Este es el concejo que más pelea por sus fronteras
Asturias
De los 14 conflictos por lindes relacionados con municipios asturianos sólo tres son con ayuntamientos de otra comunidad
27 Feb 2019. Actualizado a las 13:46 h.
Si hay un concejo que pelea a muerte por sus fronteras en Asturias es Grandas de Salime. En el extremo occidente, el municipio mantiene pleitos por sus lindes a tres bandas, lo hace con Somiedo y también con San Martín de Oscos, y eso sólo dentro del Principado porque otra de las disputas para determinar dónde empieza y termina la línea del concejo está pendiente de resolverse con un término municipal de otra comunidad, con el de A Fonsagrada, en Lugo.
Son los datos del Instituto Geográfico Nacional que, desde el año 2005 tiene encomendada la labor de recopilar y recoger -porque además sus informes sobre estos asuntos son preceptivos aunque no vinculantes- las disputas de los ayuntamientos para delimitar sus fronteras. Y Asturias tiene muchas, quizá es la comunidad que más mantiene. De los casi 80 conflictos de lindes que se han registrado en España a lo largo de estos últimos años, 14 le corresponden a Asturias. Un territorio que apenas comprende el 1% de los municipios de todo el Estado, acumula el 18% de las querellas por sus lindes.
Las disputas se dan entre concejos asturianos y también con los de otras comunidades. En la recopilación de del Instituto Geográfico Nacional constan por el lado asturiano lo que han mantenido a lo largo de estos años los municipios de Navia con Villayón; hay diferencias entre las fronteras de Caso y Piloña; también hay disputas entre Langreo y San Martín del rey Aurelio; o entre Illano y San Martín de Oscos. No acaban de convenir la delimitación compartida de Lena y Quirós; además este último también discute parte de su frontera con Teverga. Lo mismo ocurre entre Bimenes y Laviana o entre Gijón y Carreño. También han peleado por sus límites Siero y Sariego.
Entre asturianos y de los otros territorios se encuentran los que mantienen Cabrillanes (en León) con Somiedo y hacia el este la disputa de Cabrales con Cillorigo de Liébana (Cantabria). A todo ello hay que sumar los ya narrados conflictos de lindes de Grandas de Salime.
Los casos de discusión por los límites de un concejo no son sencillos de resolver y su importancia puede ser mucho mayor de la que pudiera parecer a simple vista. Si la disputa es entre concejos de la misma Asturias, los ayuntamientos deben acudir en primer lugar al arbitraje del Principado que pedirá el informe (preceptivo aunque no vinculante) al Instituto Geográfico Nacional. El criterio para determinar esa frontera se basa en las fuentes documentales y cuanto más antiguas mejor, pero no es algo fácil de comprobar. Hay concejos cuya fundación se remonta a la Edad Media y su término municipal está fijado con mojones que desaparecieron siglos atrás o con referencias a topónimos que han caído en desuso y que ya nadie recuerda. Si el conflicto es entre dos municipios de dos comunidades distintas el órgano de arbitraje estará en el Ministerio de Administraciones Públicas. Pero si no hay acuerdo el conflicto puede llegar a los tribunales, incluso hasta el Supremo en pleitos que, además, se prolongan durante años.