La Voz de Asturias

El pozo Nicolasa: el último reducto

Asturias

C. L.
Concentración minera delante del pozo Nicolasa

El también conocido como Área Sueros será la única explotación de la que Hunosa saque en los próximos años carbón con el que abastecerá a la térmica de La Pereda

31 Dec 2018. Actualizado a las 19:22 h.

De los cientos y cientos de pozos, minas y chamizos que Asturias tuvo en el transcurso del siglo XX y hasta la actualidad, el pozo Nicolasa, también conocido como Área Sueros, se convertirá en el último reducto de la minería con la entrada del año nuevo. La Decisión 787 que la Unión Europea firmó en diciembre de 2010 condenó a toda la minería no competitiva al cierre, en tanto que prohibía a los estados miembros la concesión de ayudas. La negociación in extremis de los sindicatos con Hunosa durante la semana del  17 al 21 de diciembre logró «salvar» a este pozo y contener (salvo que Europa diga lo contrario) lo que hubiera sido el fin del sector, en tanto que en Carrio y Santiago si se dejaba el pasado viernes de extraer carbón. El Área Sueros será, por tanto, el fuerte de resistencia que acogerá a todos aquellos trabajadores de Hunosa y de contratas que no queden destinados a tareas de recuperación de material en las explotaciones de Laviana y Aller.

Cierto es que de los tres pozos de Hunosa mantenía abiertos hasta ahora, el pozo Nicolasa es el mayor. Según los datos a los que ha tenido acceso La Voz de Asturias, a finales de noviembre la plantilla era de 317 mineros, a los que habría que sumar otros 90 trabajadores de contratas. La producción hasta entonces ya superaba las 186.000 toneladas de mineral.

Otras de las razones por las que se apostó por esta explotación para mantener viva la minería es su cercanía tanto con el Lavadero del Batán, con el que tiene conexión directa, así como con la térmica de La Pereda, central que se abastecerá con el combustible fósil que se extraiga del Área Sueros.


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