De Pelayo a la Guerra Civil: Asturias registra un «boom» de las recreaciones históricas
Asturias
Historiadores, ayuntamientos y colectivos de aficionados, que trabajan como voluntarios, defienden la importancia de este tipo de programas para recordar y promocionar la memoria
02 Dec 2018. Actualizado a las 11:21 h.
No son actuaciones ni obras de teatro o actividades populares. A sus organizadores les gusta llamar las cosas por su nombre. Son recreaciones históricas, es decir, episodios ocurridos en algún periodo, que ha sido investigado por historiadores y que trata de reproducirse de la forma más fiel posible. Las recreaciones históricas se han convertido en un fenómeno muy popular en Asturias en los últimos años. La agenda lúdica de multitud de concejos las incluyen. Son una forma de mirar al pasado y también de atraer turismo y actividad económica. Abarcan todos los periodos históricos desde Pelayo venciendo a los moros, al Adelantado de La Florieda de Avilés o episodios de la Guerra Civil que todavía tienen heridas muy recientes.
Aunque puede parecer algo muy reciente, en realidad las recreaciones tienen muchos pasados. Los mismos torneos medievales tenían a veces temas romanos o más antiguos, mientras que los propios romanos montaron recreaciones de famosas batallas navales y terrestres dentro de sus coliseos como una forma de espectáculo público. Además, si se hecha la mirada al otro lado del Atlántico, en países como Estados Unidos llevan años teniendo gran popularidad, recreando eventos históricos patrios como la guerra de secesión. Asturias no iba a ser menos y se ha sumado a esta oleada.
Colectivos organizadores, alcaldes e historiadores cuentan en este reportaje cómo trabajan, por qué lo hacen y cómo viven las recreaciones históricas. Insisten en la necesidad de ser fieles al pasado y detallan el rigor con el que encarnan los papeles que les toca representar.
Los organizadores
Numerosas asociaciones han nacido a la luz de esta tendencia. Ese es el caso de la de Recreación Medieval Asturiana, la Recreación Histórico Cultural de Asturias, Kerveros (asociación especializada en la época romana) o el Frete del Nalón (especializada en la guerra Civil). Todas ellas se toman muy en serio su labor, aunque para toda la gente que las compone (que no es poca), compaginen esta afición con las labores de su día a día. Todos afirman que estas asociaciones no se crean como un espectáculo, todo lo contrario, ya que la adquisición de material de la época es muy costosa, además del vestuario creado con la mayor fidelidad. Es una pasión y como tal se la toman muy enserio y la estudian con fervor. La mayoría tiene entre sus adscritos a profesores y catedráticos de historia especializados en ese periodo histórico. Los ayuntamientos contactan con ellos para sus eventos, aunque las asociaciones reivindican que se tiene que tener conocimiento de que es algo creado meticulosamente, y que «no les gusta que se les llame para inventar datos históricos o para hacer el paripé», tal y como insistía Juan Luis Flórez Maestre, presidente de la Asociación de Recreación Medieval Asturiana.
Recreación Medieval Asturiana
La asociación de Recreación Medieval Asturiana (ARMA) se crea en el verano de 2014 con la función de fomentar la rica cultura medieval que había en Asturias, donde empezó la Reconquista. Así, Maite Blanco, Rubén Rodríguez y su director, Juan Flórez, que ya eran miembros de otras asociaciones de fuera de la región, empezaron a hablar de hacer su propia asociación y cuáles eran sus objetivos a corto y largo plazo. A corto plazo, sin duda, buscar algún miembro más para empezar a moverse y conseguir algo de dinero para financiar la asociación mediante pequeños eventos ya que los comienzos son duros y tuvieron que desembolsar de sus bolsillos bastante dinero para conseguir material y empezar a rodar. La próxima meta sería crecer, y así lo han hecho, pues con tan solo ocho miembros apasionados por la historia han conseguido moverse por la península haciendo una media de unas tres recreaciones al año, compaginando esta actividad con su vida laboral.
«Lo primero que se debe resaltar es que esto no es un espectáculo, es una recreación» comenzaba explicando Juan Luis Flórez, que afirma han tenido este problema con varios ayuntamientos (que son los que contactan con ellos para proponerles distintas recreaciones). «Muchos ayuntamientos se confunden y te piden que hagas fantasía, no entienden que esto es algo serio y con rigor histórico», añade mientras explica el procedimiento de contratación. La mayoría de las veces salen recreaciones por concurso público en el que el ayuntamiento ofrece un tipo de espectáculo y escoge la asociación que pida el precio más bajo «sin importar el contenido o la calidad». Aunque, también es verdad que en alguna ocasiones es al revés y son las propias asociaciones las que se desplazan a los ayuntamientos y les enseñan su book que recoge lo que ya han hecho anteriormente.
El proceso de documentación lleva años y nunca para, les lleva mucho tiempo estudiar pero les mueve su pasión. Cuentan con la ayuda de José Luis Calvo, doctor especializado en Historia Medieval que forma parte de la asociación, «consigue información de todo tipo, libros de patrones de ropa, por ejemplo, que nos son de gran utilidad porque el 90% de nuestro vestuario lo hemos elaborado nosotros», cuenta Flórez y añade que «la documentación es importante, hay mil años de historia medieval y no podemos juntar unos periodos con otros, la gente tiene que aprender». Los ocho miembros del grupo van rotando sus papeles, teniendo gente especializada en combate medieval, por si la recreación lo pidiese. Son muy selectivos a la hora de escoger, eligiendo lo que más les interesa, ya que es una actividad sin ánimo de lucro. ¿Los sitios por dónde más se mueven? «El sur de España, donde los castillos y demás infraestructura medieval está mejor conservada».
Asociación de Recreación Histórico Cultural de Asturias
La Asociación de Recreación Histórico Cultural de Asturias (ARHCA), nace en 2004 gracias a la confluencia de un grupo de personas aficionadas a las armas antiguas y al tiro con armas históricas y otro grupo de aficionados o licenciados en historia. Tras tres años de documentación y búsqueda de material para los uniformes, y gracias de nuevo a la ayuda del historiador José Luis Calvo, comenzaron a barajar la idea de recrear el periodo de la Guerra de la Independencia, teniendo en cuenta la importancia que tuvo Asturias en ella. En torno a los años 2007 y 2008, afirma Luis Manuel Rubio, integrante de esta asociación, es cuando comienza no solo su aventura sino la de muchos que como ellos apostaron por la recreación convirtiéndola en lo que es ahora, «es la época del resurgimiento de este fenómeno», explica.
Su asociación cuenta con más de 60 socios, provenientes de todas las partes del Principado, aunque en las recreaciones suele participar una media de 15 personas, depende del atractivo del evento o del tiempo y la disponibilidad de la que disponga cada uno. «Esto es una afición, no un oficio», vuelve a puntualizar Luis Manuel. Una afición, por otra parte, costosa, ya que por cada traje pueden gastarse hasta 800 euros, teniendo entre uno y tres trajes cada recreador (uno asturiano, otro francés y otro escocés, dependiendo de dónde hagan el evento). «Hay que dejar claro que esto es un traje de recreador, no un disfraz. Nos esforzamos mucho porque todo tenga la máxima veracidad histórica», afirma Rubio. Reconoce también que, al menos, el coste del traje se amortiza (que no se cubre) porque se puede usar en todas las recreaciones.
Además de ser socios de su sociedad, también están registrados en la Asociación Napoleónica Española (ANE), que aglutina a nivel nacional a la mayor parte de los grupos de recreación de este periodo. A través de ella, organizan su calendario de eventos e incluso la propia ANE les manda invitaciones para eventos en otros países, principalmente en Portugal y Francia, que son los sitios a los que más acuden debido a su proximidad (también han recreado la batalla de Waterloo dos años consecutivos), teniendo que rechazar otros (como una recreación que les ofrecieron el año pasado en Malta), por su coste. Aunque a veces acuden a actos más pequeños, cuya función es únicamente conmemorativa sobre algún día histórico. Por supuesto, los ayuntamientos también contactan con ellos, como fue el caso del de Ribadesella, donde participaron en su Festival Histórico este verano. ¿Lo que reciben? Normalmente 50 euros, para el alojamiento, comida y gasolina, que normalmente no cubre gastos, y la satisfacción de enseñar y compartir su pasión por la historia.
Álvaro Solano, historiador medievalista de la Universidad de Oviedo
Álvaro Solano es historiador medievalista de la Universidad de Oviedo, además, participó como guionista en la recreación histórica de la proclamamiento del Rey Pelayo en Cangas de Onís. «Fue relativamente fácil, porque está basado en una investigación académica pura. Muchos son relatos de la propia época medieval y este en concreto está basado en la historia de la venganza de Pelayo a raíz de la violación de su hermana, que ya se ha usado mucho en el teatro. Aunque el punto de vista académico no es exacto», explica el historiador sobre cómo se inspiró y documentó a la hora de crear el guion. Solano evidencia el enorme impacto que están teniendo estas recreaciones, y no solo en la gente, también le parece que es un gran nicho de mercado para las empresas. Eso sí, apunta que el problema es que los historiadores deben tener una formación académica específica para hacer la divulgación para que todo sea acorde con la historia. «Lo ideal es que todas las asociaciones tuvieran un asesor histórico y otro estilísticos especializados en la época», explica. Considera que es adecuado hacer charlas paralelas para informar y contrastar mucho la información, pues cree firmemente que la divulgación es un deber y está bien que se haga de forma divertida y que a la vez sea lúdica para que llegue a todo el mundo, pero siempre desde el punto de vista del rigor.
Aunque apunta que a veces, pueden hacerse concesiones, por ejemplo, «no puedes vestir a los campesinos o al pueblo de azul, porque en aquella época era un color muy complicado de encontrar para teñir los ropajes, por eso, solo era llevado por las altas clases pudientes. Pero se entiende que para dar vistosidad a la recreación se opte por colores llamativos y que no se vista a todo el mundo en tonos marrones, está claro que al público no le va a chirriar la inexactitud histórica, todo lo contrario. No es criticable, lo criticable es cuando se vende ficción».
El Ayuntamiento de Candamo y Frente del Nalón
Si hay un ayuntamiento que puede presumir de apostar por la recreación histórica es el de Candamo, cuyo proyecto comenzó hace diez años a través del fondo europeo, que subvencionó tres rutas de senderismo para apreciar la arquitectura militar que hay por todo el concejo, en la Sierra de Butarán. Junto con la asociación de recreación Frente del Nalón, que surgió con el primer año de la recreación, el consistorio puso en valor esta arquitectura que forma parte de la historia asturiana. Arrancó hace año años, sigue celebrándose y es la única recreación de la Guerra Civil en el norte de España. Durante tres días en septiembre, no solo recrean batallas reales, también tienen un museo vivo donde hacen escenas de la época, como la enfermería (donde este año hicieron una transfusión de sangre con los métodos de los años 30), incluso cuentan con un puesto de abastos y cartillas de racionamiento. Además, dos veces al día, un historiador reparte charlas explicando la vestimentas y poniendo a los espectadores en antecedentes.
El fin de semana se cierra con las recreaciones, que se hacen desde hace tres años, de los asaltos al cuartel, todos ellos siempre documentados históricamente con minucia, donde al final se lee el documento de rendición original y se usan vehículos militares de la época. Para finalizar, se hace una caminata y los recreadores explican la arquitectura militar. El ayuntamiento cubre toda la parte económica a través de una subención al Frente del Nalón, además proporciona el alojamiento para los recreadores de fuera que quieran participar. En total suele haber unas 90 personas por recreación. Para Candamo es un revulsivo turístico, un polo de atracción económica.
«Los vecinos al principio, sobretodo la gente mayor, tenían sus dudas sobre esta recreación, por si levantaba viejas heridas del pasado. Ahora están encantados debido a la gran repercusión turística que ha tenido y a que todo se narra de forma totalmente neutral», según explica su alcaldesa Natalia González. La regidora considera que tienen «el deber de contar la historia porque no debemos olvidarla y debemos acercarla a los más jóvenes».
Los hoteles se llenan y en los restaurantes no cabe un alfiler ya que nadie quiere perderse el menú de trincheras que preparan. La gente del pueblo cede sus objetos antiguos e incluso participa en la recreación. Incluso los fotógrafos se han animado, acreditándose este año unos 60 profesionales. Han parecido algunas fotos, por su parecido real con las escena de la Guerra Civil, en la revista Moldeando la Luz, de la que harán próximamente una esposición itinerante en el Palacio de Valdés Bazán, de Candamo.