La Voz de Asturias

El agente de viajes niega una trama para conseguir fondos extra para el Niemeyer

Asturias

La Voz Redacción
- El ex director general de la Fundación Niemeyer, Natalio Grueso (i), durante el juicio que se celebra a partir de este lunes por las presuntas irregularidades cometidas al frente del complejo cultural de Avilés relacionadas con la emisión de facturas falsas o manipuladas y por las que la Fiscalía pide once años de prisión. El juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Oviedo comienza con la declaración del principal acusado, que también afronta una petición del Ministerio Público de 10 años de inhabilitación y una multa de 24.000 euros. En el banquillo de los acusados también están J.P (2i)., exmujer de Natalio Grueso, a quien el fiscal imputa por su complicidad en un delito continuado de malversación por el que pide 2 años y 6 meses, Marc Martí (2d), ex jefe de Producción del Centro Niemeyer, que afronta una petición de un año y medio de prisión por su supuesta complicidad en un delito de malversación y el agente de viajes J.M.V.R (d).

José María Vigil señala que todas las facturas se corresponden con servicios reales. Reconoce que no contó con la autorización de su oficina central, tal y como marca el protocolo

20 Mar 2019. Actualizado a las 19:13 h.

José María Vigil, exempleado de Viajes El Corte Inglés, ha negado que urdiera una «trama» para obtener un «superávit» con la facturación a la fundación del centro cultural, aunque sí ha admitido «errores». Vigil, que afronta una petición fiscal de ocho años de cárcel acusado de un delito de estafa en concurso con falsedad y de otro de malversación como cooperador en el caso Niemeyer, ha defendido la tercera sesión del juicio que en la facturación que emitió no hay ningún abono que no se corresponda con un servicio real.

 

El acusado ha explicado que, aunque no había un acuerdo escrito, sí había un interés por trabajar con Grueso porque era un buen cliente y ha reconocido que incumplió el protocolo de actuación de El Corte Inglés al facilitar servicios sin contar con la autorización de la oficina central, recoge EFE. Al aflorar que el centro Niemeyer «debía mucho dinero», el agente envió varios correos electrónicos en los que pedía «desesperadamente» un reconocimiento de deuda, pero Grueso contestó «dando largas» sin hacer pagos ni emitir transferencias, según la versión de este acusado.

En este juicio, que continuará el lunes, Natalio Grueso afronta una petición fiscal de once años de prisión, diez años de inhabilitación y una multa de 24.000 euros por la presunta comisión de un delito continuados de malversación en concurso medial con falsedad, otro societario y un tercero de insolvencia punible relacionados con la supuesta emisión de facturas falsas o manipuladas.


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