Riesgo reclama 40 millones a Alcoa y avales públicos para relanzar Alu Ibérica
Asturias
El nuevo dueño de las fábricas de Avilés y A Coruña garantiza los 600 empleos hasta mediados del 2021 y asegura que maneja un plan industrial de 250 millones a cinco años, pero rechaza detallarlo
07 May 2020. Actualizado a las 12:30 h.
Guillermo Ruiz Blay es el director del área legal y encargado de relaciones institucionales del grupo industrial Riesgo, que acaba de comprar el 75% de la empresa Alu Ibérica, que gestiona las fábricas de aluminio secundario de Avilés y A Coruña. Esas plantas eran de Alcoa, hasta que el verano pasado se las vendió al fondo de inversión suizo Parter con la condición de que las mantuviese activas y con la totalidad de las plantillas (unos 600 operarios) al menos durante dos años. El plazo acaba en el verano del 2021.
Pero al mes de firmar con la multinacional del aluminio, Parter empezó ya a negociar con Riesgo una reventa hecha pública a mediados de abril, en pleno estado de alarma. Por esto, y porque el nuevo grupo fue descartado por Alcoa hace un año, cuando buscaba compradores para sus plantas, los trabajadores se han quedado atónitos con la maniobra empresarial. La incredulidad inicial se ha convertido en honda preocupación por el futuro de las plantas, compartida por el Ministerio de Industria, el Principado de Asturias y la Xunta. Las tres Administraciones se han limitado a exigir a Riesgo que respete el acuerdo de empleo y actividad.
Guillermo Ruiz quiere tranquilizar a todo el mundo. Asegura que la empresa llega para quedarse, que maneja un «proyecto de verdad», con un plan industrial de futuro que busca convertir las fábricas en un negocio viable que permita el mantenimiento del empleo. Anuncia inversiones que sumarían 250 millones en cinco años.
Pero los comités de empresa desconfían totalmente del nuevo dueño de Alu Ibérica. Quieren saber el detalle de ese plan industrial y no lo tienen. El directivo de Riesgo tampoco lo quiere desgranar: «Hemos mostrado y explicado nuestro plan a todos los que tienen que ver con él. Por distintas personas se nos solicita un nivel de detalle que no es razonable para una operación de estas características».
«Se niegan a dar documentación»
«Insisten en que tienen inversores, pero se niegan a dar documentación y nombres», resume Juan Ramón Paseiro, delegado de UGT en el comité de A Coruña.
El portavoz del grupo industrial aclara que quien ha comprado el 75 % de Alu Ibérica es Riesgo, a través de un vehículo inversor de nombre System Capital Management SL. Detrás de él, asegura, hay inversores de Austria, que «aportan equipo y experiencia», pero que no pueden viajar a España por el coronavirus.
Ruiz Blay, abogado de profesión, aclara que Parter se prestó a negociar con ellos al mes de firmar con Alcoa porque «[en Riesgo] somos muy pesados, queríamos este proyecto, nos costó ocho meses convencerlos de que podíamos ser socios».
Alcoa lo descartó hace un año
Cuando las plantas todavía eran de Alcoa, Riesgo compitió con Parter -y con otros grupos- en el concurso que abrió la multinacional para buscar un comprador. Quería a uno solvente, que garantizase el futuro del negocio y de las plantillas, tal y como se había comprometido con los trabajadores. Pero Riesgo quedó descartado porque el grupo estadounidense albergaba dudas sobre la solvencia del candidato. «Pero no sobre la económica -matiza Ruiz Blay-, nos descartaron por razones técnicas». El directivo asegura que el grupo es solvente y que Parter los ha sometido a un duro escrutinio antes de cerrar el trato, aunque no da datos.
El acuerdo de compra y venta entre Parter y Riesgo es confidencial, pero en él, según Guillermo Ruiz, está por escrito el compromiso de mantenimiento de actividad y empleo en una y otra planta como mínimo hasta el verano del 2021. Es decir, lo mismo que firmó Parter con Alcoa. «No podemos mover una coma del acuerdo», subraya el responsable de relaciones institucionales. O sea, que garantiza paz social durante los próximos catorce meses. Pero, ¿y si la rompen? «Tendremos unas penalizaciones tremendas», aclara Ruiz.
El directivo de Riesgo no quiere decir cuánto dinero le han pagado al fondo suizo por el 75 % de Alu Ibérica, pero afirma: «Nos hemos gastado una pasta, cuando a Parter no le costó ni un euro. Es un signo más de que vamos en serio».
Parter sigue en segundo plano
El fondo suizo mantiene el 25 % de la compañía que compró hace menos de un año. «No se desvincula, mantiene personal, para que no haya ninguna duda de que se está haciendo lo pactado», insiste el abogado. De ese modo, Parter querría preservar la operación y evitar que Alcoa lo acusase de incumplimiento de contrato, porque en realidad sigue en Alu Ibérica, aunque como socio minoritario. Los gestores ya son otros.
Sobre la operación de reventa en sí, Guillermo Ruiz niega que haya nada extraño detrás -«son negocios», aclara-, aunque reconoce que el momento y el modo elegido para darla a conocer fue «precipitado y brusco por culpa de las circunstancias [la crisis del coronavirus]».
Alcoa dice que no sabía nada
¿Y Alcoa? El responsable de Riesgo afirma que la empresa estaba al tanto de las negociaciones, aunque no desde el principio, y que «conoce las circunstancias de la operación». Fuentes de la multinacional aseguraron hace unas semanas que desconocían totalmente las negociaciones entre Parter y Riesgo.
Al vender las fábricas, la multinacional se comprometió a invertir 20 millones en cada una de ellas para apoyar al nuevo inversor en su misión de sacarlas a flote. Y Riesgo ya se los está reclamando, reconoce el directivo del grupo, aunque precisa que Alcoa no adelanta ese dinero, sino que lo reintegra una vez que el nuevo propietario lo haya gastado. «No hay dinero, hay que ponerlo», responde Ruiz Blay a los que puedan pensar que solo quieren hacer caja con la operación.
Riesgo también lanza un llamamiento a las Administraciones: «Necesitamos que el negocio sea viable, tenemos encima un contador de tiempo y precisamos generar las ayudas justas para ello, al menos el aval de las Administraciones», aunque añade que en la actualidad les bastaría la «fuerza inversora» del socio austríaco para aplicar su plan industrial.
Un grupo constituido hace un año y un brazo inversor creado el 3 de enero
De acuerdo con los datos que maneja el portal empresarial de pago Informa, el grupo industrial Riesgo es una sociedad limitada unipersonal constituida el 9 de mayo del 2019, con sede en Benalmádena (Málaga) y dedicada al comercio al por mayor de productos químicos. El accionista mayoritario es Víctor Rubén Domenech, máximo responsable del grupo en España.
La compañía presentó oferta
Su brazo inversor, System Capital Management, es una sociedad limitada con sede en Madrid y con un capital social de 330.000 euros, según figura en el Informa. Además, como actividad declara la de comercio al por mayor de metales y minerales metálicos. Su fecha de constitución, el 3 de enero del 2020.
Guillermo Ruiz Blay tampoco quiere detallar qué otras fábricas tiene el grupo industrial ni a qué se dedican. Sin embargo, en una nota de prensa emitida el 16 de abril, la compañía detalla que «los orígenes de Grupo Industrial Riesgo se sitúan en Los Ángeles, California. En el 2008 arranca su financiera, que pronto se expande con nuevas líneas de negocio y la compra de compañías de exportación e importación, logística e industria. Hoy es un grupo español que cuenta con 10 compañías, 75 profesionales y más de 10.000 clientes, con una facturación global de unos 200 millones de euros anuales». También explica que «cuenta con el soporte de socios financieros y otros grupos empresariales».
Reunión multilateral
La venta de las plantas fue la salvación de las mismas hace un año, pues vino precedida de una amenaza de cierre total, que luego se convirtió en parcial. El Ministerio de Industria actuó como guardia jurado de la operación de búsqueda de comprador y, después, del trato entre Alcoa y Parter. Principado, Xunta y sindicatos siguieron todo el proceso en una comisión de seguimiento. El Gobierno volvió a convocarla hace unas semanas, tras la reventa, e invitó a Parter, que no convenció ni a los Gobiernos autonómicos ni a los sindicatos, que entendían que tenían que estar también Alcoa y Riesgo. Según Guillermo Ruiz, se producirá una nueva reunión con todos los implicados en la que, según el abogado, está deseando dar todas las explicaciones que sean precisas para «dar confianza a todos». Aún no está convocada.