Un asturiano necesita cinco años de sueldo para comprar una vivienda

El índice de esfuerzo inmobiliario, es decir el número de años de sueldo íntegro que un ciudadano medio necesitaría destinar para la compra de una vivienda de tipo medio, varía mucho en función de cada comunidad autónoma. Hay enormes diferencias entre los territorios del norte y los del Mediterráneo, según recoge el informe de enero de 2019 de la Sociedad de Tasación. Los datos señalan que Asturias es una comunidad en la que este esfuerzo es relativamente menor, cada asturiano necesita dedicar 5,4 años de salario completo para poder adquirir una vivienda, una de las tasas más bajas del país, no demasiado lejos de la más pequeña (con los 4,8 años necesarios en La Rioja) pero hasta tres veces menor que el esfuerzo inmobiliario que padece la comunidad de Baleares, donde serían necesarios más de 15 años.

Los precios de la vivienda, muy elevados, en Baleares, Madrid y Cataluña, son los que hacen que la media española se sitúe hasta dos años por encima de la cifra asturiana; son necesarios 7,6 años de salario en el conjunto del país para poder comprar una casa. La mayor parte de las comunidades oscila entre los cinco y los siete años. En todo caso, Asturias es la comunidad más accesible dentro de la Cornisa Cantábrica.

En el caso de Asturias, la evolución de los últimos años refleja que el esfuerzo innmobiliario se ha mantenido estable alrededor de esta cifra de cinco años. Eran necesarios 5,4 años en 2016; 5,2 años en 2017; y  de nuevo 5,2 años en 2018. Según recoge la Sociedad de Tasación el nivel más alto de esfuerzo inmobiliario registrado en Asturias en plena burbuja llegó a alcanzar los 9,5 años de salario para comprar una vivienda y, aún así, se trata de la cifra más baja de máximo histórico en el conjunto de las comunidades autónomas; que en el caso de Baleares llegó a los 23 años y medio.  

Por otra parte, el informe de la Sociedad de Tasación recoge también el denominado índice de accesibilidad que mide la relación entre el poder adquisitivo de un ciudadano en una comunidad y lo necesario en ese territorio para poder adquirir una vivienda. El cálculo se realiza «tomando como base los ingresos brutos anuales publicados por el INE en su encuesta anual de estructura salarial, a partir de los cuales se deduce el importe Maximum del salario a dedicar a la financiación hipotecaria, una vez aplicadas las deducciones por IRPF y Seguridad Social vigentes en el momento del cálculo». El informe añade que «el resultado con base 100 permite medir la distancia a que se encuentran los salarios reales de los teóricos que serían necesarios para la adquisición de una vivienda media». De nuevo, Asturias aparece entre las comunidades con más facilidades.

En términos generales, respecto a la situación en el conjunto del Estado, la Sociedad de Tasación señala que en 2018 la producción de vivienda nueva se mantuvo «prácticamente estable, un número que «sigue estando por debajo de lo que se considera adecuado para las necesidades de la población». También destacan que las ciudades en los que los incrementos de precios de la vivienda superaron el 3% pasaron de cuatro a quince entre 2017 y 2018.

En todo caso, y tomando como referencia cifras del Ministerio de Fomento, la Sociedad de Tasación señala que el crecimiento de transacciones de vivienda en 2018; que aumentó en un 8% superior respecto a 2017, se debe en buena medida al mercado de vivienda de segunda mano. A todo ello apunta también que «continúa reduciéndose la oferta de vivienda nueva de entidades bancarias o inmobiliarias vinculadas, y sus precios van acercándose progresivamente a los de mercado».