Tecnología puntera de Asturias para la producción de miles de mascarillas al día para toda España

Ante la necesidad de la emergencia sanitaria se ha desplegado un ejemplo de combinación de requerimiento del Estado y aprovechamiento del talento del sector privado, de conexión entre la producción de materiales de alta tecnología en la industria asturiana y rendimiento textil en Toledo. Todo con el objetivo de ponerse a fabricar en masa decenas de miles de mascarillas para el sistema sanitario español, el tiempo corre y a la espera de recibir el visto bueno de los análisis bacteriológicos, el proyecto espera ponerse a pleno funcionamiento en cinco días.

Primero sonó el teléfono de Belén Fernández López, que fuera presidenta de la Federación de empresarias y directivas de asturias (FEDA) y también durante casi dos décadas directora general de Novatex, una empresa especializada en ropa de trabajo, equipos de protección y textiles de un solo uso, ahora ya cerrada. Al otro lado del teléfono estaba el secretario general de Sanidad y Consumo, Faustino Blanco (que fue consejero de Salud en Asturias) y le preguntaba si podría ponerse en marcha de nuevo Novatex, por un motivo, la experiencia acumulada en el trabajo con un material altamente especializado, Sontara, que se fabrica en Asturias, en el valle de Tamón, en instalaciones que un día fueron de la multinacional DuPont.

«No se puede reactivar Novatex, pero tras consultar con mis jefes actuales, ellos pusieron a disposición del Miniserio sus talleres». Se trata de Texpro, de Almacenes Castellanos. Tras la colaboración de la empresa, los técnicos del Ministerio de Sanidad dieron el visto bueno por sus condiciones óptimas a un taller situado en San Pablo de los Montes, en Toledo, y hasta allí se ha desplazado Belén Fernández para coordinar la producción. ¿Por qué ese taller? «Tiene unas condiciones de luz, de higiene, la maquinaria está muy controlada porque es gente que lleva muchos años en el textil y se adaptó enseguida a fabricar de otra manera. Las personas que están trabajando están con gorro, con bata desechable, guantes, gafas, patucos, mascarillas, y eso normalmente en un taller de confección no está. Se implementó un sistema de seguridad e higiene que aceptaron y que está muy bien establecido». 

A la espera de la luz verde definitiva de Sanidad tras el análisis bacteriológico la previsión es producir entre 7.500 y 9.000 mascarillas al días. Por el momento todas ellas destinadas por completo al sistema público sanitario, aunque, según destacó Belén -fernández, se trata de cifras provisionales, «hasta que no nos pongamos a ello en cadena y que dé el ok el ministerio, no podremos decir cuántas son».

En el taller toledano trabajan en la actualidad 22 personas. Allí se producirá con la materia prima enviada desde Asturias. «Se están consiguiendo mascarillas de todos aquellos que puedan producirlas y de toda la importación que les puedan llegar porque evidentemente en un estado de alarma se confisca todo de lo que tenga necesidad el estado», destacó la empresaria.

La cadena Asturias-La Mancha

Pero la producción de Sontara desde Tamón no se limita al taller de San Pablo de los Montes. También en Castilla-La mancha, en Talavera de la Reina, se ultima la cadena para elevar la producción a 30.000 mascarillas diarias.

Según recogió Europa Press, materia prima llegada de Asturias, trabajo de corte en el Centro Tecnológico del Textil de Talavera de la Reina (Toledo) y montaje final en un taller del municipio toledano de San Pablo de los Montes es el engranaje que permitirá la confección de entre 20.000 y 30.000 mascarillas diarias en esta zona de Castilla-La Mancha para atender los problemas de abastecimiento de este producto con motivo del coronavirus.

La consejera de Economía de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, afirmó el lunes ya se produjeron en Talavera de la Reina unas 5.300 unidades tras recibir el material desde Asturias a las 21.00 horas de ese día.

La titular de Economía insistió en que en estos tiempos está «brillando la solidaridad de muchos colectivos», como los centros de formación en el ámbito sociosanitario o las empresas tecnológicas «que están ofreciendo a pequeños comercios como pueden, en este tiempo, de manera gratuita, empezar a vender online».