Las investigadoras asturianas promueven la inclusión de las niñas en la ciencia
Asturias
La Universidad de Oviedo tiene clara una premisa: las charlas en los colegios favorecen la pérdida al miedo a las matemáticas
11 Feb 2019. Actualizado a las 20:45 h.
Las diferencias de género son aún una barrera que si bien se va derribando poco a poco, todavía queda mucho por trabajar. No es distinto en la Universidad, donde la matriculación en los distintos grados, así como en los distintos campos de investigación, todavía muestra diferencias. Hay áreas mucho más masculinizadas, en las que un factor determinante es la edad y la mayoría de los catedráticos son hombres debido a la tradición en esas materias. Pero, al igual que es importante fijarse en los altos cargos de la carrera profesional, también es determinante poner atención en los inicios. El vicerrectorado de la Universidad de Oviedo tiene clara una premisa: hay que enfocarse en las nuevas generaciones. Las niñas siguen teniendo respeto a la ciencia y las matemáticas, un miedo que comienza a una edad muy temprana y que es necesario combatir. Por esta razón, científicas, ingenieras, altos cargos femeninos y otras investigadoras imparten numerosas charlas y talleres haciendo llegar a los colegios e institutos información e interés cientifíco y matemático. Su objetivo es desmitificar la idea de la ciencia y la tecnología que tiene la sociedad.
Esta semana, coincidiendo con el día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, la Universidad de Oviedo ha organizado un programa de actos con el fin de divulgar y poner en valor el trabajo de las investigadoras de la institución. Charlas en centros educativos, mesas redondas y talleres destinados a los más pequeños centrarán un programa de actividades que tendrá lugar en la semana del 11 al 15 de febrero y en el que la Universidad hará su particular adaptación del reto #10YearsChallenge con el fin de reflexionar sobre la última década en lo individual y en lo colectivo, con las miras puestas en la próxima y en las investigadoras del futuro.
Las mujeres despuntan en ciencias sociales y jurídicas
Las humanidades y sociales siguen siendo de las mujeres, aunque poco a poco la balanza se está equilibrando, como se puede observar en la carrera de musicología, en la que el pasado año se matricularon 52 hombres y 69 mujeres, o en economía, con 470 hombres frente a 425 mujeres. Sin embargo, aún se ven diferencias, como en la carrera de derecho: 660 mujeres y 454 hombres en el curso anterior. «Hay casos curiosos en los que fue determinante una mujer, que llegó a catedrática e hizo escuela ayudando e inspirando a otras que escogieron su campo», explica Isabel Ruíz Peña, directora del área de Promoción de la Investigación.
Peña, como historiadora del arte sabe muy bien la importancia que tienen las mujeres transgresoras que llegan a lo más alto y el impacto que tienen en las nuevas generaciones, de ahí su incidencia en derribar esas fronteras desde la escuela. Es importante remarcar que hay áreas de la ciencia que sí están más equilibradas, como biología, 189 hombres matriculados y 285 mujeres. Química con 65 alumnos y 85 alumnas, o medicina. Pero las ingenierías y las matemáticas aún son una barrera.
Isabel es una de las muchas educadoras que ha investigado sobre el tema. «He publicado varios trabajos sobre este asunto porque me llama mucho la atención lo temprano que las niñas se retiran de estas áreas. A partir de los 6 o 7 años empiezan a considerar que son asignaturas de niños, muy masculinizadas y que son muy complicadas para ellas», explica. Por eso, la Universidad de Oviedo intenta hacer hincapié en las vocaciones tempranas en las disciplinas llamadas STEM (science, technology, engineering and mathematics). Es decir, un tipo de educación enfocada a mejorar la competitividad en las disciplinas académicas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. Para ello, utilizan sus mejores armas, la divulgación científica y las charlas y talleres con diferentes colegios, institutos y centros de formación profesional con los que consiguen reforzar esas áreas de cara a las más jóvenes.
Unas actividades que realizarán a lo largo de la semana con motivo del día de la Mujer y la Niña en la Ciencia, entre las que se encuentra: La mujer en la Ingeniería. 200 alumnos de diversos institutos podrán asistir a la escuela politécnica de Gijón, donde cuatro mujeres ingenieras y emprendedoras les hablarán de sus trayectorias profesionales, así como de sus dificultades y sus logros. Un taller inspirador para revertir la tendencia de la poca participación de la mujer en este campo, en el que se observan datos tan dispares como la matriculación en ingeniería mecánica, con 516 alumnos y tan solo 96 alumnas.
La mujer en la investigación
Otra dato que llama la atención es la diferencia, en edades mayores a partir de 60-65, que existe en los escasos porcentajes de mujeres catedráticas. «Todo va por generaciones, hasta que no se vayan relevando ese equilibrio no se va a conseguir, por eso es importante reforzar esas áreas en las que sigue habiendo menos alumnas. Todavía hay muchos más hombres que mujeres y esto tiene que ver también con la conciliación», afirma Peña.
El papel de la mujer en la dependencia y el cuidado, tanto de los hijos como de sus mayores, todavía tiene mucho peso. «En los grupos de investigación que es como trabajamos, todavía hay un porcentaje muy amplio de investigadores que son la cabeza de grupo, es decir, que lideran muchos más hombres», explica. Ante estas situaciones los hombres llegan antes a las cátedras gracias a la visibilidad que les da el liderazgo: «Aún así hay encargos académicos en equipos rectorales en los que se consiguió la paridad total. Pero todavía tenemos asignaturas pendientes».
Por esta razón la Universidad de Oviedo creó la Unidad de Igualdad. Comenzó a principios del curso académico 2010-2011 a desarrollar las tareas y actuaciones, conducentes a introducir en todas las políticas universitarias la perspectiva de género para publicar el primer plan de igualdad en 2013. Pero la carrera por los derechos de la mujer no para, por lo que llevan dos años preparando un segundo plan, que mejorará las cuestiones de conciliación, así como las formaciones científicas tempranas en las niñas.
«Y ya no solo estamos hablando de cuestiones de igualdad de género sino también de igualdad de oportunidades en general. Sobretodo en la inclusión de inmigrantes, que por suerte cada vez acuden más a la universidad. Aunque es un proceso lento», apunta Isabel. Un organismo, que al ser público otorga más facilidades que la empresa privada, por suerte para los nuevas generaciones.