La curva que mejor refleja la evolución de la Covid-19 en Asturias
Asturias
Los datos de nuevos contagios y de fallecidos de las dos últimas semanas reflejan un descenso de la incidencia del coronavirus en la región. López Acuña insta a no relajarse pese a la aparente normalidad porque «el virus no ha desaparecido. Está ahí»
11 Jun 2020. Actualizado a las 05:00 h.
La pandemia del Covid-19 parece que está de retirada en Asturias. Los balances de las últimas semanas empiezan a ser alentadores aunque cierto es que no han faltado los sobresaltos cuando se han detectado rebrotes en espacios tan vigilados y sensibles como pueden ser las residencias de mayores por la vulnerabilidad de los mismos. Si se echa la vista atrás 15 días, hasta el pasado miércoles 27 de mayo, el número de fallecidos desde entonces hasta ahora es de 18, con un registro de tan sólo 31 nuevos contagios, de los cuáles 18 se detectaron en una misma jornada en la residencia El Carmen de Gijón. Como consecuencia de ese brote, se produjeron 6 muertes el martes 2 de junio, la peor jornada para nuestra comunidad autónoma desde comienzos de mayo.
La Plataforma de Bioestadística y Epidemiología del ISPA (Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias) se encarga de reflejar en un gráfico que publica día a día en redes sociales la tasa de incidencia del Covid-19, en la que tiene en cuenta los casos positivos confirmados por PCR por cada 100.000 habitantes. La curva que dibuja dicha estadística es una línea que tiende a hacerse recta después de dos meses de virulentas subidas y bajadas y jornadas en las que el número de nuevos contagios superaba de largo la centena. El propio organismo refleja en los últimos comentarios que acompañan a los gráficos que se mantiene baja la actividad epidémica
Tendencia positiva
Daniel López Acuña, ex directivo de la OMS, también destaca que «la tendencia que se observa en Asturias es muy positiva» teniendo en cuenta que ya son varias las jornadas en las que no hay que lamentar fallecimientos y en las que tampoco se detectan nuevos contagios. En su opinión, la curva que se está dibujando en nuestra comunidad autónoma refleja «un adecuado control de la transmisión del virus» lo cual «nos permite avanzar de forma sólida en la desescalada».
Sin embargo, el mismo aboga «por no echar las campanas al vuelo» porque recuerda que en la nuestra y en otras comunidades se han visto indicios de repuntes y rebrotes, principalmente en lugares tan sensibles como pueden ser los geriátricos. Es por ello que insta «a estar muy al cuidado» en el Principado porque «es en esos sitios donde hay un alto riesgo de transmisión y donde nos jugamos mucho». «Tenemos que estar muy pendientes y estar listos para controlar y establecer el cerco para evitar una transmisión comunitaria», manifiesta López Acuña, que apostilla que son las personas asintomáticas las que vuelven a reintroducir el virus «y encienden el proceso patológico que deriva en casos nuevos de contagios». Es por ello que pone de relieve «la importancia de una vigilancia epidemiológica reforzada» porque advierte que «en la nueva normalidad el virus sigue ahí y hay que mantenerlo a raya».
«No podemos relajarnos y no debemos caer en la tentación de pasar por alto el uso de la mascarilla o la distancia de seguridad por esta aparente normalidad, porque el virus no ha desaparecido. Está ahí», manifiesta el ex directivo de la OMS, que insiste en que «mantener la distancia física es el principal factor para evitar la transmisión».
¿Tendrá el coronavirus una menor incidencia en verano?
Daniel López Acuña señala que lo que se espera es que en los meses de verano el Covid-19 tenga una menor incidencia. No obstante, deja claro que el comportamiento de este coronavirus es aún «muy desconocido» y que por eso su llamamiento es a la «prudencia» pese a la evolución positiva que se está dando en la región en las dos últimas semanas y exceptuando los rebrotes localizados.
«Hay muchos elementos para ser optimistas, pero no se puede bajar la guardia», concluye el mismo pese a que los datos de los últimos 15 días corroboren que la letalidad ha disminuido y que los hospitales están lejos de la saturación.