46 curaciones y 20 fallecimientos: el brote de la residencia de Grado a día de hoy
Asturias
Cuatro residentes permanecen ingresados en hospitales y tres positivos con sintomatología leve están en el centro. «Las personas mayores pueden recuperarse de la infección», asegura la consejera
09 Apr 2020. Actualizado a las 19:43 h.
El coronavirus entró como un vendaval en la residencia de ancianos de Grado, uno de los geriátricos gestionados por el ERA. El brote obligó al Principado a medicalizar las instalaciones, lo que supuso el refuerzo de la plantilla con profesionales sanitarios y considerar como casos activos a los 74 residentes, aunque alguno de ellos no habían dado positivo en las pruebas. Desde entonces, han fallecido 20 residentes. Hoy, el Principado ha confirmado un total de 43 curaciones vinculadas al centro, que se suman a otras tres anunciadas hace unos días. El servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Salud, en coordinación con el departamento de Derechos Sociales y Bienestar, ha tomado muestra a todos los residentes y ha constatado la recuperación de 32 mujeres y 11 hombres, con edades comprendidas entre los 62 años y los 99 años.
Las pruebas confirman que todavía hay pacientes activos. Tres personas mayores con sintomatología leve han dado positivo en COVID-19 y pero no serán trasladados a ningún hospital, ya que su estado clínico no requiere ingreso hospitalario. Otras cuatro están pendientes del resultado. Todas los test realizados son PCR y son las muestras que se analizan en el Laboratorio de Virología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Además, cuatro usuarios más permanecen ingresados en centros hospitalarios.
Tras confirmar las recuperaciones, el centro ha permitido que una de las residentes cuyo resultado en la prueba ha sido negativo se desplace a casa de su familia, tal y como había solicitado.
Los curados
La residencia de Grado registró su primer caso positivo en COVID-19 el pasado 15 de marzo y cinco días más tarde se declaró el brote en el centro. En esos momentos, en Asturias ya se conocía otro brote en un centro educativo de Oviedo, la Fundación Masaveu. La Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, en colaboración con el Servicio de Salud del Principado (Sespa), decidió medicalizar el centro. La plantilla de enfermeras se amplió hasta llegar a las 17 profesionales. «También se reforzó la dotación de servicios e instrumental de apoyo para afrontar con garantías la asistencia sanitaria e incrementar la seguridad de profesionales y residentes», ha explicado la administración. Asimismo, la empresa Tragsa llevó a cabo la desinfección e higienización de las instalaciones.
La mortalidad, no obstante ha sido muy elevada. Lo reconoce la propia consejera de derechos Sociales y Bienestar, Melania Álvarez. «Lamentablemente, la virulencia del virus y la vulnerabilidad de las personas mayores ha derivado en el fallecimiento de 20 personas en Grado, a cuyas familias, amigos y cuidadores queremos trasladar nuestro pésame y cariño más profundo”, ha asegurado. No obstante, reconoce que las curaciones abren una puerta a la esperanza. «Hoy, nos sentimos esperanzados. Este hecho demuestra que las personas mayores pueden recuperarse de la infección. También es un ejemplo de la implicación y dedicación sin descanso de toda la plantilla del centro y de que esta consejería no va a dejar a nadie atrás. Nuestro compromiso con los más vulnerables es, ahora más que nunca, inquebrantable», ha subrayado.
Por su parte, la gerente del ERA, Ana María Suárez, ha agradecido a los trabajadores de la residencia, a su director, al responsable asistencial del Sespa contratado para coordinar el centro, a los residentes, a las familias y a todos los profesionales «el esfuerzo con el que se han adaptado a esta difícil situación sobrevenida, con una fortaleza, valentía y paciencia infinitas».