Pedro Nieva fue detenido por realizar la instalación «profesional» en un gran invernadero de marihuana
Asturias
La Guardia Civil detuvo al presunto inductor de la muerte de Javier Ardines el pasado 3 de enero junto a otros dos hombres tras localizar una plantación de drogas en Las Merindades (Burgos)
21 Feb 2019. Actualizado a las 11:29 h.
La de la madrugada del pasado martes en Amorebieta no fue la única detención policial que tuvo como objeto a Pedro Luis Nieva. El presunto instigador de la muerte del concejal llanisco Javier Ardines, fue arrestado también el pasado 3 de enero, acusado de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas por haber realizado la instalación eléctrica de un importante centro de plantación de marihuana en Las Merindades, localidad al norte de la provincia de Burgos. Nieva -empresario del sector eléctrico que regentó un negocio con unos 40 empleados-, fue arrestado junto a otros dos hombres, I. C. G., de 24 años, y M. S. Z., de 38 años. Fue la Guardia Civil la que, en el curso de la llamada Operación Mariateza, detectó y desmanteló centro clandestino de producción sistemática de cannabis sativa instalado en el interior de una vivienda unifamiliar deshabitada, donde se incautaroon de 998 plantas en distintas fases de crecimiento: un sofisticado invernadero para la producción de hasta cinco cosechas anuales. La investigación fue dirigida por el Juzgado de Instrucción nº 1 de Villarcayo y coordinada por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Burgos.
La instalación eléctrica incluía 61 lámparas con tulipa; 31 lámparas fluorescentes; 58 transformadores de corriente; 32 ventiladores; 12 extractores; 9 filtros de carbono, decenas de metros de cableado eléctrico; un generador industrial de 75 kilovatios e incluso un detector de micrófonos para garantizar la seguridad de las instalaciones. Todo ello estaba alimentado a través de una conexión a la red eléctrica a través de un sofisticado sistema soterrado en el jardín. Precisamente fue el fuerte incremento de consumo eléctrico el que despertó las sospechas que concluyeron, después de ocho meses de vigilancia por parte de la Guardia Civil, con el desmantelamiento del invernadero 'indoor', donde se hallaron cientos de macetas, fertilizantes y útiles para el desarrollo y acondicionamiento de las plantas, así como documentación sobre periodos de cultivo. El arresto de los tres implicados, incluyendo a Pedro Nieva, se realizó en tres fases distintas en la provincia de Vizcaya, desde donde se desplazaban a Burgos para vigilar el invernadero, que se disponían a ampliar habilitando una quinta estancia para añadirla a las cuatro ya existentes.
Aunque la empresa de Nieva había conocido momentos de pujanza en el contexto del 'boom' de la construcción, la crisis la golpeó con dureza y hubo despidos que afectaron a toda la plantilla, aunque no llegó a producirse el cierre y Pedro Nieva seguía realizando trabajos en solitario.