La Brigada de Salvamento Minero, «en peligro» por el cierre de las minas
Asturias
Una antigua ley obliga al sector a tener equipos de rescatistas, «pero cuando Hunosa no tenga pozos, corren serio peligro», señalan ex brigadistas. CCOO defiende que «un cuerpo de élite y único, debe mantenerse y potenciarse»
27 Jan 2019. Actualizado a las 05:00 h.
La participación de la Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias en el rescate del pequeño Julen en Totalán, Málaga, ha puesto de relieve la importancia de contar en nuestro país con un grupo de élite capaz de desenvolverse ante situaciones de emergencia en los espacios más confinados con aparatos de respiración autónoma. Tal es así, que mucha gente ha considerado estos días a través de las redes sociales la necesidad de que un equipo así forme parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, personas conocedoras de la situación por la que pasa la minería. Lo cierto es que, con el cierre de las minas, la Brigada de Salvamento está «en riesgo» de desaparecer en tanto en cuanto la exigencia de disponer de una cuadrilla de rescate preparada viene de una antigua Ley de Minas, pero «si no existe la minería, no es necesaria la brigada», manifiesta el que fuera jefe de dicho grupo, Ángel Sierra.
Con él coincide otro de los ex jefes de la Brigada Minera, Santiago Suárez, que advierte que «está en riesgo real, y cuando Hunosa no tenga minas corre serio peligro de desaparecer». Ambos consideran que los conocimientos y la formación que tienen los brigadistas mineros no deberían desaparecer sin más y que, por lo tanto, «o bien se forma a personal de otros cuerpos o se mantiene a un grupo de gente para determinadas intervenciones», defienden. CCOO de Hunosa lo tiene claro y así lo traslada: «un cuerpo de rescate de élite y único, no sólo debe mantenerse sino que debe potenciarse».
Según explican los ex brigadistas, una antiquísima ley de minería y el reglamento de seguridad son los que exigen «que cualquier empresa minera tenga gente preparada con aparatos de respiración autónoma». La Brigada Central de Salvamento Minero de Asturias se creó de forma oficial, por tanto, en 1912, con la unificación del equipo de rescate que ya había puesto en marcha Duro Felguera y las precarias cuadrillas que tenían otras pequeñas empresas mineras. La cuestión está para el ex jefe de la Brigada de Salvamento, Ángel Sierra, en que «si no existe la minería, no es necesaria». Y parece que ese es el camino que le han marcado al sector, el de desaparecer, en vista de que con el cumplimiento de la Decisión 787 de la Unión Europea, aquí en Asturias sólo se ha salvado del cierre por el momento el pozo Nicolasa. Carrio y Santiago, las otras dos explotaciones que llegaron al 31 de diciembre de 2018, cesaban unos días antes de esa fecha la extracción de carbón y han iniciado ya el proceso de recuperación de material y desmantelamiento para hacer efectivo su cierre definitivo en un plazo de dos años.
Santiago Suárez, también ex jefe de la Brigada Minera, apunta que «está en riesgo real» y que «cuando Hunosa no tenga minas, corre serio peligro de desaparecer». Su deseo, al igual que el de Ángel Sierra, sería «que el grupo no desaparezca» y no sólo por una cuestión de nostalgia, sino porque ambos saben que la experiencia, preparación y formación de la gente que compone esa cuadrilla puede ser útil en infinidad de situaciones, y a los hechos se remiten. Suárez plantea como opción para mantener esos conocimientos, que «sería una pena que se perdieran», «crear un grupo de trabajo antes de que a quienes están ahora les lleguen las prejubilaciones, que transmitan sus conocimientos», y matiza que el cuerpo de Bomberos, la UME o Protección Civil podrían ser buenos receptores.
«Cuando Hunosa cierre, la Brigada desaparecerá, pero la sociedad no se puede permitir el lujo de perder esos conocimientos, con lo que no hay que dejarla morir», señala el ex brigadista, que lanza esta «reflexión a la sociedad» ahora que adquiere visibilidad el importante trabajo que puede desarrollar un equipo de mineros. En este sentido, pone el acento en que pese a toda la tecnología, avances e ingeniería existente en el mundo en el siglo XXI, «ha sido necesario utilizar técnicas del siglo XIX en este rescate, y no es cuestión de perderlas», reclama.
Así, ve necesario «buscar la fórmula de mantener esos conocimientos» y apunta que de no mantenerse el grupo de rescate habría que pensar transmitirlos a personal de otros cuerpos y fuerzas de seguridad, lo cual dice que no es descabellado porque «en numerosas ocasiones hemos colaborado». Es más, destaca que cuando estaba de Jefe de la Brigada se firmaron convenios de colaboración con varias instituciones y organismos del Ministerio de Interior que incluso acudían a las dependencias de la Brigada de Salvamento Minero para realizar prácticas. Para Santiago Suárez, una de las cosas que requiere más preparación es trabajar con equipos de respiración autónoma de larga duración, equipos de 14 kilos de peso a la espalda que permiten estar hasta cuatro horas trabajando en atmósferas irrespirables.
El ex jefe de la Brigada de Salvamento, Ángel Sierra, también considera que gente de otros cuerpos de seguridad del estado deberían formarse si el equipo de rescate va a desaparecer, lo cual asegura que no va a suceder mientras haya una mina abierta. Por tanto, Salvamento Minero también se enfrenta a un futuro incierto, aunque ponen el foco en la situación que se está viviendo en Totalán y la necesaria ayuda de los brigadistas mineros «para que más adelante no nos rasguemos las vestiduras si hay que salir al paso de algo así», concluye Santiago Suárez.
CC OO apuesta por mantener la Brigada incluso si deja de haber minería
Los sindicatos mineros se han mantenido prudentes y respetuosos durante toda la operación de rescate del pequeño de dos años. Ha sido al conocerse el triste desenlace cuando han realizado las primeras declaraciones. Desde CCOO de Hunosa, en primer lugar, han querido «felicitar a la Brigada de Salvamento Minero» porque «una vez más, han realizado su trabajo con profesionalidad y buen hacer en una actuación de máxima dureza, no sólo en el aspecto físico sino también en el psicológico, desde la máxima discreción y manteniéndose al margen de la presión mediática, concentrados en todo momento en el objetivo de rescatar al pequeño Julen». Dicho esto, el secretario de CC OO de Hunosa, Rubén García, ha manifestado que su sindicato «siempre ha apostado, y lo seguirá haciendo, porque la Brigada, que es un cuerpo de rescate de élite y único, no sólo debe mantenerse sino que debe potenciarse, por supuesto, mientras exista minería, pero también si un día deja de haberla».