Educación saca a los inspectores a la calle
Asturias
La consejería encarga supervisar también el ciclo de Infantil y controlar las medidas de apoyo a los alumnos con necesidades educativas. Crea nuevos equipos de trabajo y un plan de formación
26 Nov 2019. Actualizado a las 05:00 h.
El nuevo equipo de la Consejería de Educación ha pegado una vuelta al servicio de Inspección. Pretende que este departamento, que considera fundamental, se modernice y se adecúe a los nuevos requerimientos de la sociedad y del sistema. Así que ha modificado el plan anual que marca el camino a los inspectores ya para este curso 2019-2020. No ha esperado al curso que viene. Educación cambia la organización y también los objetivos prioritarios y les encarga de forma expresa que mantengan «un contacto frecuente con los centros docentes». A cambio, se compromete a dar a los profesionales las herramientas necesarias. Esto pasa por diseñar un plan de formación integral.
Carmen Suárez, la responsable del departamento sabe de lo que está hablando. Empezó a ejercer como inspectora en Navarra, después de haber impartido clases en secundaria durante ocho años, entre 1978 y 1986. Desde 1990 ha sido inspectora en el Principado, con un breve paréntesis de un año en el que trabajó para el Instituto Asturiano de la Mujer. Suárez, por tanto, conoce bien el terreno que pisa y tiene claro el giro que quiere dar al servicio.
Primeros cambios
El proyecto no ha sido publicado todavía en el Boletín Oficial del Principado (BOPA) pero ya es conocido dentro del departamento. Educación amplía los objetivos prioritarios para el próximo curso. Marca un total de cinco metas para el curso que abarcan desde la colaboración en el desarrollo de un modelo educativo que garantice el éxito escolar desde los principios de equidad y calidad educativa, a contribuir en la mejor de los resultados académicos y en la reducción de abandono escolar; promover un clima de convivencia en los centros, fomentando la igualdad de y previniendo la violencia de género y el acoso escolar; o elaborar estudios y dictámenes de situación. La consejería explica que ha introducido mejoras en el plan del curso 2018-2019, tomando como referencia la última circular de inicio de curso y también en la última memoria del propio Servicio de Inspección.
Para renovar los objetivos, intenta renovar el sistema de trabajo. Por esa razón quiere impulsar el trabajo en equipo mediante la constitución de equipos de área. En concreto, organiza cuatro diferentes: convivencia, atención a la diversidad, procesos de evaluación del alumnado y un último de Formación Profesional (FP) y de enseñanzas de régimen especial. Hace especial hincapié en la mejora de la formación, en la generalización de las TIC dentro de la labor de los inspectores y en favorecer la coordinación sistemática con el resto de los servicios de la propia consejería.
La promoción de la convivencia y la resolución de conflictos aparecen en primer lugar. Hasta ahora se pedía a los inspectores que supervisaran la tarea de los centros en Infantil y Primaria. Ahora se amplía a Infantil. Además de realizar un seguimiento de los planes integrales que elabora cada colegio o escuela, de analizar las medidas preventivas y la aplicación de los protocolos, este curso también les encomienda el control «de los procesos de corrección de conductas contrarias a la convivencia, a la normativa sobre derechos y deberes del alumnado», vigente desde 2007 y modificado el año pasado.
La consejería potencia el control de los programas de atención a la diversidad. Reclama que se supervise la utilización de los recursos humanos disponibles, la autoevaluación de la eficacia de las medidas adoptadas o la incidencia en los resultados escolares. Quiere que se impulse la puesta en marcha de estrategias para prevenir el absentismo y el abandono escolar, uno de los aspectos que se ha marcado como meta para esta legislatura la administración.
A Carmen Suárez no le gusta la repetición como herramienta de mejora del aprendizaje. Recuerda que está más que demostrado que no es útil, que los estudiantes que pasan dos años en un mismo curso no registran un salto en su rendimiento. Así que en este plan también hay un apartado en el que demanda a los inspectores que controlen «las medidas adoptadas por los equipos docentes previas a la decisión de no promoción de un alumno en Primaria y Secundaria». Es decir, que se analice si se ha hecho todo lo posible para que la repetición sea el último recurso.
Al mismo tiempo quiere que se realice un seguimiento expreso de las direcciones noveles de los centros, para realizar una tarea de asesoramiento y que los inspectores participen en la seleccionen de las licencias por estudios del personal docentes y en su posterior seguimiento. También les encomienda que realicen informes sobre las solicitudes de cambio de centro efectuadas por la comisión de escolarización permanente.
La formación
Este plan dedica todo el capítulo seis a la formación y actualización de la inspección educativa. Se compromete a elaborar un plan de perfeccionamiento del servicio, mediante la creación de un equipo de coordinación que tendrá que reunirse, al menos, trimestralmente. Establece su colaboración con la red de centros del profesorado y recursos, los denominados CPR, y con el Instituto Asturiano Adolfo Posada para buscar los cursos más interesantes. La administración también asegura que hará lo posible por facilitar la asistencia de los profesionales a esas actividades formativas y a programas europeos, congresos, jornadas o seminarios que pueda contribuir «al mejor desarrollo» de su tarea.