IU de Asturias, a 48 horas de cerrar sus laberintos

Izquierda Unida de Asturias afronta la recta final de 48 horas antes de la celebración de la triple consulta que decidirá los nombres y alianzas de varias citas electorales inminentes siendo además un proceso abierto a la votación de los militantes que dejará marcado el equilibrio interno de fuerzas en el seno de la coalición y también posiblemente la orientación para establecer qué modelo de relación quiere mantener con la dirección federal. El día 9 se abrirán las urnas, también hay una consulta telemática, para una decisión crucial que se fue postergando en navidades por la crisis abierta tras la renuncia de Gaspar Llamazares: el nombre de quién encabezará la candidatura a la presidencia del Principado. En esa consulta se disputan el puesto, sin que hay una claro favorito, el propio coordinador general, Ramón Argüelles, la hasta ahora eurodiputada, Ángela Vallina, y la concejala de Avilés, Carmen Conde.

La batalla se disputa en todo caso entre Argüelles (con relevantes apoyos en las cuencas) y Vallina (que sumó varias sensibilidades y tiene un gran peso en su lista del grupo parlamentario) pero con un horizonte que ambos grupos asumen con incertidumbre después de que fracasara el intento de pactar una lista de consenso que hubiera ganado por amplia mayoría. En los días posteriores a la proclamación de las candidaturas, Argüelles ofreció «integración» en el caso de ganar la votación. Pero lo cierto es que hay escaso margen para esa disposición dado el mismo modelo de votación --un método Borda-- en el que es posible marcar los nombres de varias candidaturas por lo que el orden de las lista final se determinará principalmente por el número de apoyos entre los afiliados. 

Las urnas se abren el 9 de marzo, pero no sólo para la decisión sobre el cabeza de cartel para las autonómicas. También en esa jornada, los militantes deberán decidir (a la vez) los nombres para la lista al Congreso por Asturias y si desean hacerlo en coalición con Podemos. IU Asturias respaldó de forma masiva, y con graves tensiones con a dirección de Alberto Garzón, la intención de presentarse en solitario, sin los morados, a las elecciones asturianas. Pero la alianza de las generales quedaba en manos de la dirección federal que ha ha hecho una fuerte apuesta por la unión con Podemos aunque haya empezado a resquebrajarse en el plano municipal por Madrid. El mismo puesto de esa lista resultó motivo de polémica en Asturias porque en el primer anuncio de las direcciones estatales de IU y de Podemos se señaló que para IU Asturias se reservaba el puesto tres, con muy escasas posibilidades de lograr un escaño. La respuesta desairada de Asturias, con críticas públicas del propio coordinador Argüelles, llevaron a la dirección federal a señalar que no era un puesto cerrado y finalmente se acordó el número dos. Incluso desde Podemos Asturies se lamentó que las direcciones estatales no hubieran puesto más facilidades en un primer momento. Quedan pocas dudas así de que el 28 de Abril la lista común de Unidas Podemos esté encabezada por Sofía Castañón, como en la pasada legislatura, para el puesto dos se votará por parte de IU al secretario de Acción Política, Juan Ponte contra la candidatura presentada por Ana Solís, del equipo de Carmen Conde.

Ambos, con variaciones, se encuentran los círculos más afines a Garzón; y una de las cuestiones que sobrevuela la jornada del día 9 es si la participación será igual en todas las votaciones abiertas. Porque además de la de los nombres se decidirá también si la militancia sanciona la misma coalición para la que se está votando simultáneamente a su cabeza de lista. Es así porque, una vez resuelta la crisis sobre el puesto dos o tres en la lista de las generales, Argüelles destacó que se sometería a decisión de los afiliados la pertinencia de continuar la alianza con los morados. Ya antes había llegado a advertir que se presentarían en solitario a los comicios si se les relegaba al tercer puesto, tras ganar el segundo resaltó que debía consultarse a «las bases». Pero en la práctica, las posibilidades de ruptura con la dirección federal ya son nulas aunque los conflictos de fondo sigan sin resolverse.

Queda por ver si el sector más favorable a conservar la identidad de IU participa de esa votación con llamadas a reservarse para las consultas de nombres de las listas y no dar legitimidad a la votación del pacto de la dirección federal.