esos grupos estables.
El calendario escolar
Se retrasa el inicio del curso pero no se prolonga el calendario escolar. Este es otro aspecto importante adelantado por la responsable de Educación. Asturias tiene programados 175 periodos lectivos, 175 días de clase, y esa cifra se mantendrá. Suárez ha explicado que hay margen suficiente para recuperar las lecciones que se pierdan en este mes de septiembre sin tener que adentrarse en el próximo mes de julio. Ha explicado que, tal y como está estructurado, se podrán impartir en el mes de junio.
Ahora se aprovecharán los quince días que se ha pospuesto el regreso a las aulas para realizar las pruebas PCR y para incorporar esos 800 profesores extra anunciados, cuando inicialmente se había hablado de 400. Salud será el departamento encargado de organizar los exámenes médicos. Educación pasará los listados de todo el personal de los centros divididos por áreas sanitarias y el Servicio de Salud del Principado (Sespa) será el encargado de ir citándolos. Suárez ha reconocido que de estas pruebas pueden surgir positivos, por lo que tienen que estar preparados por si es necesario realizar sustituciones de última hora. El criterio de los técnicos de Salud Pública podría aconsejar repetir estas pruebas a lo largo del curso, en caso de que sea necesario.
La contratación de personal también se gestionará en estos días. La gran convocatoria de interinos se adelantó este verano al mes de julio y ya está resuelta. En este llamamiento se cubieron, en números redondos, 3.000 plazas. Es una cifra similar a la registrada en los últimos años. Queda, por tanto, pendiente todos los docentes necesarios para poder organizar grupos de ratios más bajos y autorizar desdobles en aquellos colegios e institutos en los que sea necesario. De ahí surge esa estimación de 800 plazas que habría que sacar antes del 22 de septiembre.
Carmen Suárez comprende que el retraso en el inicio del curso puede suponer trastornos a las familias. Lo entiende pero argumenta que la prioridad es garantizar la máxima seguridad para toda la comunidad educativa y dar una respuesta concreta, en función de la evolución de la pademia.
Comedor y transporte
El próximo curso también funcionarán servicios esenciales como el comedor y el transporte escolar, en los que se extremarán las medidas de prevención e higiene. Esas medidas de seguridad son, por ejemplo, ocupar siempre los mismos asientos, en el caso del comedor, distanciados de los compañeros y compañeras con los que no se conviva en el centro. También habrá actividades extraescolares pero tendrán que autorizarse de acuerdo con un protocolo específico que está elaborando la Consejería de Salud.
Valoración política
Por su parte, Juan Cofiño, vicepresidente del Principado, que también ha comparecido, ha asegurado que «habrá curso escolar con la máxima presencialidad posible» y ha defendido que no ha habido dejación de funciones ni retraso a la hora de tomar decisiones porque «este es el momento de anunciar las medidas». El anuncio se produce, ha explicado, una vez conocidos los datos de la situación epidemiológica de finales de agosto y de celebrarse la conferencia intersectorial entre Gobierno central y comunidades autónomas en la que se han marcado unas líneas comunes entre todas las administraciones. «Ha habido cero improvisación», ha insistido.
Cofiño ha explicado que «la educación y la sanidad son vitales para conseguir una sociedad inclusiva y que se va intentar preservar estos servicios con la máxima calidad». Con esa filosofía en mente, el vicepresidente ha respondido a las quejas de un grupo de padres que reclaman que la presencialidad de los alumnos en el aula sea voluntaria. «No hay lugar para la voluntariedad. El derecho a la educación no está en discusión. Es un derecho de los niños y los poderes públicos estamos para hacerlo cumplir», ha argumentado.