«A día de hoy todavía hay centros del ERA en los que no permiten usar mascarillas»

Material suficiente, protocolos claros de actuación y pruebas de coronavirus a todos los trabajadores de los centros en los que hay algún positivo. Estas son las tres demandas básicas del comité de empresa del ERA, el organismo que aglutina a los establecimientos residenciales de mayores del Principado, en el que ya se han registrado 80 positivos, entre residentes y profesionales. El foco que más preocupa en estos momentos es el detectado en Grado, donde se concentran 70 casos. Los trabajadores creen que se llega tarde, que no se establecieron protocolos a tiempo, que no hubo material adecuado cuando se necesitó y que la respuesta fue mejorable. Pero cree que están a tiempo de corregirse todas estas deficiencias. «Los trabajadores están trabajando al 200%, lógicamente están preocupados en el ERA se trabaja con la población más vulnerable», señalan los miembros del comité, presidido por Ana Roza.

«Este comité solicito desde el primer momento que se trabajará con mascarilla, para intentar minimizar al máximo la posibilidad de contagiar a los residentes, pero las instrucciones son que solo se utilizan cuando hay casos positivos o sospechosos. A día de hoy todavía hay centros donde no permiten utilizar las mascarillas», explican. Con respecto a los equipos de protección individual, los representantes de los trabajadores entienden que la escasez de material es común a todo el país pero creen que la gerencia, que ocupa Ana Suárez Guerra, tendría que hacer un esfuerzo. La mayoría de los centros no tuvieron nada de material hasta el jueves, cuando comenzó a llegar con cuentagotas. Lo que hay ahora es, a su juicio, «escaso».

La plantilla denuncia que no hubo falta de protocolos de prevención y ponen ejemplos prácticos. No se asiló a los residentes en habitaciones ni se les recomendó que evitasen las salas comunes, tal y como el propio comité de empresa había reclamado a la gerencia. Ahora la situación en la que se encuentran en Grado la califican de «una situación límite». Cree que se hizo mal en el pasado pero ve bien que ahora se medicalice, ya que el número de positivos es lo bastante elevado como para adoptar decisiones contundentes.

Esa contundencia también la quieren ver en otros dispositivos, por eso proponen otro tipo de medidas. El comité cree «que es muy importante que se hagan las pruebas a los trabajadores de los centros donde hay positivos y de los centros que comparten profesionales», ya que hay perfiles itinerantes que prestan servicio en más de un centro. Del mismo modo, reclaman «con urgencia protocolos claros y unificados para todos».

Los representantes de los trabajadores defienden la profesionalidad de muchos directores, que están trabajando de manera intensa, al igual que el resto de sus compañeros. Pero no creen que estén actuando todos por igual. Denuncia que en el caso de la residencia Santa Teresa, en Oviedo, la actuación está siendo «vergonzosa». Entre otros aspectos señalan que entra por otra puerta diferente y que no deja pasar a nadie a la planta en la que se encuentra. Ponen otro ejemplo: la directora de la Residencia Mixta «que amenaza con expedientes a los trabajadores que utilizan mascarilla».