Este es el peor aliado del coronavirus en Asturias
Asturias
La presión arterial es la principal complicación en salud que padecían los fallecidos por COVID-19. Menos del 20% padecía patologías respiratorias previas
27 May 2020. Actualizado a las 05:00 h.
La hipertensión arterial se ha convertido en el aliado más eficaz del coronavirus en el Principado. El 62% de las mujeres y el 59% de los hombres fallecidos en Asturias como consecuencia del COVID-19 ya habían sido diagnosticados por su presión arterial alta. Sin embargo, menos del 20% sufría complicaciones respiratorias previas. Así consta en el último informe realizado por la Dirección General de Salud Pública en colaboración con el Observatorio de la Salud de Asturias, realizado con datos recogidos hasta las siete de la mañana del 25 de mayo.
Las cifras de mortalidad recogidas en esta investigación elevan la cifra de fallecidos a 332, por encima de las que ofrece diariamente la Consejería de Salud. La razón la explica el propio informe. Se han recogido diferentes fuentes de información las personas fallecidas y se ha contrastado si esas personas tenían algunas pruebas COVID-19 realizada y si los resultados eran. Por tanto, todos son casos confirmados por las técnicas de PCR y test rápidos de anticuerpos totales o de IgM o IgG. Son superiores a las que recopila el Ministerio de Sanidad, que únicamente contabiliza los casos confirmados mediante PCR.
Esos 332 fallecimientos implican una tasa de mortalidad de 32,55 por cada 100.000 habitantes. La tasa de incidencia, al contrario de lo registrado en las semanas anteriores, es ahora ligeramente superior en mujeres, pero esa diferencia, señalan los autores, no es estadísticamente significativas. De hecho, en el número total de casos la letalidad es ligeramente inferior en las mujeres. La edad promedio de fallecimiento es de 83,6, años mientras que la edad media de contagio del COVID-19 es muy inferior y se sitúa en 60,2 años.
Ni uno solo de los fallecidos estaba libre de complicaciones. Todos presentaban factores previos que los convertían en población de riesgo. La que presenta una mayor prevalencia es la hipertensión arterial, presente en el 615 de los fallecidos. Le sigue en frecuencia, con un tercio de las personas fallecidas, las cardiopatías (43%), y las demencias de distinto nivel de gravedad (41%). Eran diabéticos un 27%. Al contrario de lo que se podría pensar a priori las complicaciones respiratorias no han sido tan determinantes. Un quinto de las personas fallecidas tenían EPOC, asma o bronquitis crónica.
La tasa de mortalidad sobre el territorio no ha sido homogénea. Los peores resultados se han obtenido en el área sanitaria V, con cabecera en Gijón, con una tasa bruta de 38,1 por cada 100.000 habitantes. En cambio, los mejores datos han sido los de las áreas I y II, con cabecera en Jarrio y Cangas del Narcea. Si se compara con la media nacional, las cifras asturianas son mucho más bajas. El Principado se coloca en el nivel más bajo entre las comunidades, solo Canarias y Murcia están mejor, con un promedio cinco veces más bajo que las comunidades con tasas más elevadas, que son Madrid y Castilla-La Mancha.
Una parte del informe se centran en lo ocurrido en las residencias de ancianos y de discapacidad. Así, determina que, a fecha 25 de mayor, han fallecido con coronavirus confirmado 207 personas cuyo domicilio era una residencia, esto supone el 62,4% del total de fallecidos. Sobre el total de usuarios de este tipo de servicios en Asturias supone el 1,59%, de los 13.000. Destaca, además, que no ha habido fallecimientos en las plantillas de trabajadores.