Entre la catástrofe y el boom de ventas: así sobreviven los asturianos que llenan tu despensa
Asturias
Antes del coronavirus buena parte llenaban también la despensa de la hostelería. Todos son productos de alimentación originarios de Asturias, pero ante esta crisis su suerte está siendo muy distinta
03 May 2020. Actualizado a las 05:00 h.
Hay quien ya ha echado el cierre. Otros no tienen dónde vender sus productos y, literalmente, el 80% de la mercancía se queda en puerto. Algunos, por el contrario, llegaron a duplicar ventas en las dos primeras semanas de confinamiento, cuando las estanterías de supermercados y tiendas de alimentación quedaban vacías. Pese a que están corriendo distinta suerte ante la crisis sanitaria de la pandemia de coronavirus, llevándose la peor parte quienes tenían en el canal HORECA (acrónimo de hoteles, restaurantes y cafeterías), todos tienen en común que son productos de alimentación de aquí. De Asturias.
Desde la hermosa lechuga que hasta el otro día se compraba en cualquier mercado hasta el compango auténticamente asturiano. Desde la merluza del Cantábrico hasta la ternera asturiana que se deshace sola en la boca. Y todos esos alimentos que, por su origen asturiano, ya se les presupone una calidad que no siempre se encuentra en lo que viene de fuera.
Este es un repaso por las diferentes realidades que, en el Principado de Asturias, se están viviendo en un sector, el agroalimentario, esencial en cualquier territorio ante esta y las crisis que puedan llegar en un futuro, precisamente porque tiene la capacidad de abastecer a los habitantes de Asturias, llegado el caso, de algo tan necesario y fundamental como es la comida.
la Carne
De duplicar ventas a tener que reinventarse
«Llegó un momento, sobre todo al principio del estado de alarma, que las ventas se duplicaron. Fue exagerado, pero el consumo ya se ha normalizado», dice Elena Cebada, gerente de IGP Ternera Asturiana, que monitoriza a diario los datos generales de las más de 6.000 explotaciones asturianas adscritas a esta marca de calidad y que explica que sólo un 5% de la ternera asturiana se comercializaba en el canal HORECA, elevándose a un 15% en el caso del vacuno mayor.
«Se vendía muy poco a la restauración, mayoritariamente sale de tiendas a hogares y en esas dos primeras semanas del confinamiento se cubrió con creces, pero sí existe cierta incertidumbre en el sector sobre cómo va a afectar la crisis en los hogares», añade Cebada, que también indica que, ante la paralización de la restauración, se ha parado también la estrategia comercial para que Ternera Asturiana fuera más conocida, valorada y demandada en el sector de la hostelería del Principado de Asturias.
Los números, matiza también, son globales y hay casos de explotaciones que sí dependían mayoritariamente de la restauración y que están buscando otras vías para dar salida a su producto. «Había mayoristas para los que el canal HORECA representaba quizá el 80% y están ideando cómo compensar esas pérdidas», explica. En general, la venta online, para quienes ya la tenían en marcha, ha subido bastante e incluso se está enviando a grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia.
«Hay gente que se está poniendo las pilas para hacer páginas web y poder vender online e incluso mayoristas, sobre todo ganaderos, que nos están preguntando qué tienen que hacer para vender ellos de manera directa, para pasar a ser también comercializadores. Y esto sí que es de ahora porque estamos recibiendo más solicitudes de información que en los años anteriores. La gente está mirando todas las posibilidades ante lo que pueda venir», resume.
Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG-Asturias, dice que lo que iba a hostelería era carne normal, de vacuno mayor, que ahora se está pagando a bastante menos. «Mucha gente está aguantando en casa las vacas o algún toro que quiere vender esperando a que esto cambie un poco», explica. Ramón Artime, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agriculturoes (Asaja), también indica que el mayor problema se encuentra en el vacuno mayor porque el canal HORECA era el que absorbía la mayor parte de esta producción, a lo que añade que se han suspendido algunos movimientos ganaderos a otros países, bien de animales vivos, bien de canales.
«Todo ello supone pérdidas económicas para el ganadero, ya que se produce un incremento del gasto al tener que alimentar durante más tiempo un mayor número de cabezas, al mismo tiempo que se deprecia su valor», señala, pidiendo que se financien campañas publicitarias a nivel nacional que fomenten el consumo de estos productos concienciando de la importancia del sector ganadero para la economía de las familias en las zonas rurales.
En el caso de las empresas que forman parte de la Asociación de Investigación de Industrias Cárnicas del Principado de Asturias (Asincar), su gerente, Juan Díaz, describe tres realidades que ya se diferenciaron incluso antes de que comenzara el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Por un lado, las empresas que comercializaban sus productos a través de grandes superficies, supermercados y tiendas especializadas tuvieron un repunte importante en las ventas.
«Ese incremento de actividad duró hasta hace relativamente poco y ya se está volviendo a los niveles de producción y pedidos que eran habituales en esta época del año», explica Díaz, que indica que un segundo escenario es el que están pasando el considerable número de empresas que tenían sus principales clientes en el canal de hostelería.
«Les ha pasado justo el efecto contrario: empezaron a notar el bajón de pedidos antes del confinamiento, algunas comenzaron tramitar la primera solicitud de ERTEs y, en algunos casos, incluso se produjo el cese de la actividad», lamenta, apuntando que en un tercer escenario, intermedio, se encuentran empresas que tienen parte de comercialización a través de tiendas y supermercados y parte en hostelería «que se han visto en esa situación de pérdida de competitividad porque al final es muy drástico: de pronto desaparecen tus clientes y es difícil de solucionar en el corto plazo».
«Hay muchas formas de ayudar a las industrias alimentarias de Asturias pero hay una fundamental: que el consumidor escoja productos asturianos»
Las empresas que no han cesado su actividad, pero ha perdido fuelle, demandan a Asincar servicios desde el punto de vista técnico y tecnológico. «Están tratando de reinventarse», indica Díaz, que explica que este lunes 4 de mayo se pone en marcha un primer webinar con claves ante esta nueva situación que ha traído la pandemia de coronavirus y pasos que se pueden dar para tratar de retomar la actividad «que desde luego no va a ser la misma que se tenía antes. Ahora estamos en un momento en el que muchas cosas van a cambiar y van a aparecer muchas iniciativas de las que habrá que ver cuáles son las que verdaderamente se estabilizan y encuentran un hueco a largo plazo más allá de ser una aparición anecdótica o particular».
Díaz también lanza un llamamiento a los consumidores asturianos: «Habrá muchas formas seguro de ayudar a las industrias alimentarias de Asturias pero desde luego hay una que es la principal y es que el consumidor escoja productos asturianos. Esa es la mejor huida que pueden tener las empresas que lo están pasando mal. Es importante lanzar una campaña de promoción de los productos asturianos, de nuestra tierra, que ponga en valor la producción de calidad que, además, cumple con unos estándares de seguridad muy altos y, en esta situación, eso hay que cuidarlo».
En el caso de la carne ecológica, el director técnico del Consejo de la Producción Agraria Ecológica de Asturias (Copae), Carlos Nuño, explica que los productores más perjudicados son los que se trabajaban con ovino-caprino, puesto que son los que más dependían del canal HORECA. «En ternera va paralelo a la IGP e incluso en las primeras semanas hubo atasco y la demanda superaba a la oferta, pero ahora ya está más estabilizado», indica, poniendo de manifiesto que la restauración asturiana tira poco de la carne ecológica y, por lo que se ve, ocurre lo mismo con la ternera asturiana.
El pescado
Cada día que pasa, aún peor
La situación de los pescadores asturianos es catastrófica. Entre el 70% y el 80% de lo que se capturaba iba directamente al canal HORECA. «Sobre todo la pesca artesanal, que es lo que caracteriza sobremanera a esta región», explica Adolfo García, presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias. «Cada día que pasa es peor», resume. Los precios, hasta mediados de esta semana pasada, habían bajado en torno a un 30% y, en el caso del pescado fino, hasta un 70%. Pero lo dicho, cada día que pasa es peor y el desplome de precios está siendo brutal.
«En algunas lonjas ya hay pescado parado a la venta por el poco precio». Una situación inexplicable se mire por donde se mire. «Los números están ahí, la merluza a euro y poco, el bocarte llegó a pesar a céntimos la semana pasada y el miércoles un barco comunitario mandó 200 cajas de merluza», dice. «Tiran los precios en lo que queda y, claro, no hay salida para tanto pescado por lo que parece. No sabemos si se están aprovechado de nosotros», deja caer.
Entiende que una lubina grande, o un rodaballo, no tengan salida ahora que la restauración está paralizada. «Tenemos claro que mientras el canal HORECA esté cerrado, el sector pesquero va a tener unas pérdidas importantísimas», indica García, que explica que esta semana que termina en todos los puertos asturianos había barcos parados «porque para los oficios que han dado no es rentable ni mucho menos, pero seguimos sacando pescado de mar que hará falta tenerlo con lo que nos viene encima con toda la crisis económica».
Hay mucha incertidumbre también y gran parte de la flota asturiana, añade García, está pendiente de las ayudas que puedan venir de Europa ante la falta de estabilidad económica del sector pese a que hasta la reciente campaña de la xarda se mantuvo la normalidad. «Generó algún ingreso, pero no lo que hubiéramos querido porque ahora es cuando vienen los problemas», indica García, que explica que también se está pendiente de que salga en el Principado un real decreto con las bases de unas ayudas de los fondos Feder que «sería una vía de escape para subsistir de mejor manera» ante esta complicada situación.
La leche y sus derivados
Quesos que se dejan de elaborar y postres que no se venden
Mercedes Cruzado, de COAG-Asturias, dice que la leche se sigue recogiendo con normalidad en las ganaderías tras la subida del consumo en los primeros días del confinamiento. «No le afecta mucho la paralización del canal de restauración porque la gente, si no toma el café en la cafetería, se lo toma igual en cada. Y además se acumuló leche en los hogares por si acaso, quizá creyendo que iba a darse un desabastecimiento porque nadie sabíamos lo que iba a pasar», explica. Ramón Artime, de Asaja, no pasa por alto no obstante las importaciones de leche, «procedentes de países excedentarios de la UE y que están poniendo en riesgo la rentabilidad de nuestras ganaderías».
En el caso de los quesos, Cruzado indica que salieron menos de lo que es habitual porque buena parte de la producción se destinaba a la restauración. Artime destaca que esa paralización ha obligado a muchos productores de quesos asturianos a dejar de elaborar, afectando también a ganaderos que entregaban leche en las queserías y que, aunque han encontrado salida para su producción, el precio es de entre 15 y 20 céntimos más bajo que lo habitual.
En el caso de los postres, como el arroz con leche o el requesón, el bajón en las ventas es considerable porque se destinaban a los restaurantes «y se ha notado mucho», dice Cruzado.
La huerta
A la espera de que abran los mercados
Artime, en el caso del sector hortícola, explica que, aunque la demanda no se ha paralizado totalmente, «sí podemos señalar que ha disminuido un 50% y, al tratarse de productos muy perecederos, no hay opción de almacenar o reorganizar la oferta. Lo que no se comercialice en si momento se estropea». Cruzado explica que el gran obstáculo para quienes complementaban la explotación ganadera con la venta de productos de la huerta fue no tener alternativa de venta tras la paralización de mercados semanales y el cierre de las plazas de abastos.
El director técnico del Copae, Carlos Nuño, explica que en otras comunidades autónomas como Valencia, País Vasco, Cataluña y Baleares fueron los propios gobiernos autonómicos los que permitieron que reabrieran los mercados siguiendo las mismas normas de seguridad e higiene que en supermercados y tiendas. Más de 450 productores están certificados en Asturias por el Copae, además de 122 empresas de envasado, elaboración y distribución. «Para los productores de huerta su canal de comercialización eran los mercados locales y los comedores escolares», apunta Nuño.
Los primeros, recuerda, se abrirán al mismo tiempo que los mercadillos de cualquier otro producto, algo que no se acaba de entender en absoluto -por «discriminatorio e incoherente»- puesto que la alimentación ha sido un sector esencial desde el principio de esta crisis sanitaria. «Ahí se quedaron parados y es lo que más afectó a un montón de productos, no sólo de huerta, que ahora tienen que andar haciendo reparto a domicilio o vendiendo online».
Para echar una mano a los productores, el Copae actualiza cada poco un directorio para contactar con quienes están dando salida a su producción a través de estas vías, que se puede consultar ene este enlace: https://www.copaeastur.org/es/mercauecoquedaencasa/
Y, en cuanto a los comedores escolares, Nuño explica que su paralización ha afectado a productores y cooperativas que distribuían en colegios fruta y zumos ecológicos. «Aparte de los ocho restaurantes que trabajan con productos ecológicos, era muy poco lo que dependía del canal HORECA», indica.
Productos gourmet
Bajan las ventas porque el consumidor se fija más en el precio
El gerente de Asincar, Juan Díaz, señala que los productos destinados al canal gourmet, que tienen más valor añadido y precios más altos, han sufrido un importante decrecimiento en sus ventas. Se trata, por ejemplo, de quesos artesanos, vinos e incluso embutidos, que tienen un proceso de fabricación más largo. «En esta situación de crisis, el consumidor ha reaccionado cambiando sus hábitos de consumo y el precio pasa a ser la principal de las prioridades», indica. Las empresas que se dedican en Asturias a estos productos, añade, tenían programadas unas ventas de cara a la Semana Santa y al turismo que genera que no se han podido cumplir en absoluto.