La Voz de Asturias

¿Dónde y cómo se pueden ver las Lágrimas de San Lorenzo en Asturias?

Asturias

Carmen Fernández Redacción
La lluvia de estrellas entre nubes

Este fenómeno veraniego se podrá disfrutar el lunes y el martes con el cielo despejado. El domingo será complicado

10 Aug 2019. Actualizado a las 20:05 h.

Las Perseidas, conocidas también como las Lágrimas de San Lorenzo, son unos de los fenómenos astronómicos más famosos del verano. Tiene lugar todos los años hacia el 12 de agosto (muy cercano al día de San Lorenzo, de ahí su nombre) y es una ocasión magnífica para disfrutar de la noche en la naturaleza, preferiblemente en un lugar oscuro, que esté alejado de la contaminación lumínica de las ciudades para observar este espectáculo natural en toda su grandiosidad. Eso sí, al igual que la luz podría empañar vislumbrarlo el mal tiempo y las nubes también podrían ser un obstáculo, por eso es importante informarse de cuándo y dónde este evento. Y es que como bien ha explicado en otras ocasiones Miguel Martín, divulgador científico de astronomía, astronáutica y ciencias afines, las Perseidas se podrán ver desde cualquier punto del Principado debido a que no se trata de una comunidad autónoma especialmente grande, «en función de la latitud y de la longitud del lugar da lo mismo», pero es importante contar con un horizonte despejado y abierto.

¿Cuándo se pueden ver?

Las Lágrimas de San Lorenzo podrán verse a partir de la madrugada de este domingo y hasta el martes 13 de agosto, en el que será su momento más álgido. En Asturias, se esperan nubes y alguna precipitación para las primeras noches, y cielos despejados a partir del lunes. Aunque esta lluvia de estrellas se puede ver desde el 17 de julio, el momento más álgido para ver las Perseidas coincidirá con las noches de los días 11 al 13, y también podría alargarse hasta el 24 de agosto. Estas noches el cielo presentará muchas nubes medias y altas que complicarán un poco la observación; en la vertiente cantábrica la nubosidad será más compacta e incluso se registrarán algunas precipitaciones. El domingo por la noche el cielo permanecerá cubierto de nuevo a orillas del Cantábrico y en el cuadrante noreste peninsular. En el resto predominarán los grandes claros, lo que permitirá disfrutar de las Perseidas con mayor nitidez, informa Europa Press.

Quedada en Gijón

Gracias a la colaboración de la Sociedad Astronómica Asturiana Omega el domingo 11 de agosto a las 21.45 de la noche en el monte de Deva tendrá lugar una charla sobre los meteoritos y la lluvia de las Perseidas, así como la observación de estrellas fugaces. A las 22 horas, dará comienzo una actividad para crear un universo que brille en la oscuridad para niños de más de 7 años y, a partir de las 22.15 horas, se podrá visitar el Observatorio municipal para observar por su telescopio. Para acudir a este evento se necesita inscripción previa. No obstante, la cita coincide con las peores previsiones meteorológicas.

De igual manera, podrán disfrutarse en cualquier punto de Asturias siempre y cuando se sigan unas ciertas recomendaciones. Es importante desplazarse a un lugar oscuro, lejos de la contaminación lumínica de las ciudades, o evitar sitios con muchos árboles, edificios o montañas que restan visibilidad, así como mirar en la dirección opuesta a la luna.

Por qué sucede

Los cometas, según describen sus órbitas alrededor del Sol, van arrojando al espacio un reguero de gases, polvo y escombros (materiales rocosos) que permanece en una órbita muy similar a la del cometa progenitor. Cada cometa va formando así un anillo en el que se encuentran distribuidos numerosos fragmentos cometarios. Cuando la tierra, en su movimiento en torno al sol, encuentra uno de estos anillos, algunos de los fragmentos rocosos (meteoroides) son atrapados por su campo gravitatorio y caen a gran velocidad a través de la atmósfera formando una lluvia de meteoros. La fricción con los gases atmosféricos calcinan y vaporizan los meteoros que aparecen brillantes durante una fracción de segundo formando lo que popularmente se denomina como estrellas fugaces. No se trata por tanto de una estrella sino de una partícula de polvo incandescente.

La altura a la que un meteoro se hace brillante depende de la velocidad de penetración en la atmósfera, pero suele estar en torno a los 100 kilómetros. Sin embargo, el alto brillo y la gran velocidad transversal de algunos meteoros ocasionan un efecto espectacular, causando la ilusión en el observador de que están muy próximos. Los meteoroides de masa menor al kilogramo se calcinan completamente en la atmósfera, pero los mayores y más densos (de consistencia rocosa o metálica), forman meteoritos: restos calcinados que caen sobre el suelo. Cada año a principios de agosto la Tierra cruza la órbita del cometa 109P/Swift-Tuttle, que tiene un periodo de 133 años y que pasó cerca del Sol por última vez en 1992. Esta órbita está llena de partículas pequeñas, como granos de arena o menores, que han sido liberadas por el cometa en sus pasos anteriores. Cuando una de estas partículas, que formaron en su día la cola del cometa, entra en la atmósfera terrestre a gran velocidad, la fricción la calienta hasta vaporizarla a gran altura.

 

 


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