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Otín recibe nuevos apoyos

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Víctor Quesada, en primer plano.

El bioquímico piloñés, discípulo de Otín, insiste en que los errores fueron «minimos», mientras que otras fuentes científicas creen que la importancia de las figuras alteradas son una «prueba fundamental» del contenido de los trabajos

29 Jan 2019. Actualizado a las 20:10 h.

El bioquímico piloñés Víctor Quesada ha participado esta mañana en los actos por el 50.º aniversario del Instituto de Infiesto, donde ha defendido la labor de su mentor, el investigador Carlos López Otín, a quien la revista estadounidense Journal of Biological Chemistry (JBC) ha retirado ocho artículos referidos a la identificación de nuevos genes humanos implicados en enfermedades como el cáncer. Quesada, que cursó sus estudios secundarios en el IES de Infiesto, ha reconocido errores en los trabajos que a su juicio «son mínimos y no afectan a las conclusiones finales». «Ofrecimos la figura corregida desde el original para subsanar los fallos y la revista no los quiso. La retirada supone una medida desproporcionada», ha asegurado.

El piloñés ha lamentado, según recoge Europa Press, la campaña de «desprestigio» a la que a su juicio está siendo sometido Otín y ha mostrado su orgullo «por poder seguir colaborando con un investigador tan excepcional». El bioquímico, que se encuentra inmerso en un estudio sobre los procesos del envejecimiento, ha querido lanzar un mensaje a los alumnos del instituto piloñés: «ser competitivo, tener un objetivo y trabajar por conseguirlo no debe estar reñido con ser buena gente». Quesada ha hecho además hincapié en la importancia de destinar más recursos a la investigación «que es un trabajo más y como tal debe estar remunerado».

Frente a argumentos como los de Quesada, a la posición institucional de apoyo de la Universidad de Oviedo o del Instituto Universitario de Oncologia de Asturias, además del mostrado por numerosos científicos a título particular, otras fuentes científicas, consultadas por EFE, consideran que en este tipo de artículos las imágenes son una prueba fundamental de lo que se dice, de modo que son esenciales para corroborar el hilo conductor y experimentos. De ahí que defiendan que los errores o manipulaciones en ellas no son ni aceptables ni defendibles desde el punto de vista ético, aunque los resultados no se vean «tremendamente afectados».

Cuando se publica un artículo y la comunidad científica detecta errores, es frecuente hacer llegar estos a las revistas, que, de considerar las críticas, piden datos a los autores para cotejarlos. Pueden exigir la corrección de los citados fallos y publicarlos o retirar los artículos, una decisión que no es demasiado frecuente, según las mismas fuentes. La retirada de estos ocho artículos se suma a la de otro en Nature Cell Biology, «tras llevar a cabo una investigación en colaboración con la revista» en la que los autores no pudieron localizar los datos numéricos utilizados para elaborar algunos gráficos, apunta el instituto asturiano.


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