Familiares de ancianos reclaman la medicalización de algunas residencias
Asturias
La federación ha llamado a dotar de material protector a los trabajadores del ERA
22 Mar 2020. Actualizado a las 05:00 h.
La Federación de Asociaciones de familiares de la red de residencias de ancianos ERA del Principado de Asturias ha remitido una carta abierta dirigida a reclamar mayores medios materiales para los trabajadores de las residencias, instando a que se medicalicen algunas de ellas para evitar la saturación del HUCA en la que resaltan su preocupación por la posibilidad de que el brote surgido en el centro de Grado (con 57 residentes y 13 profesionales afectados) pueda llegar a reproducirse en otros establecimientos de la red.
En la carta, firmada por su presidente José Manuel Suárez Castañón, se destaca que «no hay material para evitar la propagación del virus de los trabajadores a los residentes, lo que está provocando el aumento de bajas entre el personal y el número de casos positivos. Somos conocedores de que toda España está igual, pero a nosotros no nos consuela eso y no podemos quedarnos quietos ante esta tremenda situación».
El escrito resalta que los ancianos constituyen el mayor grupo de riesgo ante el contagio de coronavirus y que «las estructuras de las residencias hacen que la confluencia en espacios comunes de personal y residentes se produzca de forma continuada». En este sentido, Suárez Castañón apunta la urgencia de dotar a los profesionales de como elementos como mascarillas, batas y guantes; y que «se generalicen actuaciones como, los controles diarios de temperatura a todo el personal a la entrada y salida del centro, y que se realicen los test de detección a todos los residentes y trabajadores de todas las residencias con síntomas o sin ellos, para poder actuar más rápidamente. Queremos evitar situaciones como la de la Residencia de Grado donde no se hicieron los test hasta que no se produjo el primer fallecimiento».
Así mismo han reclamado reforzar el personal, especialmente enfermería e, incluso, «que en caso necesario se pueda medicalizar alguna parte determinada de las residencias que lo precisen, lo cual dejaría camas hospitalarias libres y evitaría saturar el HUCA».
La carta de la federación incide en la protección de los trabajadores de las residencias ya que «son en éste momento su figura de referencia, casi su familiar sustituto. Los ancianos no pueden ver a sus familias, se sienten solos, asustados y recordemos que son muy vulnerables. Algunos tienen recuerdos del pasado…y el miedo los paraliza. Sabemos que el personal es, en éste momento, su refugio, su único apoyo, su consuelo, y los únicos que puedan amortiguar la alarma y las consecuencias emocionales (de soledad), que tendrán seguro nuestros familiares».