Educación lanza un manual de instrucciones para volver a clase el 4 de junio
Asturias
La consejería reclama que se limite el uso de ascensores, que se creen circuitos para circular por los pasillos y que haya en cada aula una solución de gel hidroalcohólico
25 May 2020. Actualizado a las 18:15 h.
La Consejería de Educación del Principado acaba de publicar una resolución en la que fija la reanudación de la actividad lectiva presencial para el próximo jueves, 4 de junio de 2020, para atender al alumnado, que voluntariamente decida volver a clase, de segundo de Bachillerato, el último curso de FP y de cuarto de Secundaria, como tarea de refuerzo. La Administración educativa también ha publicado una guía de siete folios de medidas de prevención e higiene frente al COVID-19 para los centros educativos, que limita el uso de ascensores, ordena colocar mamparas para atender al público, organiza la circulación en pasillos para respetar los dos metros de seguridad y manda colocar en cada aula una solución de gel hidroalcohólico.
Educación recuerda que Asturias acaba de entrar en la fase dos de la desescalada, lo que habilita a las administraciones educativas a decidir qué hacer dentro de su ámbito territorial, si es conveniente retomar las clases presenciales en las etapas no universitarias, y a determinar en qué condiciones. La consejería considera conveniente retomar la actividad en segundo de Bachillerato, para que los estudiantes puedan así prepararse para los exámenes de la EBAU; en cuarto de la ESO, para que pueda puedan acceder a lecciones de refuerzo aquellos que lo consideren necesario, y también en FP, para realizar las prácticas en empresa y el proyecto de final de ciclo. También se organizarán tutorías para los colectivos más vulnerables.
La Administración asturiana es consciente de las complicaciones que puede acarrear a los estudiantes este inicio a medio gas, en pleno mes de junio. Por ese motivo, en el caso de los alumnos de cuarto de Secundaria que tienen derecho al transporte escolar, abre la posibilidad de que se presenten a una convocatoria abierta con ayudas individualizadas.
La resolución, publicada en el portal de Educastur, ordena la incorporación del personal docente necesario para prestar la actividad lectiva señalada en esos cursos. También deberán volver a los centros el profesorado que decida la dirección para completar el tercer trimestre.
En qué consisten las instrucciones
En primer lugar, la resolución de la consejería establece qué profesorado tiene que estar en los centros el próximo jueves, 4 de junio. Ese día se incorporarán los docentes de segundo de Bachillerato, los tutores de cuarto de la ESO y también otros profesionales con clases en ese mismo curso que sean necesarios para atender a los estudiantes que se incorporen voluntariamente y que necesiten refuerzos. Estos alumnos podrán ser convocados por los tutores. Del mismo modo, deberán reincorporarse los profesores de las enseñanzas profesionales vinculados a las prácticas en empresas y los proyecto de fin de grado y aquellos que estén designados para integrar los tribunales y las comisiones de las pruebas de acceso a las distintas enseñanzas y a la obtención de títulos. Por último, la consejería reclama la presencia de los orientadores y el resto de integrantes de los equipos de orientación educativa y psicopedagógica.
Los equipos directivos tendrán ver cuántos alumnos se acogen a esta opción de regresar voluntariamente a clase en junio para ver con cuántos docentes tienen que contar. La organización queda en sus manos. La única línea roja que marca la administración es que esta mezcla de atención presencial y telemática que se va a producir a partir de la próxima semana «no puede suponer un incremento del horario del profesorado».
El Ministerio de Sanidad ha definido como grupos vulnerables frenta al COVID-19 a los profesionales diagnosticados con diabetes, enfermedad cardiovascular, incluida hipertensión, enfermedad pulmonar crónica, inmunodeficiencia, cáncer en fase de tratamiento, los embarazos y los mayores de 60 años. Esos no tendrán que incorporarse. Pero no es algo automático. El profesorado que se encuentre en esas circunstancias tendrá que cursar una solicitud al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales. Aquellos que tengan personas a su cargo podrán solicitar un permiso para la conciliación de la vida laboral y familiar, condicionado a que no haya otras personas responsables de las personas dependientes a cargo.
Qué alumnos no pueden volver aunque quieran
No podrán volver a clase, aunque quieran, los alumnos con síntomas compatibles con el COVID-19 o que estén diagnosticados y tampoco aquellos que se encuentren en cuarentena por haber tenido contacto con algún positivo. Educación reclama a las familias que vigilen el estado de salud y que les tomen la temperatura todos los días antes de ir a clase. Si el alumno tiene fiebre o síntomas tendrá que ponerse en contacto con su centro de salud.
El alumnado vulnerable no podrá volver al aula. Como sucede con los docentes son aquellos con enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, cáncer, inmunodepresión o hipertensión arterial. Solo podrán hacerlo con el visto bueno de los profesionales sanitarios a cargo de sus casos. En estas situaciones, las familias deben presentar una declaración responsable.
Las medidas
El centro educativo deberá proporcionar el material preciso y la información para su uso correcto, para garantizar las medidas de seguridad, higiene y prevención de riesgos laborales de todos los trabajadores, tanto docentes como no docentes. Esto incluye desde los geles hidroalcohólicos, al agua y jabón, toallas de papel, mascarillas, guantes, papeleras pedal, con tapa y bolsa, y mamparas de protección. También se deben extremar las medidas de limpieza y desinfección del centro, en las zonas privadas de los trabajadores, en los aseos y en cualquier zona común.
La señalización es fundamental. Cada instituto deberán tener marcadas las entradas y salidas de los edificios, los circuitos, las marcas de separación en el suelo en los espacios reservados para atender al público. Se limitará el uso de los ascensores y se reservará solo para los casos de discapacidad motórica o cualquier situación que afecte a la movilidad. También se limitará el uso de los aseos. Solo podrán acceder a estos espacios los trabajadores y los alumnos pero ninguna visita externa.
En las recepciones o consejerías y en las secretarías, en resumen en las zonas comunes en las que normalmente se atiende a las visitas a los centros educativos, se instalarán mamparas o barreras de protección y se colocarán geles hidroalcohólicos. La atención presencial solo se organizará con cita previa y para casos en los que sea estrictamente necesario. De hecho, cada centro publicará en su página web los horarios de atención al público y el teléfono para concertar esa cita previa, así como los supuestos en los que procede hacerlo.
Los espacios, por adelantado
Las direcciones de los institutos tendrán que fijar por adelantados qué espacios de los centros se van a utilizar para las clases, si serán las aulas ordinarios o las bibliotecas, qué baños usará cada uno y cómo se aprovecharán los espacios comunes. Siempre tendrán que tener en mente esa distancia de dos metros, la idea de que no se produzca una concentración de personas y los circuitos de movilidad por los pasillos. En cada aula habrá geles y se intentará que los desplazamientos los hagan los profesores y no los grupos de alumnos. Se recuperarán las filas para las entradas y salidas, tal y como se ordenan los accesos en los cursos de Infantil o en los más pequeños de Primaria y, si es necesario, se escalonará por tramos horarios. Esto dependerá del número de alumnos que decida reincorporarse.
Los equipos tendrán que atenerse a unas instrucciones de limpieza y desinfección que ya se publicaron en una resolución el pasado 12 de mayo de 2020. La Consejería de Educación reclama también que se haga un esfuerzo en la tarea informativa.