El nuevo cálculo de la OCDE refuerza la primacía de Asturias en los test
Asturias
La comunidad triplica el número de PCR realizados por mil habitantes de Reino Unido y Francia
28 Apr 2020. Actualizado a las 14:24 h.
La difusión, y posterior rectificación, de la estadística del ránking de test de detección del coronavirus por países desató una tormenta política y mediática con acusaciones cruzadas sobre la interpretación de los datos. España dio información del número de pruebas PCR y los test rápidos cuando el resto de países que forman parte del estudio solo contabilizan el número de pruebas PCR. La OCDE sumó en principio todos los tipos (los rápidos y las PCR) de España para situarla en el puesto octavo del mundo pero cuando reestableció la comparativa únicamente con PCR bajó hasta el 17. Con todo, bajando a los datos regionales de la estadística, Asturias sale reforzada como la segunda comunidad que más pruebas PCR realiza por cada mil habitantes (sólo superada por La Rioja) y si se extrapolaran los datos al ámbito nacional se encontraría a la cabeza del mundo, en el quinto lugar y triplicando las cifras de países como el Reino Unido, Francia o Corea del Sur.
La guerra de cifras tiene un origen y una cadena con muchos eslabones de malentendidos. Son las comunidades las que dan la información sobre el número de pruebas realizadas al Ejecutivo Central. Una de las primeras estadísticas que se hicieron públicas las ofreció el ministro de Sanidad, Salvador Illa a través de su cuenta en twitter.
En este ránking por comunidades, en el que de hecho se distinguen las pruebas rápida y los PCR en dos columnas diferentes, Asturias aparece como la segunda comunidad, sólo por detrás de La Rioja, con con más PCR por cada mil habitantes (33,75), seguida por Cantabria (33,61) y el País Vasco (33,02), y también por delante de Madrid (30,50) y Galicia (30,09).
Asturias que cuenta con un laboratorio de virología en el HUCA apostó desde el comienzo de la epidemia por centrarse en su capacidad para hacer los test PCR y en realidad nunca llegó a pujar por los denominados test rápidos, menos fiables en sus resultados. Después de semanas de priorizar las pruebas en trabajadores sanitarios, el Principado anunció este martes que espera concluir esta semana las que se realizan a los trabajadores de centros geriátricos.
En la estadística publicada por el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, en la que se establecía la comparación por países (que fue sobre la que se hizo eco el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, antes de que la OCDE señalara que había sumado los dos tipos distintos de test en el caso de España); se pone de relieve que el porcentaje de pruebas que hace Asturias está por encima de muchas naciones.
Así, si la tasa asturiana es de 33,75 pruebas PCR por cada mil habitantes, el Principado sería superado sólo por Islandia (134,9), Luxemburgo (64,6), Estonia (36,9) y Lituania (36,6), y estaría por delante de Israel (30), Italia (29,7), Suiza (28,8), Noruega (28,5), Austria (25,9), Dinamarca (25,3), Letonia (25,2) o incluso Alemania (15,1).
El propio presidente asturiano, Adrián Barbón, ha publicado en su cuenta de twitter de forma recurrente una comparativa de las cifras de pruebas realizadas por millón de habitantes con la medición de Asturias respecto a varios países.
El baile de cifras
Aunque la tormenta política ha descargado sus truenos sobre el Gobierno, lo cierto es que la confusión tiene su origen en la OCDE y el Ministerio de Sanidad ha pedido aclaraciones. En un comunicado emitido por la Secretaría de Estado de Comunicación se indica que la OCDE «ha realizado su propio gráfico con test de diagnóstico conjunto, sin discriminar técnicas», mientras que España envió los datos «desglosados de los test realizados, que han suministrado las comunidades autónomas: PCR por una parte y test de anticuerpos por otra».
«En ningún caso» la comunicación del Gobierno «indicaba a la OCDE qué tipo de datos debía utilizar para sus informes», asegura la Secretaría de Estado, que subraya además que fue después «decisión única y exclusiva de la OCDE publicar el gráfico» que establecía un ránking de países según el número de test realizados por cada 1.000 habitantes.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ángel Gurría, ha negado esta mañana haber recibido «presiones» del Gobierno español y ha descartado que exista una «manipulación» de los datos. Además, ha pedido no tratar el ránking como «un concurso de belleza» porque estos «cambian todos los días».
En una entrevista a Onda Cero, Gurría, ha explicado que la OCDE realizó un informe preliminar sin haber recibido los datos de las comunidades autónomas. «Teníamos un proceso en que no había información. No había porque había un problema de las autonomías. Después nos fue facilitada la información y se sumó a esa serie. Si es necesario habrá que hacer ajustes», ha aseverado.
Insistió además en que, en todo caso, lo que «habría que hacer desde el punto de vista estadístico» es añadir «un pie de página» explicando que en la cifra española se estaban sumando dos tipos de pruebas: las PCR y los tests de anticuerpos. «Si en este caso quizás una cifra donde se acumularon dos tipos de pruebas había un 80% de las cuales habría que haber considerado, habrá que ajustar la cifra y después ya veremos cómo va moviéndose España. Los ránkings van a ir cambiando, pero no es un tema de si hubo un intento de manipulación», ha apuntado. Además, ha asegurado que «no está mal tener las cifras agregadas porque los dos tipos de cifras, de pruebas, son válidos».
¿Cómo funcionan y en qué se diferencian los tests rápidos y los PCR?
Son dos las pruebas que se están utilizando para diagnosticar la infección por coronavirus, PCR y tests rápidos, cuyo funcionamiento y tiempo de obtención del resultado difieren. Los tests rápidos son más sencillos de utilizar y dan el resultado en 10 o 15 minutos, frente a las varias horas y la necesidad de personal entrenado que requiere la realización de la técnica PCR.
En la técnica PCR (siglas en inglés de «reacción en cadena de la polimerasa»), que se utiliza de forma frecuente desde hace años para diagnosticar enfermedades infecciosas, se puede detectar un fragmento del material genético del virus, en concreto de su ARN.
En esta prueba se localiza y amplifica un fragmento del ARN del virus, tiene alta especificidad y sensibilidad y permite detectar la infección incluso en sus primeras fases, pero requiere de personal entrenado para su utilización, dada su complejidad, y el resultado no se obtiene hasta horas después de su realización.
Los test rápidos detectan anticuerpos producidos frente al virus utilizando una muestra de sangre o proteínas del virus presentes en las muestras respiratorias de exudado nasofaríngeo. Sus principales ventajas son que se pueden realizar en el domicilio del enfermo y que sus resultados se obtienen en 10 o 15 minutos.
¿Se podrían hacer más?
Si Asturias con los medios del laboratorio virológico del HUCA se ha puesto a la cabeza en el ránking de test por población, lo cierto es que podría llegar a multiplicar aún más su cobertura se desplegara el potencial de otros laboratorios, públicos y privados, y no son pocos.
Al menos, se han contabilizado 59 repartidas entre instituciones públicas y privadas vinculadas a la ciencia. Solo la Universidad de Oviedo dispone de 33, repartidos en 15 grupos diferentes. Esta es la mayor concentración pero también están localizados otros cinco en el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), 18 en dispositivos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), uno en el Instituto de Medicina Oncológica y Molecular (Imoma), uno en la Fundación Vega y otro más en el centro de I+D+i de ArcelorMittal en Asturias. Este último ya cuenta con la validación para funcionar del Instituto Carlos III, que ha comprobado que cumple sus exigentes requisitos de bioseguridad. Además, también el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) cuentan con el material.
El CSIC tiene los suyos, hasta 18, repartidos en tres centros diferentes, en el Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA), en Villaviciosa; en el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN), en El Entrego; y en la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (UMIB), en Mieres.