Los mismos nervios en espacios más grandes: la EBAU del coronavirus comienza con normalidad
Asturias
La EBAU, en pabellones y centros culturales
El acceso a las nuevas sedes en polideportivos y Laboral se desarrolla de manera rápida y segura. Los alumnos no se sienten perjudicados por las circunstancias
30 Jun 2020. Actualizado a las 18:03 h.
No había casi ruido en el interior. Nada parecido a una competición deportiva o al típico espectáculo que se monta en el Palacio de los Deportes de Oviedo, a pesar de que llegaron a congregarse casi 700 personas. Había montadas más de 600 mesas con sus sillas correspondientes. Entre los bordes laterales de las mesas, 75 centímetros. Entre alumno y alumno, 1,5 metros. La inmensa mayoría pasó sentado la hora y media de espera, entre las indicaciones de los tribunales y las palabras de ánimo de profesores y voluntarios. Unos pocos se aventuraron a ir al baño. Había que ser precavido y, además, era el mejor modo de estirar las piernas y espantar los nervios. La EBAU del coronavirus ha dado comienzo en Asturias sin incidentes reseñables, con casi 5.000 alumnos repartidos en 14 sedes, algunas tan inusuales como este Palacio de los Deportes de Oviedo o La Laboral, en Gijón. La entrada se ha regulado en un tiempo récord. Se han vivido los nervios de siempre pero en espacios más grandes
La vicerrectora de Estudiantes, Elisa Miguélez, ha reconocido que ha sido una convocatoria marcada por las circunstancias, en las que ha sido necesario realizar una planificación más rápida y adaptada a la crisis sanitaria, con la búsqueda de espacios cómodos, que reunieran todas las garantías y que permitieran también la vigilancia de los tribunales, ya que se trata de un examen importante, por lo que es necesario garantizar la equidad. Miguélez ha explicado que los alumnos se han mostrado colaborativos, que no se han producido masificaciones y que el acceso se ha desarrollado de una manera rápida. En el operativo han participado, además de miembros de Protección Civil, universitarios voluntarios que serán gratificados con créditos, los propios tribunales, agentes de la Policía Local con el apoyo de la Policía Nacional.
Solo se han registrado situaciones de tensión concreta típicas de esta convocatoria. Por ejemplo, una alumna de Gijón sufrió un ataque de ansiedad y tuvo que ser atendida. En Oviedo, hubo matriculados que no se presentaron Miguélez explicó que es algo habitual, sobre todo, en sedes en las que se presentan los alumnos que van por libre y no de la mano de un instituto o colegio. La Universidad de Oviedo no sabe todavía si ha habido alumnos que no han acudido a las pruebas por sufrir síntomas compatibles con el coronavirus, como por ejemplo, haberse levantado con fiebre. En caso de que así sea, los estudiantes que justifiquen debidamente lo ocurrido podrán presentarse a la convocatoria extraordinaria de finales de junio pero contará como si fuera una convocatoria ordinaria a la hora de elegir plaza en un grado.
Miguélez ha estado presente en Oviedo mientras que el propio rector, Santiago García Granda, hacía lo propio en Avilés. En la mayoría de las instalaciones, la entrada ha sido tan rápida que ha pillado por sorpresa a los propios alumnos, que ya se congregaban en el exterior con más de dos horas de adelanto. Estaban citado a las dos y cuarto de la tarde. Antes de las dos y media ya estaban todos dentro del Palacio de los Deportes, por citar solo un ejemplo.
Voluntarios y alumnos
Uno de los que ayudó a que todo discurriera con esa normalidad fue Pablo Benavides, alumno de primero del grado de Administración y Dirección de Empresas (Ade), que uniformado con una camiseta verde que distinguía a los voluntarios respondía a las dudas, indicada dónde estaba el baño y repartía instrucciones básicas. Hace justo un año que Pablo Benavides estaba en el otro lado y entiende perfectamente cómo se encuentran, aunque en su caso el coronavirus era algo impensable. Así que podía transmitir mensajes tranquilizadores. Cuando comenzaron a repartirse los primeros exámenes de Lengua Castellana y Literatura II, de la fase de acceso, a las cuatro menos cuarto en punto, su labor concluyó. Los voluntarios desarrollarán su tarea de apoyo durante los tres días que dure la EBAU ordinaria.
La Universidad ha lanzado recomendaciones generales. Así ha aconsejado que siempre que se pueda se lleve la mascarilla puesta. No obstante, en el interior del Palacio de los Deportes, una vez todos sentando, había amplitud suficiente y la mayoría optó por ponerla sobre la mesa. Se respetaba la distancia de seguridad y las mesas estaban distribuidas de manera holgada. Los miembros del tribunal que caminaban entre las mesas sí que iban protegidos, igual que los matriculados que levantaban la mano para hacer preguntas o que iban a los aseos.
José López, del instituto Fléming, de Oviedo, ha sido uno de los convocados en esta sede. No ha estado especialmente nervioso, aunque la espera de casi hora y media se hacía larga. López quiere cursar los estudios de violín en el Conservatorio Superior de Música, así que tampoco tiene una presión excesiva por la nota. De hecho, cuando hace unos meses pensaba en sí misma enfrentándose a la EBAU se imaginaba mucho más tenso de lo que estaba justo antes de empezar la prueba. El curso ha sido raro. Lo reconoce. Pero también admite que ha tenido más tiempo para estudiar por su cuenta y que la materia de los dos primeros trimestres la lleva muy bien aprendida. Así que no se puede decir que se sienta perjudicado por las circunstancias.
Sergio Lombardero, del turno nocturno del instituto Alfonso II, ha visto a gente muy nerviosa pero él no lo ha estado en ningún momento. Eso es lo que cuenta. Puede ser porque no tiene la presión de la nota. Lombardero confiesa que no tiene ninguna vocación profesional definida y que, a día de hoy, no sabe qué va a hacer con su vida, en qué grado va a matricularse. Su prioridad es aprobar la prueba de acceso a la Universidad para luego encontrar su camino. Califica de «locura» el último trimestre del curso, con el confinamiento y la suspensión de las clases. Cree que ha sido todo un poco caótico y que los profesores, a los que también pilló por sorpresa la crisis, han estado un poco perdido pero han hecho todo lo posible por ayudarles.
También procedían del Alfonso II Alejandra González y Candela Díaz. La primera quiere entrar en Medicina, en Oviedo, y necesitar sacar nota. La segunda pretende cursar Farmacia y le gustaría hacerlo en Salamanca. Candela Díaz confiesa que es muy nerviosa y que en algún momento llegó a pensar que el día que empezase la EBAU iba a terminar llorado. No ha sido así. Se encontraba en el Palacio de los Deportes, con la sonrisa pintada. Alejandra González ha reconocido que debido a la crisis del coronavirus ha tenido más tiempo para estudiar y ha podido mejorar sus notas. Candela Díaz también cree que el tercer trimestre ordinario hubiera sido más duro que el que han tenido finalmente debido a la crisis sanitaria.
La crisis del 98 y Elvira Lindo en los primeros exámenes
Las pruebas de la EBAU en Asturias han comenzado con los exámenes de Historia, con preguntas sobre la crisis del 98 o la Guerra Civil española, y un comentario sobre un texto de Elvira Lindo en Lengua Castellana y Literatura II.
En el examen de Lengua Castellana y Literatura II los alumnos han tenido que responder a varias preguntas y analizar el texto «Te la estás jugando», en el que la periodista y escritora Elvira Lindo aborda el problema social generado por la proliferación de los locales de juego.
Los alumnos también se han enfrentado al examen de Historia, en el que debían responder a cinco de las diez preguntas planteadas sobre cuestiones como las consecuencias para España de la crisis del 98, las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz, las causas de la Guerra de Sucesión española, la dictadura de Primo de Rivera, la Guerra Civil española o la transformación de la sociedad española durante el franquismo.